viernes, 28 de abril de 2017

¿Qué es un escuálido?


O Manual del perfecto idiota!

18 años de teoría y práctica con el perfil de estos venezolanos, que ha tomado cuerpo en el fragor de la batalla diaria, nos dan suficiente autoridad como para hacer una aproximación fenomenológica a la realidad del comportamiento de esta rara especie de ser o de este ser de rara especie, es lo mismo, de tal manera que, apoyado en los hallazgos obtenidos de esta interacción, a continuación daremos algunos consejos o recomendaciones para su tratamiento.

1.- Primero y principal: con un escuálido no se puede discutir, así como usted discute franca y abiertamente una jugada de beisbol, más aún si son amigos o familia tuya.

2.- Ante un escuálido familiar o amigo lo mejor es hacer alguna de estas dos cosas: uno, no caer en la tentación de discutir con ellos, para lo cual lo mejor es hacerse el loco y simplemente sonreírles. Esto tampoco es fácil ya que, algunos, solo unos pocos, se darán cuenta de tu estrategia y te dirán “los chavistas se las dan de sobrados”. Aún así sigue sonriendo! Dos, no los tomes demasiado en serio, así que si puedes vacilártelos, hazlo! Cógelos para locos, porque es que en realidad son locos y con locos no hay seriedad que valga. Así que jódelos con buen sarcasmo e ironías, que ellos vean que quien tiene el control eres tú. Nunca los dejes a ellos con el control, aunque, aquí entre nos y a decir verdad lo tienen, porque sino no estaría yo en este macán creando estrategias de afrontamiento anti escuálidos.

3.- Con un escuálido desconocido no se debe,  ni se puede discutir. Eso está fuera de toda posibilidad. Un escuálido desconocido es lo más cercano a un terrorista, fundamentalista, fanático trashumante, contratista (al estilo de los gringos), mercenario hijo de puta, francotirador, etc. Tú te los consigues en la cola del banco, del supermercado, de Cortoelec y siempre hablando en voz alta para que se enteren lo que él es y tratar de captar a alguien para hacerlo presa de su desesperanza. Aquí encontrarás unos buenos consejos para evadirlo http://hectoracostamartinez.blogspot.com/2016/05/combatiendo-el-pesimismo-y-la-fatalidad.html

Discutir con un escuálido desconocido comporta un peligro mortal, sumamente letal, porque, además, los escuálidos son profundamente rencorosos; ellos nunca van a tener una reacción del tipo “qué lastima, parece un tipo interesante, es una pena que tengamos puntos de vista distintos”. Por qué no? Porque para hacer ese comentario el cerebro de ese carajo debe ejercitar la reflexión, y  el chip de la capacidad de reflexión en los escuálidos fue eliminado a través de un puente, puenteado, pues, como hacen los mecánicos y también algunos médicos, con las piezas que no le encuentran ninguna utilidad.

En este caso el escuálido al no pasar por la reflexión, pasa directamente al ataque, a la ofensiva, ya que cada respuesta que tú le des, al caer fuera de sus patrones neurológicos, es considerada como una ofensa, entonces instintivamente utiliza la función más ancestral del cerebro del Reptil que es el ataque, ya que se siente ofendido. Estás entendiendo?

Por eso, si tú entrompas con un escuálido y no tienes ni un cortaúñas en el bolsillo, te estarás arriesgando a que al salir del supermercado, si es que el tipo o tipa es capaz de esperar tanto tiempo, te encuentres con esa persona iracunda, hecha una fiera, botando espuma por la boca y con la pupila dilatada del odio, dispuesta a hacerte añicos con la 9mm con la que te está apuntando. Por eso es que como tú no eres asesino y tampoco eres un Rambo (a) lo mejor es irse al primer paso de la Resolución Pacífica de Conflictos, es decir Prevenir y así evitar que la intemperancia y la falta de Inteligencia Social del escuálido te lleven a   un conflicto de dimensiones desconocidas, pero potencialmente mortal.

