Crónicas de la
Biografía
El 30 de Noviembre del
´73 pudo ser la fecha que marcara el inicio de una nueva vida para el joven
Dante, quien desde muy temprano se caracterizó por ser un excelente
planificador de sus intervenciones comunicacionales, tanto en el plano
sentimental, como en cualquier otro.
Aunque éramos apenas un
grupito de mozalbetes, cada uno tenía una personalidad claramente definida e
identificable por cualquier extraño al grupo. Destacaba entre ellos Dante,
quien no obstante su corta edad, tenía muchos recuerdos de su pasado, lo que lo
había hecho madurar en algunos ámbitos de su vida.
Un zaguán: testigo mudo del disfrute de los adolescentes |
Y ese 30 de Noviembre
decidió Dante que sería el día en que declarara su oculto y bien guardado amor
por Beatriz, bella damisela que nos acompañaba desde el primer año y por quien
Dante guardaba un amor infinito, pero que, por cosas propias de la adolescencia
personal de cada quien, nunca encontró ese momento adecuado, el momento! para
decírselo. De modo que ese último día, sería la oportunidad postrera que tenía
nuestro hermano Dante por manifestarle a Beatriz su más hondo, muy hondo,
sentimiento de amor y de entrega. Por ello, bien valdría la pena extremar la
planificación de ese sublime instante.
Así, lo primero que haría
sería ponerse a trabajar en esos meses previos, para poder comprarse la percha
(era la palabra del momento) con la que dejaría a Beatriz obnubilada y así
tener una primera grata impresión a su favor. Además era mucho cuento dar la
apariencia de ser un hombre solvente y de buena posición económica, a pesar de
vivir en la Sabana del Blanco, o sea.
Lo segundo que haría
nuestro joven cupido, pero ya esto lo dejaría para el día anterior al Día D,
sería comenzar a embellecerse físicamente, lo cual lograría a través de un buen
corte de cabello, un manicure (solo por ser esa la ocasión de su vida había que
abdicar a las enseñanzas machistas de la época) y por último una limpieza de
cutis que borrara cualquier vestigio del acné juvenil. Así lo planificó y así
lo haría posteriormente.
Por último, lo tercero,
pero que en realidad era lo más
importante, consistía en diseñar la estrategia de abordaje, penetración y
estocada final que le garantizara salir airoso en tan anhelado desafío. Hecho
esto, lo demás sería repasar el plan una, otra y otra vez; practicarlo con los
amigos; volver a repetirlo una vez más, repetirlo en voz alta porque así “las cosas se fijan más fácilmente”.
Casi con 99% de
exactitud, la estrategia se
desarrollaría de la siguiente manera, en la voz del propio Dante:
“Yo la voy a saludar
con la amabilidad de siempre. Luego la voy a separar del grupo diciéndole:
-Qué te parece si nos
tomamos un refresco? Acuérdate que es una chama zanahoria que con toda
seguridad no bebe licor.
Ella me va a decir:
-Cómo no, Dante, con
mucho gusto!
Una vez allí le voy a
decir que tenía mucho tiempo con ganas de decirle algo.
Y ella me va a
responder:
-Qué bueno, Dante, me
encantará escuchar lo que me quieres decir, tal vez sea lo mismo que yo he
querido decirte.
Luego le voy a decir
“te voy abrir mis sentimientos, así que
te hablaré con el corazón en la mano”.
Y ella me dirá:
-Qué lindo, Dante, jamás
me habían hablado de modo tan hermoso como tú lo haces! Sigue, Dante, que estoy
ansiosa por escucharte!
Así las cosas el plan
se desarrollaría en un interminable diálogo imaginario, con respuestas
intercaladas que permitirían darle fluidez a la estrategia, para finalizar, al
fin! con un baile en el que sonaría de fondo Roberta Flack y
su ópera prima “Killing Me Softly
with His Song”, marco ideal para sellar con un beso la larga y
angustiante espera.
Con la puesta a punto
del plan llegaría aquel Viernes 30 de Noviembre de 1973, día en el que se
celebraba la Fiesta de Graduación de la Promoción 1968-1973, en el Club de Suboficiales de las FFAA, en el
sur-este de Caracas. Allí llegamos cerca de las 10 pm con toda la expectativa
puesta en el encuentro que tendrían Dante y Beatriz.
En realidad el
encuentro no fue tal, ya que aún cuando vimos a Dante desarrollar la primera
parte de la estrategia, al lograr una conversación a solas, la misma tuvo una
duración efímera, ya que al rato Dante se incorporaría al grupo de sus amigos
con el que pasaría el resto de la noche, pero sin atreverse a contarnos lo que
le había ocurrido.
Sólo cuando veníamos a
pie por la autopista Valle-Coche, a falta de un autobús que nos devolviera para
La Pastora, fue que Dante se atrevió a contarnos lo acontecido.
-Nada, vale, que la
invité, tal era mi plan, a tomarse un refresquito.
-Y qué pasó luego,
inquiríamos intrigados todos al unísono.
-Nada que la tipa me
respondió:
-Que va, chico, yo
quiero un whisky!
-Y entonces, que pasó
luego, preguntábamos curiosos.
- Un coño, que yo no
esperaba esa respuesta y entonces de ahí pa ´llá se me olvidó todo lo que había
preparado y no pude decirle un coño e la madre más!
A continuación vinieron
30 kilómetros de risas, burlas, lágrimas, puños y patadas, hasta llegar cerca
del amanecer a la Plaza Páez de El Paraíso, en busca del San Ruperto que nos
devolviera ebrios de contentos y de tristeza a nuestros hogares del nor-oeste
capitalino.
Para la posteridad
queda el cuento sano de unos cuantos locos medianos, que hacían hasta de sus
desgracias un motivo para la chanza y la celebración, todos con una capacidad
inaudita para la superación de los eventos más calamitosos que se presentaban
siendo apenas unos teenagers.
“Dante y Beatriz se conocieron, según algunos, desde la niñez y,
según otros, en la adolescencia; como quiera que fuera, Dante se prendó de
"la gloriosa señora de sus pensamientos", de quien hizo la razón de
su existir. La sonrisa y el leve saludo que Beatriz le prodigaba a Dante cuando
casualmente se encontraban, bastaban para satisfacer el profundo amor que el
poeta le profesaba. Beatriz contrajo nupcias con un rico banquero y Dante buscó
consuelo en el maravilloso mundo de la poesía, dando rienda suelta a su
imaginación, produciendo nuevas rimas, todas ellas reflejando el amor que
sentía por su dama”.
*Nota: Aunque las situaciones son reales, los nombres fueron modificados para proteger la privacidad de los menores de edad involucrados en esta historia.