No siempre los manuales
sobre Educación nos hablan de la realidad concreta que rodea a un Educador, en
cualquier nivel del sistema. Generalmente hacen alarde de profundos
conocimientos en Pedagogía, Didáctica y muchos estudios en los que se
correlaciona Rendimiento con Pobreza, Status socio-económico, sexo, etc. Poco o
nada nos dicen de las vicisitudes que ha de vivir quien abrace esta digna
profesión.
Hasta que al fin surge
alguien venido de los intestinos de la profesión y se atreve a sacar al aire,
de manera descarnada, los riesgos que ha de correr quien ose retar el oráculo
del oficio de Educador. Así que de esa experiencia, aquí les van 20 cosas que se
debe saber antes de meterse a Educador.
1.- La Educación en
cuanto a oficio, sea maestro, profesor o profesor universitario, es una
profesión tan o más seria que la misma Medicina, ya que al igual que en ésta
existe el riesgo de mutilar, castrar, traumatizar y hasta asesinar, si no es
ejercida por personas con reconocidas aptitudes. Concientícese!
2.- El sueldo de un
educador es lo más risible que pueda existir, así que si usted abraza
voluntariamente este oficio, ha de saber que siempre va a andar buscando medio
para completar un Bolívar, habiendo serias posibilidades que no encuentre ese
medio. Aprenda magia!
3.- Lo más seguro es
que usted llegue al 15 y al último sin un Bolívar, por lo que tenga que salir a
pedir prestado; pero como su entorno está lleno de educadores, seguramente no
encontrará quién le preste. Escoja bien
sus amistades!
4.- Hay altas
probabilidades que en el devenir de su trabajo se enamore de una o un colega y
se case con ella o él, por lo que su status socio-económico se mantendrá igual
o peor, ya que vendrán muchos gastos con dos míseros sueldos. Controle el corazón!
5.- Los meses en que
usted obtenga mayores remuneraciones –Agosto y Diciembre – van a ser los días
más miserables de su vida, ya que va a vivir amargado teniendo que hacer tantas
cosas con tan poco dinero y envidiando a gente que usted conoce o sabe de ella,
que trabajan en las empresas y que en los mismos períodos sacan 20 veces lo que
usted sacó. Sosiéguese!
6.- En muy probable que
cada mes de Septiembre, al comenzar las clases, usted se diga y le diga a sus
amigos y familia que “este es el último año que trabajo en Educación”. Existen
altísimas probabilidades que aún a los 60 años usted esté repitiendo lo mismo,
si no se arrecha de verdad verdad. Recuerde que una visión sin acción es
simplemente un sueño. Prepárese!
7.- Pórtese bien con
sus alumnos, con todos, porque existen serias posibilidades que algunos de
ellos monten colegios privados y que luego se conviertan en su jefe. Sea precavido!
8.- Su vida laboral no
culminará con la jubilación, no; al contrario, al finalizar ésta comenzará su
trajinar por los institutos privados en busca de unas “horitas”, así que véase
ya con el pullover azul siendo jefeado por muchachos que podrían ser sus
nietos. Ya que no puede ahorrar dinero con esta profesión, entonces ahorre energías!
9.- Mantenga a su
familia y a sus amigos contentos, sobre todo si estos viven en otras ciudades,
de esta manera asegurará posada para usted y su familia cuando salga de
vacaciones. Recuerde que los hoteles son prohibidos para “limpios”. Otee el futuro!
10.- Usted deberá
escoger entre vivir limpio y feliz o vivir igualmente limpio, pero enfermo y
amargado. Esto significa que llenarse de horas de clases no variará en mucho
sus ingresos, ni mejorará significativamente su calidad de vida, al contrario,
pudiera empeorarla. No nade tanto!
11.- Existen
posibilidades que algunos de sus hijos quieran emular a su padre o madre, estudiando
la misma profesión que ellos. En sus manos está que esta incómoda herencia no
se transmita. Haga lo imposible por impedirlo. Sea compasivo!
12.- Sus alumnos no
tienen la culpa de su decisión, así que no los haga responsables de su
situación de vida, ni descargue en ellos su cómoda y explicativa “falta de
motivación”. Así que no use este artificio para faltar a clases, irse de
reposo, fugarse a la última hora o incapacitarse. Afronte!
13.- No culpe a los
gobiernos y al Estado de su situación socio-económica, ya que a usted nadie lo
ha obligado a ser Educador, como tampoco le han hecho marrullerías para enamorarlo de la profesión. De manera que
deje de estar participando en huelgas, que a los únicos que perjudican es a los
estudiantes. Responsabilícese!
14.- Si quiere irse,
que es lo más seguro, haga un plan, que sea coherente y factible. Póngale
fecha, estrategias, evalúe sus recursos: fortalezas y debilidades; amenazas y
oportunidades. Recuerde que una visión con acción puede cambiar su vida. Dé el
paso! Atrévase!
15.- Si se quiere
quedar, manténgase actualizado, innove! Utilice el aula como un laboratorio
para mejorar cada experiencia de aprendizaje. Ha de saber que más importante
que dar una clase es descubrir cómo es que los estudiantes aprenden. Enfóquese
en eso y haga de su tarea algo realmente divertido y motivador. Póngale creatividad!
16.- Si se quiere
quedar, pues quédese. Pero quiérase y quiera y aprecie lo que hace. Arréglese
bien, sin importar que su ropa sea sencilla. Ande olorocito. Cuide su aspecto,
su dentadura y arreglo personal. No se presente a clases amanecido y con olor a
aguardiente, después de una farra. Sea el ejemplo que necesitan sus alumnos.
Pero si se descubre diciendo “qué me voy a estar arreglando con este sueldo que
tengo” entonces regrese al punto 14. Sea
coherente!
17.- Haga una buena
selección de la pareja con quien piense casarse; mire que con ese sueldo no se
puede dar el lujo de divorciarse y tener que repartirlo entre varias familias. Es más,
cásese si es estrictamente necesario. Matricúlese
en Planificación Familiar!
18.- Si estudió 5 años
en una Universidad y fue capaz de manejar grupos de personas, implica que
pudiera hacer con solvencia otras actividades menos complejas. Eso significa
que de no sólo tiza y borrador puede vivir un Educador. Rétese!
19.- Lo más importante
de la vida es estar bien consigo mismo, pero para todo lo demás va a necesitar
un buen ingreso para salir de vacaciones, estudiar, comprar una casa, tener un
carro, hacer una familia, comprar ropa, calzados y comida. La noticia mala es
que el sueldo de un Educador (a veces ni dos) no alcanza para tanto. Multiplíquese!
20.- La mayoría de la
gente que le hace estos alertas, es gente que vivió en carne propia esta
realidad, durante tres o cuatro décadas, luego de lo cual se convenció de que
por ahí no era. Agradezca hoy que tiene a alguien que se lo advirtió. No todos
tuvimos la misma suerte. Ah y recuerde las sabias palabras de alguien que, como
Juan Vicente Gómez, no se caracterizó por su sabiduría, precisamente “si el sapo salta y se ensarta, la culpa no
es de la estaca”!
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