Ahora si ves que el escuálido no es demasiado colérico y que se puede manejar adecuadamente, entonces vuelve al vacilón que has de usar con los de la familia, pero eso sí, muy inteligentemente y sólo debes hacerlo cuando sientas que tienes el control, que los puedes manejar, que tus estrategias pueden funcionar correctamente. Sólo en ese momento y confiando en tu gran intuición y en la brutalidad manifiesta de los escuálidos, puedes llevar a cabo la técnica, acuérdate que ser clase media y chavista siempre va a comportar grandes riesgos. De todos modos aquí te dejo una de las peripecias que he inventado para sobrevivir en este inhóspito medio, aquí donde el camino es culebrero y siempre tiene ganas de llover:  http://hectoracostamartinez.blogspot.com/2017/04/clase-media-y-chavista-mala-combinacion.html

3.- Los escuálidos que forman parte de tu familia siempre exhibirán contigo el predominio de dos emociones: la rabia, que en el seno intrafamiliar se traduce en grandes arrecheras o la tristeza, la que suele expresarse en forma de lástima  (ay no, pobrecito, lo que pasa es que él es chavista), así que cada vez que un familiar te presente a alguien seguro que previamente le advirtió en voz baja de tu patología (“este es el hermano que te dije que era chavista, así que ten mucho cuidado con lo que dices porque se ofende de nada”). Aunque yo nunca me he planteado hacer empatía con ellos (los amigos de la familia) premeditada y alevosamente, al final lo he logrado ya que, como ya sabes los datos que les transmitieron, ahora puedes ser tú mismo, de tal manera que al cabo de haber logrado hacer rapport o sea, confianza (y eso en la comunicación lo logras a través de la manipulación o de una personalidad que haya incorporado la técnica y la maneje naturalmente) eres capaz de lograr declaraciones tipo “coño, la vaina no era como me lo habían dicho, claro eres chavista, pero no es que eres la fiera que me vendieron”. Y uno dice muy para sus adentros “este se jodió conmigo”!

4.- La emoción que domina al escuálido es el odio. El escuálido no es un político ni en el menor sentido de la palabra, es más de político no tiene nada, ya que lo que lo mueve es un gran sentimiento de odio, de irrefrenable rencor, de saciar su sed de venganza haciendo el mayor de los daños posibles. Un escuálido es simplemente un antichavista que como un toro al salir del encierro, embiste cualquier trapo rojo que le lancen. Enceguecido por el odio el escuálido justifica cualquier medio que se utilice para sacarle las vísceras a su encarnizado enemigo chavista. Es por eso que entre ellos no existen reclamos acerca de la mentiras que inventan, las que siendo tan burdas son inmediatamente desnudadas; es más una mentira descubierta sólo los estimula a que la próxima sea aún más grandilocuente, por lo tanto menos creída por el resto de las personas. Por eso ustedes ven que del forjamiento de un acta de citación, al ser develada esta mentira, la usurpadora escuálida pasa a la acusación de asesinato de un Guardia Nacional que no se encontraba en el sitio del suceso. Cosas como ésta hace que los escuálidos utilicen la famosa frase de Nicolás Maquiavelo “el fin justifica los medios” como el arma que los impulsa a actuar en ofensiva, en su intento de maquiavelizar la vida venezolana, aunque en estricto apego a la verdad histórica, el filósofo y político florentino nunca fue tan maquiavélico como lo es el escuálido promedio. Podemos ir concluyendo luego de esta necesaria perorata en que un escuálido es en gran medida un enfermo mental no sometido a tratamiento.
5.- De lo anterior se puede llegar a extrapolar y en definitiva concluir en que un escuálido es un mitómano. La Mitomanía esa tendencia morbosa a la transformación de la realidad a través de la creación de una falsa, para la satisfacción de objetivos personales innobles es la compulsividad natural del escuálido por decir cosas que llamen la atención, poniendo a su persona en el protagonismo de grandes situaciones, como las que le fueron descubiertas a la política escuálida antes citada en sendas alocuciones mitómanas ya referidas, igual que  aquella en la que llamaba a su mamá y le advertía sobre una falsa agresión “mamá, va a salir una noticia de que nos echaron unos tiros en el 23 de Enero, no te preocupes yo estoy bien, estoy en la oficina, Carlos Blanco te está mandando saludos, quédate tranquila”.
El mitómano, como buen perezoso intelectual (por supuesto tiene serias limitaciones) apenas llegó a leer una página del manual de la guerra y se quedó justo allí donde dice que en una guerra la primera derrotada es la verdad, desencadenando una trama discursiva fantasiosa, totalmente trucada, fraudulenta, con un absoluto y total desapego por la veracidad; por eso fue que emprendieron aquella feroz campaña contra la ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión, ya que la misma hacía énfasis en la “información veraz y oportuna” y eso era como enseñarle un crucifijo a Satanás. Por eso es que la Mitomanía es consustancial con el ser escuálido y por eso mismo es que los mitómanos contumaces de la oposición son seguidos a ciegas por el rebaño convirtiéndolos en fieles ovejas (o focas?) a las que no hay que rogarles para que se vistan de negro, se vistan de blanco, se tiren al Guaire, se desvistan, se pongan la gorrita al revés, volteen la bandera, caceroleen el 24 de Diciembre a las 12 de la noche, se vuelvan a desnudar y etc etc etc.

