lunes, 5 de septiembre de 2016

Una mentada de madre en vivo y directo

A Ramos Allup le dieron de su propia medicina 


Es posible que en Venezuela nadie sepa quién fue la primera persona  a la que le mentaron la madre; pero de lo que sí estoy absolutamente convencido es que a esta hora del 04/09/2016, a nadie en el país le queda duda de a quién fue al último que se la mentaron.

No sé si la historiografía escatológica de Venezuela tenga conciencia del origen de este insulto en el país, tal vez porque en cada región existen las expresiones de insulto muy típicas de cada localidad. Sin embargo no debería tener objeción la afirmación de que el coño e tu madre es la madre de los insultos de esta región. Más allá de esta mentada lo que vienen son sus consecuencias, desagradables por cierto, tanto para quien la infiere como para el inferido.

 Recuerdo que en los tiempos de antes, cada pelea en la escuela o en el barrio, venía precedida de un el coño e tu madre o si se quería que el énfasis fuera aún mayor, de un el coñísimo de tu madre. Aunque la expresión superlativa  adquiría mayor sonoridad, el efecto continuaba siendo el mismo del original.

Me imagino que el antecedente más conocido de la mentada de madre se encuentra en aquellas peleas que se producían cuando a algún zagaletón se le ocurría la idea de incentivar la piña colocando dos palitos en el suelo y diciendo “esta es tu mamá y esta es la tuya”. Y bueno la coñaza comenzaba cuando alguien le daba una patada al palito que representaba la mamá del otro. Podríamos decir que este acto era una mentada de madre teatralizada.

Las mismas mamás se encargaban de prepararlo a uno ante esos muy posibles escenarios de guerra. La mamá de Orlando, un vecino del pueblo en que nací, le decía a éste que si le mentaban la madre contestara simplemente “el coño e la tuya”. Con esto se devolvía la ofensa y quedaban en paz. La de Jesuíto en cambio le compuso una estrofa como respuesta:
la tuya /
que fue a Caracas/
y cambió la cuca/
por una maraca.

Tal parece que tanto el coño como la cuca hacen referencia al órgano sexual femenino, de la madre en este caso, lo que aunado a los prejuicios de la época, su sola mención hacía encender de rabia al más frío de los mortales, dado que la mentada de madre lo que persigue es proferir la más grande de las ofensas. Así lo expresa contemporáneamente Carlos Vives en “La Gota Fría”:

Morales mienta mi mama
Solamente pa` ofender
Para que él también se ofenda
Ahora le miento la de él

Ahora bien, desde que el ilustre escritor venezolano Arturo Uslar Pietri utilizara en una entrevista de TV la palabra pendejo, por allá por 1989, se dio inicio a una etapa de liberalización del lenguaje estercóreo del venezolano, siendo los políticos quienes se aprovecharían en primera instancia del dislate del laureado escritor.

Así que cuatro años más tarde, Felipe Mujica, secretario general del partido político MAS, inauguraría en TV las mentadas de madre, esta vez a un Presidente de la República, como era Chávez. Pasarían varios días de incertidumbre, ya que si al astrólogo José Bernardo Gómez lo metieron preso en el ´96 sólo por predecir la muerte del Pdte., Caldera (“vuela, Satanás, yo digo lo que veo”), no tendría extrañeza que ante una ofensa de tal magnitud actuara la justicia con todo rigor. Pero qué va, ni en ese ni en otros casos actuó, lo que ocasionaría una disentería de declaraciones groseras contra altos magistrados sin que fuera aplicado aquel tristemente conocido código de vilipendio.

Mientras tanto, a la sombra de este destape del lenguaje soez, se encontraba un personaje de la picarezca política nacional, acumulando palabras en su diccionario particular de insultos predilectos. Al principio nos deleitaba con palabras rebuscadas, extraídas del corazón mismo del gordito Larousse, como aquellas con las que definía a sus enemigos del Partido Primero Justicia como “mariposones, lechuguinos y petimetres”. Pero en la medida que le eran reídas las gracias, éstas iban tomando coloradas tonalidades.

Así, de las risas pasamos al asombro, ya que cada vez   iba incorporando más y más adjetivos des-calificativos a su enciclopedia particular, dirigidos directamente a personas de la vida pública y representantes de los Poderes del Estado. Sus blancos favoritos han sido las Rectoras del CNE, el Alto Mando Militar, las magistradas del TSJ, los ministros y hasta el mismísimo Presidente de la República.  He aquí apenas un dossier de los insultos del personaje de marras, Henry Ramos Allup:

Cuclufleta, muérgano, desgraciados, malvivientes, delincuentes, malandros, malandras, ladrones, drogadictos, narcotraficantes, fanfarrón, zánganos y zánganas, vividores, chulos internacionales, plasta de mierda (dirigido al Pdte., Maduro) cloacas, pajúos,  jalabolas ….

Y, por supuesto,  el insulto más esperado por todos: los coños de madre. Coño de madre para Chávez y para otros tantos funcionarios.

De esta manera, echarle una mentada de madre a alguien parecía un ejercicio más del uso de neologismos socialmente aceptados y popularizados por el uso frecuente y hasta jocoso con que es consumido. Pero para lo que nadie estaba preparado y menos nuestro prestigioso agraviante, es que el retruque a toda la sarta de insultos que había proferido, viniera del representante de la máxima magistratura nacional, persona ésta a la que le indilgara epítetos como colombiano, masburro, plasta e mierda, autobusero, etc.

Menos preparada aún estaba la nación para escuchar en una cuasi cadena nacional de Radio y TV, aquella expresión que agarró desprevenido a propios y extraños: “sí, sé que es un viejito, pero es un viejito coño e madre”. Tres años y medio de aguante habían llegado a su fin con esta inesperada reflexión ante la presencia de millones de telespectadores, no siendo pocos los que justificarían el desahogo con el manido refrán “la salsa que es buena para el pavo, es buena para la pava”.

Sin embargo la justificación y/o aprobación definitiva de la respuesta terapéutica que le dio el Pdte Nicolás Maduro a Henry Ramos Allup, hasta ahora dueño de los más grandilocuentes insultos, no vino sino tres días después, cuando millones de personas posicionaron una etiqueta jamás pensada en los años que tiene de vigencia el tweeter. Así que el día 4S el mundo comprendió el masivo apoyo a la respuesta de Maduro, al conocer el hastag:

#RamosAllupCoñoEMadre

Por eso, nunca una mentada de madre había tenido tanta resonanci
a como cuando millones de seres en el mundo se la mentaron a Henry Ramos Allup, el Fabricador de Insultos!