domingo, 9 de julio de 2017

Leopoldo López está libre y nadie nos la va a devolver (para Ramo Verde)



Ayer se derramó sobre el teclado miles de litros de tinta a propósito de la casa por cárcel para Leopoldo López, que de haberse sabido se hubiera utilizado para mojarle el chiquito a los votantes de la Constituyente el 30 de Julio. Parecía que había un poco de sesudos analistas chavistas esperando que le dieran la medida al esposo de Lilian, para empezar con los análisis conclusivos de lo que pasó y por qué pasó.

Sin embargo más allá de lo interesante que pudieron ser algunos, lo que más llama la atención es lo determinante que fue uno de ellos, no sólo para solemnizar acerca de la Teoría de la Negociación Revolucionaria, sino etiquetar a todos aquellos que disintieron del fallo del TSJ al otorgar el beneficio, supuestamente, negociado por el propio Presidente Maduro.

Coño, que un escuálido nos califique de chaburro, chavestia, gorila, niche y otros epítetos no causa tanta arrechera como que un presunto camarada tuyo te diga que si no estás de acuerdo con la decisión entonces te pareces a Ismael García. Verga, la vaina se pone ofensiva, porque Ismael García es una de las peores cosas que le ha pasado al chavismo desde su nacimiento, siendo sinónimo de indignidad, traición y oportunismo, todas características ruines en alguien que se diga revolucionario. Por si esto fuera poco, viene el carajo y te dice que puedes actuar en la política pero que NI SIQUIERA SABE QUÉ ES POLÍTICA, así en letras mayúsculas y todo.

Pues bien, yo reivindico mi derecho a no estar de acuerdo con la decisión y a esbozar mis propios criterios para sustentarlo, así que por mucho que se diga, entre otras cosas, que la decisión coadyuva al reconocimiento del TSJ por parte de la oposición; que si la Fiscal se encontrará en un callejón sin salida; que si Requesens ahora no tiene argumentos para pedir una intervención extranjera; que si esta decisión resquebraja a la oposición; que si esta decisión desmonta la violencia, etc, lo único que podemos decir y que es evidente, es que con esta decisión el gobierno se baja los pantalones, tal vez por una buena causa como sería el diferimiento de una solución de fuerza ejercida por el Comando Sur de EEUU y que evitaría, por los momentos, que se ejerzan presiones asfixiantes sobre nuestra estatal petrolera que hagan inviable el suministro de petróleo a los países asociados incluídos los propios Estados Unidos.

Que la oposición reconozca ahora al TSJ,  eso no es peo para ellos porque ellos se mueven constantemente bajo el manto de la ilegalidad; seguir jugando al resquebrajamiento de la oposición tampoco ha dado buenos dividendos para el chavismo, porque mientras unos salen a quemar, otros esperan en silencio cazando güires sin que se produzca el triunfo de los buenos sobre los malos, además cuando de oposición se trata los buenos generalmente mueren al nacer. Tampoco es seguro que esta decisión desmonte la violencia (aunque me quedo con el beneficio de la duda a la espera de los próximos acontecimientos) ya que en la oposición existen tantas facciones como fuentes de financiamiento, de tal manera que el mismo Leopoldo López pudiera declarar que los grupos violentos que queden jodiendo no son de Voluntad Popular y listo.

Que el ex gordo Requesens  quede sin argumentos nunca será motivo para una decisión como esa, ya que para la oposición el problema de la incoherencia está superado porque ellos mientras más incoherentes e incongruentes son, más prestigiosos son dentro de su ambiente y mayores fuentes de financiamiento exterior se les abre. Si no, hubiese sido fácil desmontar su discurso anti Constituyente a través de los videos de María Machado, Lilian Tintori y Freddy Guevara en los que la alababan como la panacea (“yo quedé enamorada de la Constituyente cuando Leopoldo me la explicó bien en Ramo Verde”, Tintori, dixit).

Ahora bien qué es lo que queda claro de todo esto? No necesitamos anteojos para darnos cuenta que esta decisión constituye un acto que engrosa la impunidad en el país y que por mucha labia que se le eche, la justicia está cada vez más lejana, por lo tanto la solución a nuestros problemas se alejan aún más. Lamentablemente, al igual que en la Cuarta, la gente sigue pensando que aquí en Venezuela pagan cana los pendejos. Lo otro que queda en sospecha, al menos, aunque no esté muy claro, es que esta decisión obedece a verdaderos motivos de causa mayor a los cuales el vulgo no tiene acceso, debido, básicamente, a que como lo dijo alguien al comienzo de los 2000, éste es un proceso de cambios permitido, por lo que pende sobre nuestras cabezas una espada de Damocles dispuesta a caer cada vez que nos comamos la luz, es decir cada vez que hagamos algo que nos aleje del catálogo de actividades consentidas que tiene el imperialismo.

