martes, 3 de noviembre de 2015

EL MUNDO EN QUE VIVIMOS




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En el mundo existen 195 países aprobados por Naciones Unidas, más 9 países que aún no han recibido respuesta, lo que hace un total de 204 países.

De este total sólo 5 han declarado abiertamente ser Socialistas o Comunistas. Ellos son: China, Cuba, Corea del Norte, Laos y Vietnam.

Esto significa que sólo el 2.45%  son marcadamente de tendencia izquierdista. Estos 5 países han superado abiertamente el umbral de la pobreza.

Por otro lado, la población mundial en la actualidad supera los 5.200 millones de seres humanos. De ese total 3.800 millones, es decir el 73%, vive en estado de pobreza; mientras que 1800 millones, o sea, el 35 por ciento, vive en estado de pobreza extrema, o lo que es lo mismo, con menos de un dólar mensual.

En este sentido, el Gobierno Mundial, ese conformado por los hombres más ricos del planeta agrupados en dos grandes cofradías, el Grupo de Bilderberg y el de los Iluminatti, ha dicho que la superación de esta situación se logra con la eliminación progresiva hasta el 2050 de 4.000 millones de "estómagos inservibles",  entre quienes destacan las minorías étnicas, latinos, negros y asiáticos, analfabetas y personas de "pensamiento social incómodo"

Para asegurar el poder coercitivo, a través de la fuerza, o sea, se creó el concepto de Bases Militares, las cuales adquieren diversas formas, pero cuyo propósito finalmente es el mismo: el control omnímodo de la población rebelde.


Así, en el mundo hasta el año 2008 existían más de 700 bases norteamericanas, contadas en aproximadamente 135 países, con algunos pocos países que se han negado albergarlas, como son Siria, Irán, Corea del Norte, Cuba y Venezuela. Es por demás notable el malestar que estos países causan a los EEUU. Falta decir que casi 50 bases militares norteamericanas están enclavadas en territorio de América Latina y el Caribe.
El petróleo es la fuente más importante de energía primaria del planeta y constituye el 35% de toda la energía consumida. Los combustibles fósiles en su conjunto –petróleo, gas natural y carbón– suponen alrededor del 80% del uso energético a escala mundial (en 1973 suponía un porcentaje algo superior pero parecido, el 86%, por lo que tres décadas después la matriz energética mundial sigue descansando en los combustibles fósiles).

Está claro que la coyuntura mundial caracterizada por la desaparición del petróleo barato para los grandes países consumidores, ha puesto en alerta, si es que alguna vez no lo han estado, a éstos y que con los EEUU a la cabeza se han procurado por diversas vías, el aseguramiento de la suficiente energía como para mantener sus estándares de vida, cónsonas con el mundo de consumismo en el que  viven y el cual venden, promueven y propagan alrededor del mundo.

El agotamiento de grandes yacimientos, los cuales han estado siendo explotados desde hace varias décadas, ha tocado fondo. anunciado la necesidad de exploración y explotación de otros nuevos, los cuales, al no encontrarse a mano allí cerca de la superficie, requieren de una mayor inversión en dinero, tecnologías y estudios, lo que contribuiría a la desaparición de las grandes ofertas del crudo y al aumento del precio, mientras la demanda continúa creciendo día tras día, ya que, no obstante la tan socorrida política de ahorro de energía, países como los EEUU es poco o nada lo que hacen para hacer suya la estrategia de ahorro y, antes por el contrario, cada día aumenta más su dependencia del preciado "oro negro", dada su sed infinita de energía.

En estos momentos, los Estados Unidos consume el doble de la energía que consumen Europa y Japón y más de diez veces la media de consumo mundial, de allí que, poseyendo sólo el 5% de la población mundial, los EEUU consumen un 26% de la energía del planeta, o lo que es lo mismo, una cuarta parte de toda la energía mundial, que como todos sabemos, es a través del petróleo de donde la obtiene, ya que los mecanismos de energía limpia o renovable no tienen la versatilidad del petróleo y prácticamente son usados en soluciones eminentemente domésticas.
De esta manera, en su afán de no seguir utilizando sus ya menguadas reservas, EEUU ha recurrido a una forma criminal de obtener el petróleo, como lo es el Fracking, el cual destruye la corteza terrestre, necesita grandísimas cantidades de energías, así como agua, produciendo un gran daño medio ambiental y la consecuente desertificación de los territorios comprometidos.
Aguas domésticas infectadas producto del fracking
Se sospecha que los grandes movimientos telúricos que se han producido últimamente en América tienen su origen en la práctica del fracking.