Esta historia continuará …..


miércoles, 26 de abril de 2017

Clase Media y chavista: mala combinación

10/05/2008 

No se lo recomiendo a nadie!


El ruido era ensordecedor. Las señoras, bien trajeadas, parecían olvidar el glamour con el que habían llegado. Y es que no era para menos, acababan de anunciar que el vuelo de Aeropostal tendría un retraso de, al menos, cinco horas, ya que no había aviones pa´ tanta gente. Los mostradores del Aeropuerto (Nacional) de Maiquetía retumbaban con fuerza. El estrépito causado  por el golpeteo de  los parales de hierro macizo que separan las filas, contra los pesos de equipaje demandaba el uso de audífonos. Las miradas de las féminas erigidas en líderes de este alzamiento me parecía haberlas visto en otras oportunidades; sin embargo, no quise sesgar esta protesta genuina con mis propios juicios de situaciones pretéritas.

Así que me dispuse a auparlas en su reproche, acercándome al mero centro de los acontecimientos. Ya allí pude tristemente confirmar mis sospechas cuando una de las dirigentes  expresó a puro pulmón:

-Eso es que ese desgraciado mandó los aviones para Cuba! Al tiempo que otra gritó:
-Vamos  a llamar a Globovisión!. Y como por arte de magia, en apenas pocos minutos, apareció el canal de la Florida, de la Alta Florida, pues.

Como pude y tratando de no levantar ninguna sospecha, di marcha atrás, evitando hasta lo imposible ser confundido con un infiltrado, lo cual hubiese traído nefastas consecuencias para mi salud mental y física.

Historias como ésta, arrancada de la vida misma, como diría  Antonio Madrigal, pasan a diario, por lo que la odisea consiste es en sobrevivir, en salir ileso de las minas  antichavistas colocadas en el terreno de la clase media. De esta manera es común y hasta rutinario que algún desconocido se te acerque en el supermercado y te diga: -no hay pollo porque este cdm los está mandando pa´Cuba. Y sucede lo mismo con la carne, la leche, los huevos, el arroz, el azúcar y hasta con los mismisimos bollos con chicharrón que vende la señora que se para frente a la licorería de Alta Vista, “to esa mierda la están mandando pa´Cuba”.

Eso que algunos autores llaman halitósis social   (Kalbreth, 2007)  y que consiste en el total desprecio por los derechos sociales ajenos, es una patología que se ha instalado en la inconsciencia de una inmensa porción de la clase media, lo cual hace que sean fisiológicamente incapaces de darse cuenta que no todos piensan lo  mismo y de la misma forma que ella y que, al ser así, tienen la misma legitimidad que ella para pensar lo que se le dé la gana.

En cierta oportunidad, estaba en la cola para pagar el teléfono, cuando fui virtualmente ensanguchado por dos señoras – las mujeres son muy fuertes en este tipo de cosas – quienes en voz alta comentaban sus desaveniencias con el rrrégimen,   en el entendido que todos cuantos las  escuchaban compartían sus puntos de vista.

