jueves, 12 de septiembre de 2019

Monólogo del Huevo


“Una de mis características resaltantes, creo yo, ha sido la discreción. Nadie me podría acusar de lo contrario, a pesar de tener suficientes méritos para alardear. Sin embargo he optado por este bajo perfil, tal vez facilitado por tener una vida completamente vivida en el interior. Tal vez sea por esto que mis grandes hazañas han pasado desapercibidas, a no ser que venga alguna persona muy agradecida y hasta sorprendida y suelte la sopa, como dicen hoy en día de la gente que le gusta darle a la lengua y que aunque ésta, la lengua, sea una de mis  aliadas, no le llega ni cerca a los logros que yo he tenido y que seguiré teniendo mientras la sociedad continúe siendo heterogámica.

Sin embargo esa propensión a la discreción está a punto de llegar a su fin, dado los constantes ataques a los que he estado sometido últimamente. Así que ya es hora de ir  llamando las cosas por su nombre.

En primer lugar yo, casi  en solitario, soy el responsable del desarrollo de la humanidad. Yo soy el gran proveedor de satisfacciones. Nadie como yo para ser buscado a la hora de las chiquitas y también de los chiquitos. A mi me relacionan con expresiones terminales de satisfacción. Yo he estado presente en papel protagónico en todos los “oh my god” que se pronuncian en los lechos conyugales. No ha habido ningún “yeah, yeah, yeah” en el que yo no haya estado presente. Como tampoco he faltado a cada “ay que me muero” de media noche en la hamaca.

Ah pero esos méritos no se reconocen, tal vez sea por mi expresión tristona de cuando no soy  requerido. Quizás mi expresión corporal coadyuve en esto, ya que cuando estoy fuera de la acción de mi trabajo natural, estoy generalmente viendo para abajo, recostado de dos almohadones que me han de  soportar.

A veces también pienso que porque al llegar al cénit  estallo en llanto  inundando el ambiente con mis espesas y blancas lágrimas y por la somnolencia posterior que provoca mi total recogimiento, pudiera esto ser visto como un signo de debilidad de mi parte.
Ah pero es muy injusto ser juzgado en mi tiempo de descanso, porque cada quien hace lo que le venga en gana en sus horas de relax.

Por qué no dicen lo mismo cuando estoy cumpliendo con mis incansables guardias? En ellas tengo que permanecer firme. Fuerte como un roble, templado como el acero y con la paciencia y sabiduría del santo Job para no finalizar el trabajo antes que las demás ….. ahh porque el mío es el único trabajo en el que si finalizas de primero es porque el trabajo quedó mal hecho, así que tienes que desarrollar suficiente  intuición para terminar la faena después que otras hayan finalizado la suya.

Con todo que el trabajo pareciera rutinario siempre tienes que estar innovando porque no es solamente estar firme ahí a la derecha, a la izquierda, arriba, pa´ bajo, pal centro, pa´ dentro y entrando y saliendo constantemente, no. Es que tienes que estar pendiente de cada detalle, porque en este trabajo la satisfacción del cliente debe estar garantizada, tantas veces como se requiera del servicio, porque si no hay satisfacción tienes que hacer nuevamente el trabajo tantas veces dure la insatisfacción.

Claro, un trabajo repetidamente mal realizado es causal inequívoca de despido; aunque si has logrado escalar en lealtades es probable que no seas despedido, sino que tengas que compartir responsabilidades con otro u otros operarios. Pero esto, definitivamente, da muy mal curriculum, tanto que a veces es preferible ser sustituido a pasar la pena de ser señalado en la calle como impotente, perdón, incompetente, porque es que así como a los buenos se les conoce por las referencias dadas por clientes, pues a los malos también se les conoce por lo mismo.

Ahora bien, en segundo término, en esta profesión abunda el mal agradecido, siendo no pocos los que andan por ahí utilizando mi nombre para mal ponerme ante la sociedad, de manera que esos pocos actos fallidos que he tenido, los ha aprovechado el enemigo para denostar de mi condición y hacer juicios que me perjudican.

De esta manera han intentado enlodar mi reputación a través de epítetos peyorativos alusivos a mi nombre.
En este sentido recae sobre algunos el término de “huevón”para referirse a alguien que se deja engatusar con cualquiera y no porque sea demasiado grande que es la condición deseada por nosotros los Huevos. Es más dicen que eso les pasa por andar “ahuevoniados” que es un estado de presente continuo que continuamente padecen los susodichos “huevones”.

Ya por último el enfrentamiento es de frente, dado que están obligando a la gente a no hacer uso de nuestros servicios hasta por 15 días continuos, argumentando que nos estamos dando mucha bomba, que nos estamos cotizando muy caro, que el alto precio que valemos no está en correspondencia con el servicio que prestamos, que mientras tanto podemos ser sustituidos –vaya usted a saber por quiénes- mientras dure la crisis y que si no nos usan en estos 15 días pronto seremos unosHuevos Podridos que solo podrán ser útiles para ser lanzados en manifestaciones. Es decir todo un #BoicotALosHuevos.

A nosotros no nos queda más remedio que comenzar una huelga al finalizar el período de los 15 días, para agudizar la situación y hacernos respetar definitivamente. Así que lo primero que vamos a hacer es una huelga de brazo caído, muy a riesgo que después nos llamen “huevos caídos”.

Finalmente vamos a congelarnos por un corto tiempo, a fin de ver si es más conveniente para todas pagar un buen precio por un Huevo Duro o solo poder contar con alguien a quien llamen  “huevo frío”…. o sea”.

El País de Comiquita es una creación de
Héctor AcostaMartínez