He dicho, y el que quiera compararme con Ismael García no puede ser un duque, es apenas un Siervo de la Gleba, con el perdón histórico de estos.

Finalmente, aunque es demasiado tarde para esconderle a los EEUU los hallazgos que día a día encontramos en nuestro subsuelo, lo que hace imposible salir de sus radares, sería bueno suspender el gustico que tenemos por seguir aguándoles el caramelo ahí en los labios con noticias mensuales que hablan de las toneladas de oro que depositamos en el Banco Central, coño porque el niño que es llorón y la mamá que le da cebollas, es más.


sábado, 8 de julio de 2017

Crónica sobre la caída de los pelos y de los palos!



Hasta hace unos pocos años los viejos me parecían excesivamente extemporáneos en sus gustos, tanto que consideraba que rayaban en lo ridículo. Hoy en día esa percepción ha cambiado radicalmente.


Me llamaba la atención en aquel tiempo que algunos, sino la mayoría, cambiaban constantemente de peinado; así, de usar el pelo hacia atrás, de un día para otro aparecían con el peinado de lado, eso que llamaban hace mucho, corte francés. Habían otros que de repente amanecían con el coco casi al rape, usando aquel que Sixto, mi barbero de mi Angostura natal, del sector El Plaza, llamaba corte cepillo.



Habían los que incluso se dejaban crecer la parte inferior del cabello hasta lograr hacerse una cola de caballo, aunque, por supuesto, la tarima quedaba desguarnecida o como dice mi amigo Jesús Rodríguez, todos los músicos se bajaban de la tarima, pues.

 Sin temor ahora les digo que mi relación con el cabello ha comenzado a resquebrajarse, igual que el mismo pelo lo comenzó a hacer desde mucho tiempo atrás, sólo que yo no lo advertía, porque es que uno es experto en buscarle justificación y razones, muchas de ellas agarradas por los pelos, a todo lo inexorable; aunque las razones agarradas de los pelos  serán más escasas en la medida en que los pelos escaseen en lo alto del paraninfo.

De tal manera que cuando observé inicialmente que la tarima estaba perdiendo músicos, se lo achaqué al stress, a la mala calidad del sueño, a que la almohada no era relax pillow o a que el agua del Guri venía cargada con mucho mercurio, por aquello de los mineros submarinistas que buscan diamantes en el lecho del lago.




Algo parecido, me dicen, esta parte no es autobiográfica, sucede con los actos fallidos,   no ya del pelo sino del palo, cuando comienzan a presentarse problemas con el mecanismo de elevación del pesado aparato: también aparece el pagalotodo stress, el que si el día de trabajo fue demasiado rudo, el que si todavía no ha cargado el mecanismo porque la última vez que lo hiciste fue apenas hace dos semanas o el que simplemente la noche se hizo para dormir. Claro la mujer, discreta por naturaleza, piensa, “y también la mañana, el mediodía, la tarde y hasta los fines de semana se hicieron para dormir.”

Algo parecido, me dicen, esta parte no es autobiográfica, sucede con los actos fallidos,   no ya del pelo sino del palo, cuando comienzan a presentarse problemas con el mecanismo de elevación del pesado aparato: también aparece el pagalotodo stress, el que si el día de trabajo fue demasiado rudo, el que si todavía no ha cargado el mecanismo porque la última vez que lo hiciste fue apenas hace dos semanas o el que simplemente la noche se hizo para dormir. Claro la mujer, discreta por naturaleza, piensa, “y también la mañana, el mediodía, la tarde y hasta los fines de semana se hicieron para dormir.”

 En cambio el pelo, que es tan solidario con su dueño que, responden científicamente mis peluqueras, ante la escasez de pelo en un lugar, los existentes agarran hacia otro sitio donde poder asentarse. Se acaba el pelo en ese lado y los sobrevivientes amanecen agarrando hacia otro lado y así hasta que todos se arrechan y se van pal coño. Por eso es tan impredecible el look de los viejos, por lo que me disculpo con quienes ahora son mis colegas coetáneos.



A diferencia del pelo, este otro muchacho no es menos solidario, no! Dicen los que saben que es aún más solidario, porque él, aun caído, es incapaz de abandonar a su dueño, permaneciendo en triste y vergonzoso acompañamiento hasta que Dios decide llevarse al dueño.




Finalmente, en una encuesta hecha entre amigos, ante la pregunta ¿Quién prefiere usted que se vaya primero, el pelo o el palo? Un 93.4% respondió que el palo, porque con la píldora azul resuelven el problema. En cambio que con el pelo han intentado con métodos que van desde los baños con agua de cayena, la mierda de gallina y hasta la terapia del plasma, sin que hasta ahora ninguno haya podido parar la caída del pelo, no jó!