Por otro lado, los EEUU han salido con todo su equipamiento militar en búsqueda de nuevos yacimientos, los que ha conseguido a través de botines de guerra, en los países a los que ha ido con el "propósito de luchar contra el terrorismo y restituir la democracia". Destaca aquí su nada casual predilección por los países del Cercano y Medio Oriente, ya que éstos en conjunto, tienen en su subsuelo cerca del 60% de las reservas petroleras del planeta.

 Las siguientes consideraciones muestran bien la importancia del petróleo en nuestro mundo:

• El crecimiento del PIB está directamente relacionado con el aumento del consumo de energía. Es decir, el continuo crecimiento de las economías modernas (especialmente las economías estructuradas en base a la industria, aunque no sólo ellas) se ha fundamentado en el poder de los hidrocarburos.

• El petróleo, directa o indirectamente, está presente en la producción
del 95% de los bienes industriales.

• Y es muy posible que no haya ningún otro producto que tenga una presencia tan abrumadora en nuestra vida diaria, pues está literalmente en todas partes: ceras, fósforos, alquitranes, pinturas, resinas, poliéster, detergentes, plaguicidas, disolventes, neumáticos, alcoholes, glicerina, fertilizantes, fármacos, nailon, aditivos alimentarios, explosivos, tintes, fibras aislantes y todo tipo de plásticos (cientos de productos más de uso común en la industria y el hogar).

• Está, a su vez, en el 80-95% del transporte mundial.

• El 99% de todos los lubricantes se hacen con productos petrolíferos.

• Gran parte de los productos petroquímicos se producen a partir del petróleo.

• El 95% de todos los bienes que diariamente encontramos en las tiendas, ha llegado allí gracias al petróleo.

• En lo que respecta a nuestra propia alimentación, se calcula que 6 de cada 7 calorías que consumimos están directamente relacionadas con el petróleo (debido al uso de fertilizantes, envasado, cadena de frío, etc.).


• De todo el crudo contenido en un barril, el 50% se utiliza para transporte (terrestre, 81%; aéreo, 12%; y marítimo, 7%); un 35% como fuente de energía en los sectores industrial y residencial; y un 15% como materia prima en la petroquímica (más de tres mil productos de uso cotidiano, además de fibras, plásticos, detergentes, medicamentos, abonos, fertilizantes, etc.).

• La propia electricidad depende de los combustibles fósiles.

Mantener el estilo de vida americano representa para los EEUU la principal razón de la búsqueda incesante, no ya de nuevos mercados, sino de yacimientos o mejor dicho de países enteros, a los cuales accede a través de guerras eufemísticamente llamadas humanitarias, en el opiáceo argumento de salvar al mundo del terrorismo. Lo cierto es que mantener el status de meca del consumo mundial, a través de lo cual logra la idiotización de millones de personas tanto consumidores como productores, los Estados Unidos necesita utilizar una gran cantidad de energía derivada de los combustibles fósiles, tales como el petróleo, el gas y el carbón; elementos éstos que, como hemos visto, han comenzado a escasear, dado que el llamado pico del petróleo o peakoil hace ya un rato que se ha alcanzado parcialmente en algunos países.

Costo diario de la voracidad consumista de Nueva York
A manera de ejemplo, La metrópoli de Nueva York tiene 12 millones menos de personas que Tokio, y sin embargo utiliza más energía: el equivalente a un super tanquero de petróleo cada 1,5 días, o lo que es lo mismo, más de 2 millones de barriles de petróleo por día. Del mismo modo, el neoyorquino promedio utiliza 24 veces más energía que un ciudadano de Calcuta, y produce más de 15 veces más residuos sólidos. 

En este sentido, en 1970 EEUU importaba un 21,5% de todo el petróleo que consumía, mientras que a principios del siglo XXI importaba el 60%. Es bien sabido, reitero, que el modo de vida norteamericano derrocha energía: consume el doble que en Europa y Japón, y diez veces más que la media del planeta. Se estima que, con un 5% de la población mundial, se lleva el 25% del consumo energético mundial (Roberts, 2005, 15). 

