o el correo filtrado del cura Urosa Sabino
Lo que le ocurrió al Arzobispo Urosa Sabino no debe asombrar a nadie, ya
que este tipo de situaciones son comunes tanto en el mundo de la
tecnología de las comunicaciones, como en
el mundo de la Iglesia
desde tiempos inmemoriales.
Son numerosas las historias de infidencias
descubiertas producto de errores cometidos por las personas al enviar, por desliz,
correos o mensajes de texto a personas que, en condiciones normales, deberían
ser las últimas en enterarse, si es que debieran algún día.
En ese orden, un amigo profesor que mantenía un bonito
romance con una estudiante se enteró por adelantado que la muchacha le cortado la relación y que además tenía un determinado interés en su persona, cuando recibió un
mensaje de la susodicha en el que decía “hola ami. Cómo sigues? Acabo de hablar con Guicho. Está tristísimo ya
que yo le terminé. Ahora tendré que jalarle un kmión de bolas para pasar la
materia”. Hasta ese
día llegaron las playboyserías de
Güicho y sus intenciones de ensalzarse
en un prolongado idilio juvenil.
Lo que le pasó a una amiga también le costó una amarga
decepción. Ella se encontraba chateando con quien hasta ese momento era
una de sus mejores amigas, sólo que aquella al mismo tiempo que chateaba con
ella, tenía abiertas otras ventanas en las que hacía lo mismo con otras personas.
Producto de esa intrincada red de conversaciones, a su amiga se le traspapeló
la cosa y le envió un mensaje que era para otra de las contactos con las que
hablaba. Le dijo algo así como “Ay gordi, si vieras la foto que tiene Patricia en el Messenger!! Dios
mío, parece un transformista”.
Por todas estas razones y otras que desconocemos fue
por lo que George Clooney dijo que él prefería que le hicieran un tacto
prostático en vivo, directo, vía satélite, antes que tener una página de
facebook.
Entonces, que se confunda de destinatario el cura
Urosa y envíe el correo a manos detractoras no tiene nada de raro, como tampoco
tiene algo de raro el contenido del mencionado correo, porque una de las
funciones de la Iglesia
ha sido siempre ejercer un control social sobre la población, a través de
los distintos medios de los cuales dispone. Con decirles que en una oportunidad, la Iglesia amenazó a
nuestros aborígenes con que Dios le quitaría la luz al Sol si se resistían al
dominio del conquistador, día ese en el que, justamente, sabía que se produciría
un eclipse del Astro Rey.
De tal manera que no debe haber nada extraño cuando Urosa dice en el correo filtrado “la educación debe ser igual pero separada (…) Los hijos
de familias pudientes llamados a ir a las universidades y, más tarde, tomar las
riendas de empresas, negocios, ejercer las profesiones libres y ocupar los
cargos más altos de la administración pública, deben ser educados para alcanzar
estos fines (…) Los niños que, por su origen socio-económico tienen
desventajas, deben ser educados en el respeto a la autoridad, en la diligencia,
en la modestia y sobre todo en el mensaje cristiano del amor”, es decir en la sumisión, añado yo.
Más adelante,
nuestro enviado de Dios, enfatiza el papel de la Iglesia Católica en este
sentido, cuando expresa que la misma “debe oponerse a todo intento de homogeneizar la
educación básica, porque esto nos llevará al caos y a las guerras entre
hermanos”, para luego redondear la faena con una conclusión de
antología “con una
educación talla única (sic) lo que crearemos es una nación de envidiosos y
conformistas”.
Claro, con lo que Monseñor no está de acuerdo es que
los pobres se conformen con ser igual o mejores a los niños bien, porque se
desataría la envidia de éstos hacia aquellos y un niño rico envidioso es un
peligro para la convivencia social, o sea ….
Si ustedes creen que este comportamiento no tiene un
Marco Referencial, esperen a que lean lo que es parte de un documento atribuído
a un grupo de reflexión encabezado por Henry Kissinger, archifamoso
secretario de Estado de la administración Nixon, “la calidad de la educación dada a las clases
inferiores debe ser de la más pobre, de manera que la brecha de la ignorancia que
aísla las clases inferiores de las superiores sea y permanezca incomprensible
para las clases inferiores. Con tal discapacidad los mejores elementos de las
clases inferiores tienen pocas esperanzas de extirparse del lote que les ha
sido asignado en la vida. Esta forma de esclavitud es esencial para mantener un
cierto nivel de orden social paz y
tranquilidad para las clases superiores dirigencial” (subrayado mío). ¿Les parece aleatorio lo anterior y lo expresado por Urosa?
Si por algún descuido el sistema educativo no llegara a
servir para cumplir con los propósitos inconfesables de nuestros preocupados futuristas y se diera el caso que
en esta razzia se colearan pobres diablos
que aprendieron a pensar, a reflexionar, a discutir, a debatir, a cuestionar y a no obedecer a la autoridad mansamente, la dupla Henry Kissinger-David Rockefeller ha adelantado el
destino de esta gente, al proponer que para el 2050 sean eliminados la cantidad
de 4 mil millones de estómagos inservibles, que es como ellos cariñosa y
afectivamente llaman a los que no matricularán para el Nuevo Orden Global. ¿Qué
tal?
Y nosotros pensando que nuestro Arzobispo era el demonio de Tazmania,
cuando en realidad es solo un boy scout en
un viaje de exploración hacia un desconocido nuevo orden mundial; aunque de
haberlo Sabino, el cura Urosa no hubiera
escrito ni enviado el problemático mensaje, para evitarse todos los yo
pecador que habrá tenido que rezar al verse desnudo ante la feligresía,
¡¡ave maríaaaaaaaa!!
22/09/2009