martes, 2 de octubre de 2018

¿Y ahora cómo la saco de la arrechera?



Generalmente cuando uno inicia un nuevo aprendizaje, si de verdad se ha declarado aprendiz, comienza a dar pasos tratando de emular a quien sea su maestro. Es como calcar los movimientos del modelo, intentando dar los mismos pasos y de pisar los mismos adobes para no trastabillar y caer al agua.

Eso fue lo que me pasó la vez que inicié estudios de Programación Neuro lingüística (PNL) y me tocó hacer un poco de inducción a través del estudio de los Meta programas
. “En PNL le llamamos Meta-programas a los filtros que usamos para definir a qué le vamos a prestar atención. Son patrones internos que nos permiten formar nuestros pensamientos y dirigen nuestras acciones. Por esto también se les llama estilos de elección”. https://accresio.com/pnl/metaprogramas/

Por ejemplo hay un comportamiento de desvalimiento en las personas que los lleva a estimarse de manera muy pobre, incluso a auto agredirse, ya que  generan una imagen empobrecida de sí mismas.

La herramienta que nos enseñaba el facilitador,  Mónico Carvajal, era ayudar al cliente dándole la razón pero exagerando hasta llegar al ridículo aquel rasgo de sí mismo que sometía al desprecio. Es una forma de caricaturizar el comportamiento de manera de poder mover al cliente hacia una posición de  rechazo. Mi metáfora particular es que es como liberar el arranque del carro invirtiendo la polaridad de la batería. O lo arrancas o lo quemas!

Así, si alguien se dice "yo sí soy bruto", entonces el inductor lo retroalimenta con algo así como "tienes razón, es incomprensible que haya gente tan bruta como tú". La idea es que el cliente rechace este planteamiento y se dé cuenta que no es tan bruto como para llegar a la exageración. Es una técnica sencilla que llega a mover al cliente.

Bueno, vale decir que si esto no era así, pues así lo entendí yo. Al final de la sesión el facilitador mandó una tarea que consistía en llevar un ejemplo de la vida real para la próxima clase, que sería dentro de un mes.

Al salir de clases comencé de inmediato en la búsqueda de situaciones que me permitieran intervenir ese Meta Programa y bueno, hacer mi tarea eficientemente. 

Estando en esa pesquisa se presentó la oportunidad de mi vida al encontrar a mi esposa frente al espejo despotricando  de la forma en que aquella mañana ella se veía, es decir era su propia percepción de sí misma la que la hacía ver una imagen de ella distinta.

Recuerdo que la oí decir  algo así como "versia, que fea y descuidada estoy, nunca había estado tan fea". Esta situación me cayó de perla para hacer la asignación, así que de inmediato me acordé de la chuleta usada para este caso, lo que me permitió intervenir a la paciente:

-      - Tienes total y absoluta razón: nunca antes te habías vista tan fea como te ves ahora.

Y como si fuera poco esta retroalimentación, aticé más la brasa al decirle:

-         - Es más, pareces una pordiosera. Es penoso el estado en que te has puesto.

Dicho esto, esperé a ver la reacción de la consorte. Con total compostura se fue acercando lentamente hasta estar cerquitica del espejo; se echó el pelo hacia atrás con ambas manos, hasta poder ver el rostro despejado totalmente y con una calma espasmódica me replicó en absoluta paz:

-      - Cónchale, cielito, yo creo que no es para tanto! Creo que exageras la nota.

Y así muy cerca del espejo se quedó contemplándose por un rato.

Loco de contento por el logro obtenido con mi “primera paciente”, salí corriendo al cuarto de la computadora a reportar el hallazgo de mi primera intervención como inductor PNL.

En la sesión siguiente, cuando Mónico pidió que cada quien narrara su experiencia, levanté la mano y reporté los resultados, los que fueron considerados por el experto como sobresalientes.

Al comenzar la nueva sesión. Mónico comenzaría con la pregunta generadora de aprendizaje.

-      - Bueno, muchachos, qué esperan obtener en esta nueva sesión? Cuáles son sus expectativas?

No había terminado de enunciar la pregunta, cuando de inmediato me paré del asiento y le dije:

-      - Caramba, Mónico, a mi lo que me gustaría que me enseñaras hoy es cómo superar  las arrecheras, ya que del tiro mi esposa tiene ya más de 15 días sin hablarme!

De Mónico sólo obtuve un ¡Upss! como respuesta, mientras que el resto de los participantes, no hacían otra cosa que reír!

El Meta-Programa de la superación de la ira no me lo enseñaron, pero en cambio aprendí que cuando el cliente es de la propia familia, lo mejor  es enviarlo a otro inductor, porque si no logras arrancar ese "vehículo" lo más probable es que te quemes con él, es más!