 Por estas razones la política petrolera estadounidense sigue privilegiando el control militar de los pozos , no obstante el alto costo de las operaciones de este tipo; pero es la única forma de proveerse de petróleo barato.


De allí que, y para comprender la génesis de su política petrolera, hace unos años, Estados Unidos calificó el suministro de energía como una cuestión de seguridad nacional, a la par de fenómenos como el terrorismo internacional.

Veamos, entonces, en la próxima parte, cuál ha sido el motivo de las guerras ocurridas en los últimos años.

Las Guerras del Petróleo

A continuación un resumen del trabajo de Esperanza Martínez intitulado “Conflictos bélicos y petróleo”

“Las guerras del siglo XX y principios del XXI se han alimentado del petróleo y en la mayoría de los casos el petróleo ha sido la causa del conflicto.
AFRICA
En Angola, uno de los principales productores de petróleo de África, el control de los recursos hicrocarburíferos han estado siempre en manos del Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA), hoy en el poder. La perpetuación de la guerra civil en este país, ha estado muy relacionada con la necesidad de controlar el petróleo, para ello los Estados Unidos financian a las guerrillas de las UNITAS, quienes controlan las minas de diamantes y son enemigos del MPLA. Los principales objetivos militares de UNITAS han sido las áreas productoras de petróleo (que significan el 90% del presupuesto del gobierno). Al momento, todas las empresas petroleras importantes en el mundo tienen inversiones en Angola.

 La guerra de liberación de Argelia, una de las más sangrientas del África, y que duró casi una década, tenía como causa subyacente, los ricos yacimientos petroleros argelinos, que hasta 1968, en que fueron nacionalizadas, fueron explotados por empresas petroleras francesas.
La actual guerra civil en Sudán está también manchada de petróleo. En septiembre de 1999, Sudán se convirtió en el nuevo exportador de petróleo en el África.
Otros conflictos en África relacionados con petróleo incluyen la guerra reciente en el Cuerno de África, los fuertes conflictos en Nigeria, que la declararon en estado de emergencia y la disputa sobre las islas Bioko en Guinea Ecuatorial.

AMERICA LATINA
Han habido por lo menos dos guerras que, en la década de los 40, estuvieron relacionadas con el petróleo: la guerra del Chaco, donde Paraguay perdió una porción del país con importantes yacimientos petroleros, y la guerra Ecuador -Perú.
En los 80, la guerra civil que azotó a Guatemala, se centró en el Ixcan, zona en donde al momento se exploran reservas petroleras, luego de que la población indígena fuera obligada a desplazarse.
El caso más reciente es el del Plan Colombia, que tiene, entre otros objetivos controlar la producción petrolera en ese país. El Plan Colombia se ha centrado en la región del Putumayo, donde si bien la producción petrolera no es muy importante, las nuevas licitaciones nos insinúan que las reservas podrían ser mayores que las conocidas. Dentro del Plan Colombia hay un importante fondo para protección del oleoducto   en Caño limón.

Con el Plan Colombia, Estados Unidos estaría controlando la producción petrolera de los cinco países Andino-Amazónicos, todos productores de petróleo y gas.
No es gratuito que siendo candidato a la presidencia de los EEUU el hoy genocida George Bush mirase esta región y advirtiera que "muchas democracias están en peligro", refiriéndose a Colombia, Venezuela, Ecuador y Perú. Entonces creíamos que advertía de un peligro. Hoy nos damos cuenta que el peligro es él y la tenencia de gas o petróleo en nuestros territorios.
El conflicto de Chiapas, en México no deja de tener un hilo directo con la voracidad de los EEUU para que se perforen los pozos petroleros de esa región, que parecen ser de una gran riqueza.

ASIA
La situación no es distinta. Mientras Estados Unidos lideraba una guerra contra el pueblo de Vietnam, la empresa Mobil hacía prospección off-shore en lo que ellos llamaban "Vietnam del Sur". En las década de los 90, Mobil ganó una licencia de exploración de los mismos campos en los que estuviera tres décadas antes Blue Dragon (a 280 Km del Delta del Mekong), pero lo abandonó por no encontrar reservas comerciales.

