martes, 15 de septiembre de 2015

De cómo El Libertador conoce de la traición de Santander


EL DIARIO DE BUCARAMANGA

6 DE MAYO DE 1.828


“La casa de campo a donde hemos acompañado a S.E. esta mañana, dista dos leguas de esta villa: en ella almorzamos y comimos. Sólo el general Soublette no fue al paseo por hallarse un poco indispuesto. Durante el día fuimos a cazar y S.E. se apartó de nosotros, quedando bastante distante y solo, m de hora y media; pero siempre nos mantuvimos a su vista, aunque él trataba de ocultarse de nosotros. Habiéndose vuelto a juntar, nos dijo: "Mucho me están ustedes cuidando, lo mismo que si tuvieran sospechas de algún complot contra mi persona. Díganme francamente, ¿les han escrito algo de Ocaña?" Viendo que nadie contestaba, el coronel Ferguson sacó una carta de O'Leary y la presentó a S.E., quien, después de haberla leído, dijo: "seguramente que todos ustedes tenían conocimiento de esta carta?" El mismo coronel Ferguson que la había mostrado a todos, contestó que sí, pero que todos guardaban secreto sobre su contenido. "Siendo así, continuó el Libertador, lean ustedes la que Briceño me ha dirigido: yo no quería mostrarla a nadie, ni hablar de ella; pero puesto que ustedes están instruidos del mismo negocio, impónganse de todos los pormenores que O'Leary no ha dado en la suya.

Leímos la carta del general Pedro Briceño Méndez, que en sustancia decía. Que un asistente de Santander había oído a éste hablar con Vargas Tejada, Azuero y Soto, del Libertador, lo que llamó su atención, y oyó muy distintamente que trataban de enviar a Bucaramanga a un oficial para asesinarlo; que el asistente, cuando oyó aquel infernal proyecto, estaba componiendo la cama de Santander, como a las nueve de la noche; que horrorizado con la premeditación de un crimen que debía quitar la vida al Libertador, a quien siempre había querido, fue al día siguiente a contar lo que había oído a una señora que sabía ser amiga del general Bolívar, lo que le ha comunicado una de las criadas de dicha señora con quien tenía relaciones. Que la señora, luego que estuvo impuesta, envió a buscar al general Briceño, a quien hizo la relación de lo ocurrido; que este general habló el mismo día con el asistente, quien le confirmó todo lo que había contado a la señora. El coronel O'Leary en su carta, decía solamente que estaba instruido de que un oficial debía ir desde Ocaña a Bucaramanga, enviado por Santander, con el proyecto de asesinar al Libertador; y que, por lo mismo, debía tenerse mucho cuidado con los que llegaran, y de no dejar solo a S.E. El Libertador, hablando sobre el mismo negocio, decía que aunque conocía la exaltación del general Santander y de sus compañeros, no podía creer que llegasen a formar tal proyecto; que su asistente habría oído mal, o quizás habría inventado el cuento, y que, finalmente, aunque fuera cierto, no les sería fácil encontrar quien se encargase de dicho proyecto, y que muy difícil sería aún la ejecución; que por todos aquellos motivos, poco cuidado le había dado el aviso de Briceño; que, sin embargo, hay ciertas reglas de prudencia de las que los insensatos sólo se apartan, y casos también, en que toda prudencia es inútil, porque nuestra buena o mala suerte o, si se quiere, el acaso solo, y  no nuestra previsión, nos salva o nos pierde”.