Gragea
1:
Comisión de la verdad
Andrés Eloy Blanco,
nuestro eterno poeta, decía por allá por la primera mitad del S. XX,
que en Venezuela cuando querían que algo no funcionara entonces
nombraban una Comisión para tal o cual asunto. Esa sigue siendo una verdad inveterada aún hoy en esta primera parte del XXI, sólo
que las nuevas comisiones tienen nombres, apellidos y también complemento.
Por ejemplo de un tiempo
a esta parte se nos ha dado por crear con bombos y platillos las ahora llamadas
COMISIONES DE LA VERDAD y
cuyos complementos circunstanciales de propósitos pueden ser:
Ø para
reparar las víctimas de la guerra económica
Ø para
reparar las víctimas del caracazo
Ø para
reparar las víctimas del puntofijismo
Ø para
investigar la presencia en Venezuela de Bladimiro Montesinos
Si el poeta Andrés Eloy
estuviera vivo se diera cuenta que la eficiencia de estas comisiones sigue
siendo la misma a las que él se refería en los años 50s del siglo pasado, aunque
las contemporáneamente formadas vengan con ciertas muletillas que hacen creer que esta vez sí.
Entonces una Comisión
tiene que prometer que:
Ø se
hará una exhaustiva investigación
También debe prometer un
alcance, del tipo:
Ø llegaremos
hasta las últimas consecuencias
Debe enunciar un
propósito NO discriminatorio:
Ø llegaremos
hasta el final caiga quien caiga
Ø esta
vez vamos con todo
Podemos estar tranquilos
entonces cuando veamos una Comisión con esas características, porque sabremos
que su destino será el mismo que han tenido en la historia política
contemporánea las famosas listas: la lista de Piñerúa, la lista de Pablo
Medina, la lista de Fogade, la lista de los tarjetahabientes, es decir …. la
nada!
Gragea
2: ¿Gobierno en desacato?
Ahora resulta que cuando
creíamos que lo teníamos todo claro respecto a quién específicamente es que
estaba en desacato en Venezuela, surge una nueva Comisión de la Verdad ahora
trocada en Mesa de Diálogo, la que en las primeras de sus decisiones ordena a
la Asamblea Nacional salir del desacato. El caso resulta tremendamente extraño
cuando a quien ordena reincorporarse a la AN es a la fracción del gobierno, la
que acepta hacerlo INMEDIATAMENTE.
Así concebido pareciera que el gobierno al incorporar a su fracción a la AN le
está dando a ésta una ayudaíta a
salir del desacato.
Pero no fue esa la única
orden que el gobierno aceptó reparar INMEDIATAMENTE
a cambio de … no sabemos qué cosa, ya que la Mesa de Diálogo también ordenó
como gesto de buena voluntad, que el gobierno pusiera en libertad al diputado
Edgar Zambrano, quien de flux y corbata se presentara a las 6 de la mañana en
un sitio en el que se escenificaba un golpe de estado con armas de todos los
calibres, incluyendo un guacal de cambures. Al propio tiempo el gobierno se
comprometió a revisar las causas de 60 sediciosos que, a decir de Timoteo, se
trata de jóvenes con algún tipo de problemas de conducta …..nada del otro
mundo.
Lo cierto de este caso es
que al ver al gobierno tan diligente en el cumplimiento de las exigencias de la
Mesa de Diálogo, nos queda la duda de si verdad es el gobierno quien ha estado
en desacato todo este tiempo!
Gragea
3: La Uribización de la justicia
venezolana
La justicia venezolana,
en algunas cosas, parece seguir los pasos de su par colombiana, verbigracia en
lo que se refiere a la aplicación de la ley en el plano político o a los
políticos.
El venezolano común, ese
que vive intensamente el debate político, se la pasa jalándose los pelos cada
vez que ve que la justicia es cada vez más ciega, sorda y muda con respecto a
ciertos personajes, que por más leyes que infrinjan, el largo brazo de la
justicia no logra alcanzarlos.
En el país de ahí al
lado, el ex presidente Uribe es el presunto indiciado más famoso que ha habido
sobre la tierra. En todas las causas que tienen que ver con narcotráfico (Más Buscado #82 en la lista de la DEA),
con paramilitarismo, con asesinatos, con falsos positivos y fosas comunes,
Uribe es el presunto indiciado favorito de la justicia colombiana. En un ataque
auto compasivo el mismo presunto
indiciado se queja de que en Colombia todo el mundo puede robar….. menos
él. Es decir, a él solo se le nota, como decía El Cazador Novato!
Todo su entorno político
ha caído preso por causas relacionadas con actividades ílicitas en las que el
propio Uribe ha sido señalado. Sus ministros, sus diputados, sus senadores, sus
novias, sus amigos, sus choferes, sus asistentes, sus vecinos, etc., han sido capturados y acusados
de terrorismo, narcotráfico, narco lavado, robo, espionaje telefónico. Sin
embargo, por muy cerca que le caigan los tiros a Uribe un manto protector
siempre se interpone para que éste salga sin un rasguño.
De vuelta a Venezuela,
pareciera que la justicia venezolana ha hecho un calco de su par colombiana,
cuando observamos cada día con mayor perplejidad la total impunidad en la que
se mueve el diputado Guaidón ante los ojos de todos los venezolanos, violando
leyes, estatutos internacionales, códigos de ética, etc., sin que una brisa del
viento despeine su cabellera. Dicen que si usted lanza al aire el Código Penal
o el de Justicia Militar, en la página que caiga, allí hay una causal para
juzgarlo. Mientras tanto su entorno, al igual que en el caso de Uribe, ha
comenzado a ser encanado por ser cómplices necesarios de los agravios causados
por el auto proclamado. En lo que pareciera una suerte de mantra poderoso, la
justicia le pasa por el lado y ni lo mira.
De modo que ya muchos
hablan de la uribización de la justicia
venezolana como consecuencia directa de la comunidad de características que
comparte el ex-presidente colombiano con el diputado venezolano y entre las que
destaca el decidido apoyo que a ambos les ha brindado el gobierno
norteamericano, en su propósito de tener en estos países a personas de
confianza que les haga el trabajo sucio.