La ocupación colonialista de Indonesia en Timor Oriental, apoyada por Estados Unidos y Australia, fue en parte debido a la presencia de importantes reservas hidrocarburíferas en el Mar de Timor, así como la disputa sobre la Islas Spratley, unos islotes con reservas petroleras sobre las que reclaman derechos China, Vietnam, las Filipinas, Indonesia, Malasia y Brunei.

EL CASPIO Y EUROPA CENTRAL

El nuevo conflicto en Asia Central (Afganistán) está relacionado con control del transporte de los abundantes recursos petroleros de la región, tanto del Caspio como del Golfo Pérsico.

El cruce de oleoductos por Afganistán para sacar los hidrocarburos de Asia Central a los mercados occidentales, significa una alternativa más barata con respecto a otras rutas, pero el problema ha sido la presencia del Talibán, que aunque subió al poder apoyado por la CIA cuando lideró una guerra, en contra del Gobierno pro-soviético, hoy son enemigos.

Se cree que Afganistán podría tener reservas importantes. En su época la URSS calculó que ese país podría tener reservas de gas natural de alrededor de 5 trillones de pies cúbicos.

La importancia de la zona reside en que EE UU considera que el crudo del Caspio puede balancear el liderazgo que tienen los países de la OPEP en la fijación de los precios del crudo. Este papel jugó antes el Mar del Norte, pero sus reservas son muy inferiores a las del Caspio, y EE UU considera que es más fácil controlar la producción en el Caspio, por la debilidad institucional de estos países.

En Grozny, Chechenia, también se ha sostenido otra guerra. La importancia que tiene para EE UU y Europa romper la hegemonía rusa en el transporte de crudo en la zona del Caspio, por lo que el control sobre Chechenia es vital. Aunque las reservas no son tan importantes, esta zona es crucial para el paso del oleoducto que trae crudo del Mar Caspio. El paso del oleoducto por territorio ruso permite a este país mantener el control sobre el transporte de energía, sobre sus precios y lo que utiliza como mecanismo de control político sobre los países vecinos.

En la ex-Yugoslavia igualmente los conflictos tienen que ver con el control del transporte de crudo desde los yacimientos en el Medio Oriente y el Caspio hasta el mediterráneo.

Azerbaiján, Kazajstán, Turkmenistán y Uzbekistán juntas tienen 115 mil millones de barriles de reservas probadas de crudo y 11 trillones de m3 de gas. Hasta ahora, Rusia ha mantenido la hegemonía en el transporte de crudo en la región, la misma que quiere ser arrebatada por Estados Unidos.

Un oleoducto que salga desde Turkmenistán, atraviese por Afganistan y salga por Pakistan, sería la vía más corta. UNOCAL estuvo negociando esta ruta con los Taliban, hasta la ruptura del gobierno de los Estados Unidos con ellos. Ahora, después de la guerra, se han reiniciado estas negociaciones, esta vez con fondos comprometidos por el Banco Mundial.
La nueva guerra en Irak, sostenida bajo el argumento de unas armas de destrucción masiva que nunca se encontraron, tuvo como objetivo el control y producción de los 112 millones de reservas petroleras de ese país. Aun no se han contabilizado las muertes y los costos de la guerra.”

Venezuela, es el país con la mayor reserva de petróleo del planeta con una cantidad de 298.350 millones de barriles, muy por encima de Arabia Saudita, Canadá e Irán, razón ésta más que suficiente para que los EEUU pose su mirada sobre estos inventarios y sea capaz de colocarle al país un rótulo de “amenaza inusual y extraordinaria”, con lo que abona el terreno para una eventual incursión militar en su territorio, lo que le proporcionaría petróleo barato y a sólo unas pocas millas náuticas de distancia de la nación del Tío Sam. 

Libia vivió su hora menguada, al ser declarado objetivo militar la cabeza de su Presidente Muamar Gaddafi, otrora amigo de países de la OTAN y financista de algunos de los presidentes de estos países, pero que después ayudarían a su derrocamiento. De Libia desaparecerían, a la caída de Kaddafi, las reservas de ese país africano, las cuales se montaban sobre los 200 mil millones de dólares, del mismo modo en que desapareció todo su esplendor una vez que los contratistas norteamericanos pisaron insolentemente esa tierra y se hicieron cargo de los botines de guerra representados en grandes yacimientos de petróleo.

Miles como él han corrido la misma suerte!

