Lo que significan las estrellas en la Bandera Nacional
Elaborado
por Sigfrido Lanz Delgado
Los sucesos del 19 de abril de 1810 terminan ese
día con la conformación de una Junta de Gobierno, integrada por criollos
venezolanos, que, en primer lugar, destituye al Capitán General, Vicente
Emparan, la más alta autoridad política y militar española en el territorio
venezolano, y, en segundo lugar, envía varias comisiones a distintas ciudades
del país con el propósito de convencer a las autoridades locales de sumarse al
movimiento caraqueño. Esta gestión fue positiva en los casos de las provincias
de Margarita, Cumaná, Barcelona, Barinas, Mérida, Trujillo, las mismas que
posteriormente, junto a Caracas, hicieron la declaración de independencia, el 5
de julio de 1811. Las otras provincias, Guayana, Coro y Maracaibo, se negaron a
reconocer el gobierno recién constituido en Caracas, y, por el contrario, se
declararon a favor del realismo español, y desde ese momento apoyaron con bienes materiales a las tropas realistas
que en Venezuela, hacían la guerra al ejército patriota.
Fue por tal razón que, en el transcurso del
año 1816, luego de desembarcar en Margarita los miembros de la Expedición de
los Cayos, con Bolívar como Jefe Supremo, el gobierno federal constituido en
esta isla procedió a adoptar la bandera de las siete estrellas, en
reconocimiento al apoyo brindado a la causa independentista por parte de las provincias
firmantes de la declaración de independencia. En esta oportunidad, las
estrellas, de color azul cielo, de cinco puntas cada una, ubicadas en la franja
amarilla superior, se extendían de manera horizontal a lo largo de la misma.
Por su gran tamaño, las estrellas sobresalían a la vista del observador,
resaltando por encima de los colores amarillo, azul y rojo del estandarte.
Y ocurrió entonces,
en las cercanías del antiguo Puerto de Tablas, Provincia de Guayana, aquel
extraordinario acontecimiento del 11 de abril del año 1817, día en el cual las
tropas republicanas, conducidas por el único general pardo de la oficialidad
libertadora, el curazoleño Manuel Piar, obtienen el triunfo sobre las fuerzas
colonialistas españolas, al mando del Brigadier Miguel de la Torre. Fue una
extraordinaria victoria, de gran impacto en el conflicto, pues, a partir de
entonces, el curso de la guerra tomará una dirección favorable para las armas
libertadoras. Lo extraordinario de aquel triunfo se explica por lo que
significaba Guayana en ese tiempo. Era esta provincia un territorio no afectado
por los efectos de la guerra hasta ahora, pues en lo fundamental la misma se
había desarrollado en la región central, los llanos, el oriente y el occidente
venezolano. De manera que aquí, en estas tierras situadas en la banda oriental
del Orinoco, la riqueza económica acumulada en las misiones de Guayana y en la
ciudad de Angostura se encontraba indemne. Todo esto pasará entonces a manos de
los libertadores después de la Batalla de San Félix: el ganado vacuno existente
en los distintos hatos misioneros, caballos, yeguas, mulas, productos
agrícolas, alguna cantidad de oro, en fin, una colosal riqueza, en un inmenso
territorio, defendido por una muralla natural, el río Orinoco. Todo esto se
tradujo en beneficios incalculables para las armas republicanas. Por ello es
que Bolívar, en reconocimiento a los grandes aportes brindados por la Provincia
de Guayana al proceso independentista, lanza su decreto del día 20 de noviembre
de 1817, con el cual autoriza la agregación de la octava estrella a la bandera
de Venezuela. Dicho decreto dice así:
Simón Bolívar.
Jefe Supremo de la República.
Capitán General de los Ejércitos de Venezuela y de Nueva Granada.
Jefe Supremo de la República.
Capitán General de los Ejércitos de Venezuela y de Nueva Granada.
Habiéndose aumentado el número de
las Provincias que componen la República de Venezuela, por la incorporación de
la Guayana decretada el 15 de octubre último, he decretado y decreto:
Artículo Único.- A las siete estrellas que lleva la
Bandera Nacional de Venezuela se añadirá una, como emblema de la provincia de
Guayana, de modo que el número de estrellas será en adelante de ocho.
