sábado, 7 de julio de 2018

Presidente, métale al loco!




(O lo que aconsejaría el Presidente Chávez)
                                                                  
En Enero de 2004 nos llegó a la Universidad de Guayana una invitación del Ministerio de Ciencia y Tecnología para un taller a realizarse el Sábado 24 del mismo mes en la sede del Ministerio en la esquina de El Chorro, ubicado en el centro de Caracas, en donde entre otras cosas, se efectuaría el 1er Encuentro del Grupo Trabuco, o lo que es lo mismo Grupo de Trabajadores Bolivarianos Unidos por el Conocimiento.


Eran momentos de búsqueda de soluciones urgente, en los que se puso muy en boga aquella máxima robinsoniana de “O inventamos o erramos”. Estaba aún caliente en la piel los sinsabores del golpe de Estado de Abril de 2002 y el país no se acababa de enrumbar por una senda de logros en lo económico y social, de tal manera que la ciencia y la tecnología presente en las universidades estaban siendo llamadas a dar su aporte.

Fue enviada por parte de nuestra universidad una representación de tres profesores, entre los que se encontraban los profesores Angel Alberto Berroterán, Juan José Romero y quien suscribe esta crónica.

Tempranito esa mañana nos conseguimos en la céntrica esquina capitalina en compañía de más de un centenar de invitados de todas las universidades del país. La profesora Yadira Córdova y el asesor del Ministerio, mi dilecto amigo Eddy Córdova Córcega nos dieron la bienvenida en la planta baja del edificio sede y quienes al notar la nutrida presencia de participantes se vieron en la necesidad de abortar tempranamente la sorpresa que nos tenían: que el Taller se realizaría nada más y nada menos que en el Palacio de Miraflores.

Así que, luego de un ligero desayuno tomado en las adyacencias del ministerio, marchamos sobre Miraflores al grito de, esta vez simpático, “vamos pa´Miraflores” el cual hacía recordar el momento aciago en que aquel contralmirante desde el Edificio de PDVSA Chuao, conminaba a una enardecida cual enceguecida muchedumbre, a marchar sobre Miraflores. Sólo que esta vez no había nada que temer.

Al llegar al Palacio de Miraflores fuimos chequeados en la recepción y de allí enviados directamente al Salón Ayacucho en donde se realizaría el Taller. Al pasar por los pasillos buscábamos ingenuamente al Comandante Chávez con la esperanza de que nos diera un saludo, si es que no era mucha presunción de nuestra parte poder estrechar su mano.

Al llegar al Salón Ayacucho nos organizamos en equipos de trabajo, siempre bajo la orientación de la ministra Yadira Córdova y de mi profesor en el Glorioso Pedagógico de Maturin, Eddy Córdova. Una de las cosas que nos advirtieron fue que el Presidente Chávez  no tenía en su agenda asistir al taller, de manera que tempranamente cortaron el nacimiento de cualquier expectativa.

La Ministra Córdova en sus palabras de apertura dejaría claro el propósito del Taller al declarar que “nos hemos planteado que la Ciencia y la Tecnología tiene que ser un instrumento fundamental para romper con la dependencia tecnológica, tiene que convertirse en un instrumento que arroje conocimiento para avanzar en el eje de la inclusión social y para producir criterios que garanticen profundizar la soberanía y la seguridad nacional así como para profundizar la democracia participativa.”

Así que ahí en el histórico Salón Ayacucho, en el que meses atrás se instaló un gobierno de facto, pasamos todo el día en discusiones sobre cómo la ciencia y la tecnología desde las universidades, podían aportar al desarrollo del modelo de desarrollo que se impulsaba desde el gobierno;  la Ciencia y la Tecnología en el actual proceso de cambio en la Revolución Bolivariana de Venezuela, La Ciencia, la Tecnología y el papel del sector universitario en el Proceso Revolucionario Bolivariano y El rol de TRABUCO en la construcción de nuevos espacios de Ciencia, Tecnología e Innovación para la transformación del país. https://www.aporrea.org/actualidad/n13387.html

Ya cerca de las 4 de la tarde comenzamos a organizar las presentaciones de los resultados obtenidos en los equipos de trabajo. Como a esa hora nos visitó un perro pastor alemán acompañado de su mentor, un joven al que llevábamos tiempo viendo en televisión, el que comenzó a olfatear los objetos que se encontraban en la mesa principal del salón, la cual no fue utilizada por los asistentes al evento; mientras el joven revisaba papeles, lápices y bolígrafos. Alguien de la audiencia no pudo soportar la emoción y gritó “Viene Chávez”! Inmediatamente todos nos pusimos mosca.
En efecto, al ratico apareció el Comandante Chávez por la puertica esa que está detrás del pódium de oradores,  desde donde un espontáneo vociferaba dos años antes “se suspenden de sus cargos al Contralor y al Presidente del Tribunal Supremo de Justiciaaaaa.”