Por su parte, Siria, país que vive desde hace cuatro años una guerra civil, pero en la que participan activamente países de la OTAN encabezados por EEUU, bajo la manida razón de luchar contra el terrorismo de grupos radicales como el denominado Estado Islámico, ha visto disminuir su población en más de 200 mil seres humanos que han caído como consecuencia de la guerra y que ha desatado uno de los dramas humanitarios más grandes después de la 2da Guerra Mundial, como lo es el drama de grandes masas humanas de desplazados que se dirigen en busca de refugio en Europa y que muchos de ellos han perecidos ahogados en el Mediterráneo al zozobrar las embarcaciones repletas de refugiados, cuando no ha sido porque han sido impedidos de desembarcar en las playas de ciertos países con lo que han sido condenados a morir en el mar. El obstinado interés en el derrocamiento de Bashar El Assad no es otro que la pretensión de hacerse con el petróleo de la región y asegurar la ruta de los hidrocarburos hacia Europa.

Aún faltan muchos más ejemplos de las guerras del petróleo; pero lo que sí es seguro es que todos estos países han tenido desde hace años su tercera guerra mundial particular, siempre en combate con los EEUU, quienes se adueñan del petróleo de los países para sostener ese american way of life que es el que permite mantener a su población absorbida en una inacabable carrera por la producción, que garantice que la otra parte tanto de su población como la del mismo planeta, viva enceguecida con el neón del consumo por el consumo mismo, en una suerte de alienación que permite la perpetuación del opio consumista y la idiotización de los consumeralcoholic (alcohólicos al consumo).

La desigualdad como consecuencia

La otra cara del espejo, la que raras veces se ve a menos que se le voltee a ex profeso, es la desigualdad creada por un sistema que enfatiza el consumo como premisa de vida, en la que la acumulación de riquezas materiales y la subordinación de la vida por el capital, constituye el único fin posible y donde la búsqueda frenética de tal propósito se vende como el norte y justificación de la existencia humana. Un sistema como ese, en el que inescrupulosamente se marcha a la conquista incesante de bienes a cualquier costa, es un sistema que produce las máximas inequidades posibles. De allí que valga la pena mencionar algunas de ellas, a fin de mejorar nuestro conocimiento del momento que vive la humanidad.
Según los datos divulgados hoy por la organización humanitaria Oxfam*:



La peor cara de la pobreza
1.- Cerca de la mitad de la riqueza mundial está en manos del uno por ciento de la población, que posee en conjunto unos 110 billones de dólares (81 billones de euros).

2.- La riqueza mundial está dividida en dos: casi la mitad está en manos del  1% más rico de la población, y la otra mitad se reparte entre el 99% restante.

3.- La concentración del 46 por ciento de la riqueza en manos de una minoría supone un nivel de desigualdad "sin precedentes", que amenaza con "perpetuar las diferencias entre ricos y pobres hasta hacerlas irreversibles".

4.- La mitad más pobre de la población mundial posee la misma riqueza que las 85 personas más ricas del mundo. 

5.- Además que hay 18,5 billones de dólares (13,6 billones de euros) no registrados y en terceros países de baja tributación, por lo que en realidad la concentración de riqueza es mucho mayor.

6.- 210 personas se incorporaron el año pasado al club de los multimillonarios cuya fortuna supera los mil millones de dólares, formado por 1.426 personas que concentran una riqueza de 5,4 billones de dólares (casi 4 billones de euros).

7.- En Estados Unidos, el 1% más rico de la población ha acaparado el 95% del crecimiento económico posterior a la crisis financiera entre 2009 y 2011, mientras que el 90% con menos recursos se ha empobrecido en este período.

8.- Las 10 personas más ricas de Europa supera el coste total de las medidas de estímulo aplicadas en la Unión Europea entre 2008 y  2010 (217.000 millones de euros frente a 200.000 millones de euros)  nos da una idea de la magnitud de la concentración de la riqueza.

9.- Las medidas de austeridad aumentaron la brecha de desigualdad en Europa, donde la fortuna de las diez personas más ricas supera el coste total de las medidas de estímulo aplicadas en la Unión Europea entre 2008 y 2010.

10.- En la última década el número de multimillonarios en la India ha pasado de menos de 6 a 61, de modo que en un país donde viven 1.200 millones de personas, sólo unas decenas de ellas poseen en conjunto una riqueza de aproximadamente 250.000 millones de dólares.