Estoicamente y en silencio soportaba las constantes arremetidas de este par de improvisadas analistas, aparentemente muy versadas en temas de educación, economía y diseño curricular. Llegaría el momento en que mi silencio me delataría, lo que ocurrió cuando una de ellas me increpó abiertamente. Así, retirándose como a  un metro de distancia, me miró de arriba abajo y disparó: -no me va a decir que  usted es chavista? Usted tiene pinta de ser un hombre decente, educado; tiene pinta de ser un hombre leído y viajado. Dígame, es usted chavista? Confieso que la mujer me puso a dudar y hasta a temblar, así que lo primero que me salió fue decirle: -señora, yo soy venezolano!!!. Pues, la cagué. “ayy, este lo que es, es un gran chavista”, vociferaría la fémina que más atacaba. A partir de allí lo que vino fue joropo, hasta que me inventé una para salir del atolladero, lo cual ocurrió cuando la más insistente y despiadada me preguntó:

-Bueno, dígame una cosa, como dice su presidente, ser rico es malo?

Entonces le repregunté: - okey, usted que sabe tanto de economía, dígame: qué es mejor: ser rico de cuna o ser rico de cama?
La dama, que no esperaba semejante pregunta me respondió haciéndose la pendeja: -no entiendo! A qué se refiere? Ya aquí me dije: “esta se jodió conmigo”.

– Nada, usted sí entiende! Dígame, es mejor ser rico de cuna o de cama, porque yo soy rico de cama. Es eso malo? La otra señora, riendo socarronamente, mascullaría entre dientes: -ser rico de cama es divino!

A partir de allí, todo fue paz y amor. Hablamos de sexo –es una de las conversaciones que más me gusta- de la viagra masculina y femenina, de la menopausia y de la andropausia –es una de las conversaciones que menos me gusta- en síntesis, de lo humano y de lo divino, de lo sagrado y de lo obsceno, de lo sublime y también de lo ridículo. Al final las señoras estaban tan felices que una de ellas me preguntaría:

-Mira, Héctor, (ya estábamos a ese nivel de confianza) y tú pagas siempre  el teléfono en esta oficina los días 14 de cada mes?. Ay, pensé yo, a la viejita le gustó el chavista.

No en todos los casos aparecen los recursos   para salir airoso de una situación embarazosa, ya que a veces nos enganchamos y nos embarcamos en un inoficioso toma y dame con sus nefastas consecuencias.

Finalmente, mucha clase media no escuálida que conozco se está debatiendo en una disyuntiva: irse a vivir a Cuba, ya que   la isla por tener todos los productos que ahora tienen, además de una moderna flota de aviones, ahora sí debe ser un paraíso, o irse a vivir al barrio Vista al Sol, ya que así evitaría inhalar la desagradable halitosis social ajena, o sea.


domingo, 9 de abril de 2017

¿Dónde caerán las bombas?




 Hace ya un siglo que el senador norteamericano Hiram Johnson (1917) acuñara magistralmente la conclusión de que en una guerra la primera víctima era la verdad. De igual modo el general prusiano Carl von Clausewitz explicaría el efecto de la comunicación en tiempos de guerra: "Una gran parte de las noticias que se reciben en la guerra son contradictorias, otra parte aún mayor son falsas, y la mayor parte son bastante inciertas..." En suma, concluye Clausewitz, "la mayoría de las noticias son falsas, y el temor de los seres humanos refuerza la mentira y la no verdad".

Es un hecho cierto, entonces, que una de las dos partes en conflicto en una guerra, es mitómana. Bastaría con recordar un hecho de algunos pocos años en el que la excusa para desatar una de las peores guerras contemporáneas fue que “el enemigo” tenía armas de destrucción masiva, es decir, armas químicas. Algunos años después de la devastación del país, sus atacantes confesarían, sin un pelo de arrepentimiento, que habían estado equivocados, pero bueno … ya había acabado con 4 millones de seres humanos.

Esta semana apenas, otro país, o lo que queda de él luego de cuatro años de bombardeos ininterrumpidos, fue atacado nuevamente bajo la excusa que había usado armas químicas contra su población. Otra vez el San Benito de las armas químicas para justificar las inhumanas respuestas.