Dado, firmado de mi mano, sellado con el sello
provisional del Estado y refrendado por el Secretario del despacho, en el
Palacio de Gobierno de la ciudad de Angostura, a 20 de noviembre de 1817.
Pero no terminan aquí los actos del
Libertador, mientras se mantuvo en Guayana. En las nuevas condiciones y con
todos estos elementos a su favor Simón Bolívar tomará impulso para avanzar con
paso firme en procura de la victoria definitiva y procederá entonces a ejecutar
una serie de actividades en esa dirección triunfal. Éstas fueron:
1.
Organización de los batallones Dragones de
Piar, Conquista de Guayana, Cachiri y Primero de Rifles, todos compuestos de población
guayanesa.
2.
Creación del periódico de la libertad, El
Correo del Orinoco.
3.
Creación de la Tercera República venezolana,
con capital en la ciudad de Angostura.
4.
Lectura de su discurso ante el Congreso de
Angostura, día 15 de febrero de 1819, documento en el cual propone las bases de
lo que será la República de Colombia.
5.
Inicia junto a su ejército la marcha triunfal
hacia la Nueva Granada, donde derrotará, en Boyacá, el día 7 de agosto de 1819,
al poderoso ejército del brigadier José María Barreiro, con cuyo hecho, el
virrey, Juan de Sámano, se vio obligado a huir de Bogotá y dejar así libre de
fuerzas realistas el territorio neogranadino. Desde este momento nada detendrá
al Ejército Libertador, vendrán entonces los grandes triunfos en distintas
batallas, hasta completar la obra libertadora en el campo de Ayacucho.
La bandera de las ocho estrellas flameó en
Angostura durante los meses que esta ciudad fungió como capital de la
República, pero luego, al crearse definitivamente la República de Colombia, con
capital en Santa Fe de Bogotá, las autoridades adoptaron otro gallardete como
símbolo nacional. Más nunca la bandera nacional tuvo ocho estrellas, hasta que,
por iniciativa del presidente de la república Hugo Chávez, la Asamblea
Nacional, emite su decreto del 7 de
marzo de 2006, que deroga la Ley de Bandera, Escudo e Himno Nacional del 17 de
febrero de 1954, aprobada durante el gobierno del dictador Marcos Pérez
Jiménez, e instituye la actual bandera venezolana de ocho estrellas, con escudo
de armas de tres cuarteles, en uno de los cuales se incluye la figura de “un
caballo blanco indómito, galopando hacia la izquierda de quien observa, con la
mirada apuntando hacia delante, emblema de la independencia y de la libertad”.
Con este decreto de marzo de 2006 se hizo finalmente
justicia con la Provincia de Guayana y también con el Libertador, nuestro héroe
máximo. Para ello hubo de transcurrir dos siglos casi, en cuyo lapso de tiempo gobernaron
nuestro país presidentes de distinto origen: unos provinieron del ejército
libertador, otros de los partidos republicanos del siglo XIX; luego vinieron
los militares del Gomecismo y, finalmente llegaron los civiles del
puntofijismo; pero ninguno cumplió con el Libertador, ninguno fue fiel al deseo
del gran caraqueño; tuvo que venir un militar, un verdadero patriota, seguidor
del pensamiento y obra del Libertador, el comandante Hugo Chávez para que se
cumpliera lo dispuesto por nuestro héroe. Tampoco se escuchó a este respecto la
voz de un intelectual, de un docente, de un escritor, de un político, todos
callamos, incluso los mismos guayaneses. Pero ahora las cosas han sido
colocadas en su justo lugar, la historia ha sido reivindicada. Nuestra bandera
patria es la de ocho estrellas, la de las provincias de Guayana, Caracas,
Barinas, Mérida, Trujillo, Margarita, Cumaná y Barcelona, y también la del escudo
con el caballo blanco corriendo de frente hacia la gloria. Negar el inmenso
aporte de nuestra Guayana a la gesta independentista es simplemente canallada o
estupidez.
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