11.- Un estudio estima, de forma conservadora, que la cantidad de dinero en países de baja tributación asciende a 18,5 billones de dólares, cuando por ejemplo el PIB de Estados Unidos, el país más rico del mundo, es de 15,8 billones de dólares.

12.- Según Credit Suisse, el 10% de la población mundial posee el 86% de los recursos del planeta, mientras que el 70% más pobre (más de 3.000 millones de adultos) sólo cuenta con el 3%. 

13.- Al día de hoy una de cada nueve personas carece de alimentos suficientes para comer y más de mil millones de personas aún viven con menos de 1,25 dólares al día.

El planeta Tierra se resiente

Esta incesante carrera por el consumo, en los términos impuestos por Occidente, ha tenido serias consecuencias en la madre Tierra, observables cambios tan drásticos que, de no tomarse los correctivos, en breve la especie humana, misma que produce las grandes afectaciones al planeta, se verá seriamente amenazada y su subsistencia quedará a expensas de uno o varios milagros.

Nacimiento de nuevos desiertos
 Así, los efectos del llamado Cambio climático o cambios que se observan desde casi cualquier región de la Tierra los podemos resumir en los siguientes puntos:

El Panel Intergubernamental sobre el cambio climático (IPCC, siglas en inglés) lo dejó claro en el segundo documento sobre impactos, adaptación y vulnerabilidad, presentado en el mes de abril en Bruselas: "El cambio climático afecta ya a millones de personas, ecosistemas y especies en todo el mundo", pero si no se hace nada al respecto "provocará mayores impactos y más severos".

. Estos son los efectos, por sectores, a los que nos enfrentamos:
 
Deshielo de los polos
 1.- Aumento de temperaturas: Greenpeace advierte que la temperatura media de la superficie terrestre ya ha subido más de 0,74ºC en los últimos 100 años. En Europa este aumento es de 0,95ºC y en España se ha incrementado en 1,5ºC en las tres últimas décadas. Las previsiones más desfavorables apuntan que entre el año 2070 y 2100 las temperaturas subirán hasta 7 grados en verano y 4 en invierno.

2.- Deshielo: Según el IPCC la extensión de la nieve ha disminuido en torno a un 10% en el hemisferio norte desde los años 60. Advierte que los glaciares y casquetes polares continuarán retrocediendo a lo largo de este siglo. De hecho 8 de cada 9 glaciares europeos está en retroceso. Desde 1894 hasta el 2000, se aprecia una pérdida de casi un 85% de la superficie glaciar de los Pirineos. 

3.- Subida del nivel de mar: El calentamiento global y la consecuente pérdida de masa de glaciares y casquetes polares ocasionará un aumento del nivel marítimo de 15 a 95 centímetros para el año 2100. En España este será uno de los principales problemas derivados del cambio climático en las zonas costeras. Esto causará pérdidas de un número importante de playas, sobre todo en el Cantábrico y buena parte de las zonas bajas costeras se inundarán - deltas del Ebro, Llobregat, Manga del Mar Menor, y costa de Doñana.

4.- Sequías: El cambio climático provoca que haya periodos de sequía más extensos debido a que está aumentando la presión sobre el agua al modificar los patrones de lluvias, los flujos de los ríos, los niveles de los lagos, y el agua del suelo. En algunos lugares las fuentes de agua se han secado. España es el país más árido de Europa. Según la ONU, un tercio de su superficie sufre una tasa muy elevada de desertización y un 6% ya se ha degradado de forma irreversible.

5.- Fenómenos meteorológicos extremos: Las previsiones hablan de un aumento de la frecuencia y severidad de fenómenos como sequías, inundaciones, olas de calor, avalanchas y huracanes. Pero disminuirán aquellos relacionados con el frío intenso.

6.-Pérdidas económicas: Se prevé que aumenten los costes socioeconómicos por los daños ocasionados por inundaciones, seguías, incendios forestales... Algo que en ya se ha observado tras catástrofes como el huracán Katrina en Nueva Orleans (EE UU). El informe del IPCC matiza que los países menos desarrollados son los más vulnerables a los impactos del cambio climático. A escala global, se calcula que las pérdidas económicas asociadas a desastres naturales han pasado de 131.000 millones de dólares en la década 1970-1980 a 629.000 millones de dólares en los años 1990.