Lo cierto del caso es que el discurso mitómano ha comenzado a calar hondo en la población en general. Ya no son sólo los jóvenes  quienes por comodidad, desconocimiento de la historia y de sus escasas competencias para el análisis socio-político, lo usan como bandera de lucha, no; hay mucho viejo, viejos pendejos y convenientemente alzheiméricos, que se entregaron a la conseja tramada desde afuera de que estamos viviendo en un rrregimen que, por supuesto tiene una forma de gobierno llamada dictadura y que, lógicamente, en esta forma de gobierno gobierna a su saber y entender un dictador. Lista la puesta en escena para que el país hegemónico lance un ataque humanitario (otro de los términos favoritos en la jerga eufemística de la guerra).

Ahora bien el país hegemónico es el mismo que acaba de lanzar un ataque (ya no sabemos qué número) sobre Siria, para defender a la población del cruel asalto de su gobernante, perdón de su dictador, porque en la lingüística intoxicada de la guerra los buenos tienen gobernantes, mientras los malos tienen dictadores; los buenos tienen democracia mientras los malos tienen régimen; los buenos producen daños colaterales, mientras los malos cometen ataques de lessa humanidad.

Todo esto lo que significa es que nada en la guerra sucede por azar, todo está milimétricamente calculado y que lo que en un momento no es usado es porque está muchas veces planificado para serlo una década después, por eso es que la actual proliferación en el discurso ideológico del metafórico régimen, dictadura o dictador pudiera ser, ahora sí, el momento para pasar a la acción con un ataque preventivo que disuada al dictador de seguir usurpando el poder. Por supuesto, luego podrían venir algunos otros ataques humanitarios no para disuadir, sino para echar del poder al cruel dictador. Les es conocida toda esta retórica?

Juguemos ahora un poco con las estadísticas de la guerra, ya que en nuestro país Venezuela  hay mucha gente sollozando, implorando al cielo que desde allá caigan racimos de bombas ¿o bombas de racimo?, en el entendido que las bombas serán lo suficientemente inteligentes como para acertar solo en los blancos enemigos, es decir, en los amigos de la dictadura o seguidores del dictador.

Para todos ellos las noticias no son nada alentadoras, ya que en este ultimo ataque a blancos sirios la efectividad del mismo (y por efectividad entendemos la capacidad del instrumento para hacer daño a quienes va dirigido) fue de un 39%, lo que rápidamente significa que el 61% ocasionó daños colaterales, es decir daños a personas y entidades que nada tenían que ver con el peo (hospitales, escuelas, niños, viejos, mujeres) muchos de los cuales, incluso, pudieran tratarse de enemigos del régimen y, por lo tanto, incitadores de la intervención externa.

Con esa performance como referente tendríamos que en nuestro medio un ataque al suelo patrio le haría daño, es decir mataría a 4 chavistas de cada 10  afectados, lo que sin lugar a duda indicaría que el resto, es decir 6 serían afectos a los bombardeadores. Simple: en cada ataque mueren 4 chavistas y 6 escuálidos. Matemática de Primer Grado.

Como los daños colaterales se producen cuando las bombas no dan en el blanco, sino que se desvían cayendo en otras áreas, podríamos decir entonces que en una eventual incursión, sea el caso en la populosa Petare, de cada 10 bombas 4 caerán, justamente, en Petare; pero las otras 6 bien podrían caer, una en El Márquez, otra en La California, otra en Macaracuay, otra en Colinas de Los Ruices, una en Terrazas del Ávila y una última, digamos en la Universidad Metropolitana.

En un ataque al Palacio de Miraflores, es posible que las 4 bombas acierten; pero las otras 6 bien pudieran dirigirse a San Bernardino, El Paraíso, Las Mercedes, Bello Monte, la Alta Florida y Los Caobos.

Durante el año 2016 EEUU disparó un total de 26171 bombas en 7 países a los que salió a buscarle pleitos, siempre azuzados, además, por las sociedades civiles de esas naciones y por los esclarecidos seres pensantes de las mismas. En promedio cada país recibió 3783 bombas. Si este fuera el standard las noticias fueran totalmente terribles para los opositores en Venezuela, que son quienes oran todos los días por un ataque de la OTAN, ya que 1458 bombas caerían en terreno del chavismo; pero 2303 harían estragos en la humanidad de los opositores.

Van a seguir con la guevonada de la dictadura, el dictador y la libertad? Ahhh?