domingo, 16 de octubre de 2016

La sabrosona transculturización del último trimestre


En mis tiempos de estudiante, mis profesores nunca me dijeron que la transculturización, aunque mala, pudiera resultar sabrosona. Siempre se apoyaron en el aspecto perverso de la misma, soslayando ese lado tan festivo que en nuestra cultura Caribe es tan fácil de aceptar, hasta el punto de  encontrar hinchas que la defiendan y hasta la promuevan.

Hay alguien que pueda dudar que la Oktoberfest es mala, por el solo hecho de venir de tierras lejanas? No, lo malo de esa celebración es que llegó tarde a mi vida, ya que de dos jarras de la espumosa no puedo pasar, sin tener que rendirle cuentas a la gastritis eritematosa. 
Pero si Eddy Córdova o Carlos López o Pitongo me hubiesen hablado de las bondades de esa festividad,  Octubre hubiese sido un mes de plena celebración pagana; aunque hablando de pagar, seguramente serían otros los que pagarían las cervezas, ya que no obstante lo baratas que eran en los 70s, la beca de un estudiante no alcanzaba para excesos. 

Rumba transculturizada en El Hatillo
Sin embargo, siempre había algún ser misericordioso y solidario, quien con la franela más arriba del maruto, le gritara a uno “ven pa que te eches una”.  Es decir que a ausencia de transculturización, buenos fueron los gestos solidarios que se practicaron.

 Aunque a decir verdad, a pesar de no conocer el Oktoberfest, siempre estuvo a mano el Caravalfest, o la Semanasantafest, o el mismísimo Findesemanafest, que invariablemente se iniciaba cada 5 días de trabajo o estudio; aunque por un tiempo una nueva celebración surgiría en Maturín, producto de la iniciativa de Eddy Córdova al proponerse reconocer los méritos de sus amigos, naciendo de este modo el Juevesfest, o Donnerstagfest  o si lo prefiere Jeudifest ahora que habla francés.

Otra de las fiestas de las que nunca me hablaron, pero que, producto de la globalización que ha conllevado a la unicidad de gustos y patrones, hoy la tenemos entronizada en Venezuela, es la esperada y ya hasta familiar fiesta de Halloween.  . Cómo no se les ocurrió enseñarnos que ante el día de los Muertos que se celebra en Venezuela llorosamente en los cementerios, había  una fiesta de muertos y  brujas que se celebra en las discotecas, cervecerías y cualquier lugar ad hod,  en los que la gente se disfraza,  bebe sin parar y baila hasta que el cuerpo aguante?
En Plaza Altamira salen las brujas el 31/10

 En el momento que le recriminé a una sobrina la celebración de Halloween, me sentí doblemente ridículo cuando me respondió  "ah, no tío, yo no sé lo que significa, a mi o que me fascina es que es para bailar y pa gozá". 
Así que ... qué impacto puede tener esta transculturización tan sabrosa, si lo único que la gente hace es disfrazarse de bruja, loco o cualquier vaina que se le ocurra, vestirse de negro, alumbrarse con calabazas –qué calabaza un coño, con auyamas- y enyesarse en telas de araña?




Ah y caerse a palos hasta que salga el Sol, aunque para algunos la ingesta es de tal carácter que no vuelven a ver esa luz; pero eso sí, como en la conmemoración de los fieles difuntos, la parranda va a  parar, en algunos casos en los cementerios, cuando no en los mataderos, que pareciera lo mismo, pero nunca es igual. 


Este último trimestre del año es rico en transculturización, así que el cuarto  jueves del mes de Noviembre se hace presente la celebración de nuestro conocido Thanksgiven Day o Día de Acción de Gracias. Esa es una celebración muy propia de los gringos, pero que trasplantada en sus provincias adquiere connotaciones de celebración autóctona, porque si algo tiene el fenómeno de la transculturización es que nos hace sentir dueños de lo ajeno, en este caso los dueños originales no son se arrechan por eso, al contrario, les encanta ya que eso en algún momento pagará su rédito. 
"Puedes marchar en paz", le dice Obama al pavo lechoso!

El dia de Acción de Gracias comienza con el perdón de la vida de un pavo que le presentan al Pdte Obama, en este caso, para que lo espescueze. Ese acto de bondad es la oportunidad que tiene el Pdte para expresar su lado humano, suerte ésta con la que no corren libios, sirios, irakíes, palestinos, etc.

 Como quiera que sea, ya en Venezuela es común encontrar ese jueves gente por la calle deseándose  a happy thanksgiven day y celebrando, pavos de por medio, la anglosajona costumbre, la cual, en nuestro medio, se inicia con una misa especial que  celebran en nuestras transculturizadas iglesias; pero eso sí, a partir de ese momento es palo por ese hocico lo que viene.

Alegría, abundancia y tragos es lo que sobra el Thanksgiven Day!

Otra sabrosura de transculturización que me negaron mis ultrosos profesores!
Por último cierra Diciembre o el, ahora sí, criollísimo Bebiembre, y con él comienza el sufrimiento tanto para los perros que no encuentran donde meterse para que sus tímpanos puedan resistir los embates de los ruidosos fuegos artificiales, como por la interminable pelea porque al gordito bonachón que nos ha traído los regalos por décadas los 24,  no le cambien el nombre y con ello también el género. 
Ahora es Santa
  
Así que a nuestro tradicional San Nicolás le llegó también su dosis de transculturización, haciéndose costumbre cada vez más acendrada que a nuestro tradicional benefactor lo llamemos ahora Santa. Raro que en una sociedad tan machista aceptemos el cambio de sexo con facilidad, si no fuera porque en esta transformación también está presente, y muy presente, el elemento festivo materializado en el menesteroso alcohol en todas sus formas. 


Con Santa también se bebe parejo!





Hay quienes piensan que es la presencia de la festividad alcohólica la que ha impedido que nuestras protestas tengan resonancia, ya que hasta  los maestros mandan a los infantes tareas en las que deben representar a Santa. 

Como vemos, nos hemos paseado por un trimestre en el que la transculturización por ser tan sabrosona, no ha dejado huella, aparente, en nuestra idiosincracia criolla, tal vez porque hemos transitado por todas estas celebraciones con un candencioso y repetitivo hip hip hip..., es más!