7.-Emigración: El aumento de la erosión y las inundaciones provocarán que millones de personas que vivan cerca de la costa o en regiones menos desarrolladas con baja capacidad de adaptación a situaciones extremas se vean obligadas a cambiar de hogar. De hecho ya se habla de "refugiados" por el cambio climático. En 2050 podrían llegar a 150 millones de personas, según datos de Greenpeace.

8.- Extinción de especies: Se estima que entre el 15 y el 37% de las especies del planeta se van a extinguir. Lo que favorecerá el aumento de la expansión de especies invasoras y plagas. Entre los ecosistemas naturales en riesgo por su especial vulnerabilidad se incluyen los glaciares, los arrecifes coralinos y atolones, los manglares, los bosques tropicales y boreales, los ecosistemas polares y alpinos y, las zonas húmedas y praderas.

9.- Pérdida de recursos: El calentamiento global provocará una gran reducción de la producción de alimentos y dificultará su abastecimiento en muchas regiones del mundo, como en África. Sequías e inundaciones afectarán a cosechas, animales y ecosistemas enteros.

10.- Enfermedades: Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el PNUMA y la Organización Meteorológica Mundial (OMM), cada año mueren 150.000 personas debido al cambio climático, sobretodo debido a la propagación de epidemias. El IPCC alerta de un aumento y extensión de las enfermedades infecciosas. En España cabe esperar un aumento en la mortalidad causada por las olas de calor, que se apuntan como más frecuentes en intensidad y duración en los próximos años.

Ver más en: 
http://www.20minutos.es/noticia/305988/0/efectos/cambio/climatico/#xtor=AD-15&xts=467263


Naciones Unidas da un paso al frente

Por último, la Organización de Naciones Unidas (ONU), en su más reciente Asamblea General del mes de Octubre de 2015, vista la gravedad de la situación en el planeta, ha enunciado los Nuevos Objetivos del Milenio 2015-2030, como un llamado a emprender urgentemente una serie de medidas que detengan el salto al vacío que representaría continuar con los hábitos de consumo que el mundo lleva en una alocada carrera. Los siguientes son los 17 objetivos en este sentido:

1.     Erradicar la pobreza en todas sus formas en todo el mundo.

2.     Poner fin al hambre, conseguir la seguridad alimentaria y una mejor nutrición, y promover la agricultura sostenible.

3.     Garantizar una vida saludable y promover el bienestar para todos para todas las edades.

4.     Garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa, y promover las oportunidades de aprendizaje permanente para todos.

5.     Alcanzar la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas.

6.     Garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos.

7.     Asegurar el acceso a energías asequibles, fiables, sostenibles y modernas para todos.

8.     Fomentar el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo, y el trabajo decente para todos.

9.     Desarrollar infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible, y fomentar la innovación.

10.    Reducir las desigualdades entre países y dentro de ellos.

11. Conseguir que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.

12.   Garantizar las pautas de consumo y de producción sostenibles.

13. Tomar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos (tomando nota de los acuerdos adoptados en el foro de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático).

14.  Conservar y utilizar de forma sostenible los océanos, mares y recursos marinos para lograr el desarrollo sostenible.

15. Proteger, restaurar y promover la utilización sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar de manera sostenible los bosques, combatir la desertificación y detener y revertir la degradación de la tierra, y frenar la pérdida de diversidad biológica.

16. Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar acceso a la justicia para todos y crear instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles.
  1. Fortalecer los medios de ejecución y reavivar la alianza mundial para el desarrollo sostenible. 
http://es.blastingnews.com/internacionales/2015/09/onu-los-nuevos-17-objetivos-desarrollo-sostenible-2015-2030-00573937.html


A manera de conclusión:

Sin duda alguna que la sobre explotación de los recursos naturales del planeta y su apropiación por parte de los grandes centros de poder, para mantener a la humanidad alienada en una espiral interminable de producción-consumo-consumo-producción, es la responsable de todos los males que hemos enumerado en este trabajo, haciéndose indispensable el cambio en los patrones de consumo y la desmaterialización de la vida, para evitar la desaparición paulatina de la vida en el planeta. En una palabra: hay que cambiar el sistema, el Capitalista, para acceder a una vida digna a través del vivir viviendo o  suma qamaña en Aymara.