Al llegar el Presidente Chávez nos advertiría de entrada:

 Sólo vengo a saludarlos, ya que me estoy robando 10 minutos porque estamos en Consejo de Ministros y me están esperando.

Agradecidos estábamos todos de ese robo.

El Presidente se sentó luego a escuchar las presentaciones, que para el momento que les cuento estaba haciendo mi hermano Eddy Córdova, asesor del Ministerio de Ciencia y Tecnología.

Chávez no pudo estar demasiado tiempo callado, hasta que interrumpió a Eddy diciéndole:

- - Permíteme un momento, Eddy!
  - Con gusto, señor Presidente!

Y de ahí en adelante la palabra fue de él.

 - - Miren, ustedes son científicos, verdad? Bueno, a mi me gusta mucho la ciencia, los métodos, Descartes; Mario Bunge, la ciencia, su método y su filosofía; me gustan los experimentos, los estudios científicos, etc. Sólo que no a todo se le puede aplicar el método científico porque si no uno el político estaría frito. Porque no es lo mismo la aplicación del método científico en la ciencia y valga la redundancia, que en la política, que es otra ciencia, pero es una ciencia menos científica. Ustedes me entienden.

 - - Bueno, miren, entonces yo tenía unos asesores científicos cuando comenzamos a pensar en la alfabetización del pueblo. Y entonces yo les preguntaba “cuántos creen ustedes que podemos alfabetizar”? Y entonces ellos se reunían, aplicaban sus métodos y venían y me decían “Presidente, podemos alfabetizar 50 mil personas por año”. Como una gran cosa! Entonces yo los mandaba otra vez a sacar cuentas a sus laboratorios.
 - A los 15 días regresaban. “Presidente, haciendo las cosas rápido y forzando la distribución de la curva normal y aplicando las fórmulas matemáticas para estos casos, la buena noticia es que podemos alfabetizar a tenor de 100 mil personas por año”.

Y los mandaba  otra vez para sus laboratorios.

-- Miren, si alfabetizamos 100 mil personas por año y son aproximadamente 1 millón 500 mil, vamos a pasar 15 años en este problema. Aquí me va a agarrar el 2021 alfabetizando gente y yo prometiendo cosas que no puedo cumplir. No, señor, tenemos que alfabetizar a toda esa gente en máximo un año.”

- Entonces se llevaban las manos a la cabeza y exclamaban “eso es imposible.  Eso no da por ninguna parte”. Y venía yo y los devolvía para sus laboratorios … a echá números.

-  - Qué fue lo que pasó? Nada, que hoy es … Qué día es que es hoy, Eddy?  24 de Enero de 2004, señor Presidente! Hoy es 24 de Enero de 2004 y comenzamos con el programa el 1ero de Junio del año pasado y a la fecha hemos alfabetizado a un millón 500 mil compatriotas ….en sólo 7 meses, un poquito menos de 7 meses.

-  - Si yo me hubiese conformado con lo que me decían los científicos que se podía hacer, bueno, me hubiesen tumbado una vez y otra vez y me agarraría el 2021 año en el que me iré pa´las sabanas de Barinas, alfabetizando compatriotas.

 Entonces, vuelvo a donde comenzamos. Los políticos no nos podemos conformar sólo con la ciencia. Es lo que yo llamo “meterle al loco”. Los políticos debemos “meterle al loco”. Si yo no le hubiera metido al loco jamás hubiésemos alcanzado la meta. Entonces la fórmula es por un lado el método científico, pero por el otro “meterle al loco”. Si ustedes aplican sólo el método científico, no van a poder resolver los problemas sociales. Pero si ustedes aplican el método científico y además también le meten al loco, les aseguro que el éxito está garantizado.

Así pasaron tres agradables horas (había venido por 10 minutos) en compañía del Presidente Chávez, escuchando éste y otros cuentos, de cómo resolver problemas reales  por vías inexploradas e inimaginadas por la ciencia.

No sé si el hoy Presidente Maduro estaría por allí cerca escuchando al Comandante Eterno; pero si no lo estaba me permito decirle que en las actuales circunstancias que vive la nación, al acordarme de Chávez y tomando el abuso de aconsejarlo en base al cuento anteriormente narrado, le diría:

“Presidente, métale al loco”!