A propósito de una
encuesta realizada recientemente en la que preguntaba acerca del principal
temor que la gente sentía en la actual coyuntura de país en el que estamos
viviendo, algunas personas me manifestaron su inconformidad con la misma, ya
que consideraban que en ella se reforzaba en las personas la inclinación al
miedo, como emoción que copa el espacio de la vida social del venezolano.
Aunque esa no era ni de lejos la intención del survey, no he dejado de darle
vueltas al asunto, tratando de dar con el motivo que induce a las personas,
muchas de ellas, pues, a huir del miedo y a negarlo en tanto emoción básica que
está presente desde la génesis de la especie humana.
En ese darles vuelta al asunto he conseguido
que existe una tendencia en algunos de los cultores del desarrollo personal a
negar la existencia del miedo y a tratar de anclar a las personas solamente en
las emociones que yo llamo Doble A,
es decir en el Amor y en la Alegría, lo cual no estaría del todo mal si no
fuera porque a las emociones del tipo (fórmula nemotécnica) MIT (Miedo, Ira y Tristeza) las
califican sin ningún tratamiento científico
como emociones negativas.
Bajo mi concepción no
existen tales emociones negativas y eso debido a que TODAS las emociones
simplemente abren y cierran posibilidades, haciendo que ante la presencia de
ellas algunas cosas sean posible y algunas otras cosas no.
Y eso precisamente era
lo que sabía el negro Silva cuando en una demostración de su playbosería invitó a una chica de la
empresa a tomarse un café ….. un viernes
en la noche. Conocedora de lo que significaba esa invitación, la chica, con desparpajo, le contestó “ok., vamos a salir y
no precisamente a tomar café. Nos vamos a tomar unos tragos, luego de lo cual me
invitarás a hacer el amor. Y vamos a ir a hacer el amor. Está bien. Pero una
cosa te digo: si no me haces llegar eso lo va a saber toda Interalúmina”.
¿Ustedes creen que
nuestro amigo play boy materializó finalmente la invitación? No! Buscó algunas
excusas aduciendo cosas que había olvidado que tenía que hacer ese viernes en
la noche y emprendió veloz carrera en sentido contrario.
La explicación es
simple: nuestro amigo play boy sabía que levantar una erección ante una amenaza
que causaba pavor sería sumamente difícil, por lo que prefería que se dijera
que aquí corrió, que aquí no levantó. Existen explicaciones fisiológicas que
hablan el retiro de la sangre de los cuerpos cavernosos del miembro ocasionado
por la situación estresante (miedo), lo que en suma acarrea que la sangre no llegue
a donde debe llegar, imposibilitando la erección del varón. En fin, nuestro
Rodolfo Valentino seguramente no sabía mucho de fisiología y emociones, pero de
lo que sí estaba seguro era que ante aquella amenaza no tendría la suficiente
concentración para enfrentar semejante reto y lograr una tumefacción suficiente
para hacer un buen papel en el lecho.
El viejo Luis Manuel Acosta,
padre de este cronista, tampoco tenía conocimiento alguno sobre la relación del
sexo con las emociones y viceversa; sin embargo su experticia práctica lo
llevaba a hacer recomendaciones a la hora de enfrentar el miedo. Una vez, por
allá por los años 60´s, le expresé mis temores, cuando en la noche se apagaban
todas las luces al irnos a acostar. Mi papá simple y lacónicamente me dijo
“hijo, cuando sientas miedo agárrate el machete”. Listo. Allí no hubo
explicaciones de fisiología, ni de la relación entre una cosa y otra. Mis
hermanos mayores, es decir todos, quienes recibieron el mismo mandato, incluso
30 años antes que yo, me dicen que sus primeras experiencias de
autosatisfacción (que peo con la finura del lenguaje) sexual ocurrieron luego
de esta recomendación dada por don Luis, ya que de lo que se trataba era de
suprimir el miedo con una erección y bueno una vez allí lo otro vendría por
añadidura. La ciencia siempre ha progresado azarosamente!
Ahora bien, rescatando
el sentido negativo que le endosan al Miedo, vale la pena preguntarse si fue
bueno o malo, positiva o negativa, la determinación que tomó el negro Silva de
rehuir el combate. La literatura dice que el miedo se enfrenta o se rehúye.
Bueno, entonces, la decisión fue acertada porque haciéndolo así pasó menos pena
que enfrentándolo y dejando en entredicho sus dones de galán.
Entonces, si el Miedo
fuera negativo …..
Por qué usted compra un
seguro para su vehículo? Ah por el temor, léase miedo, a que se lo roben o
choquen y no tener dinero para reponerlo o componerlo.
Por qué usted compra un
seguro de vida o por qué se preocupa tanto en que su seguro tenga HCM? Ahh por
miedo a que una eventualidad como las
que suelen presentarse lo agarre sin dinero.
Ahh y por qué además
del seguro del vehículo usted le coloca tranca palanca, multilock, satelital o
cortacorriente? Por supuesto, por miedo a quedarse a pie por un robo o atraco.
En nuestras casas es en
donde más está el miedo presente. Pero dónde está que no lo ven? En las puertas
multilocks. En las puertas reforzadas. En los ojos mágicos de las puertas de
entrada. En las cadenitas de las puertas de entrada. En las puertas reforzadas
que tienen cabillitas que entran en pisos y paredes. En las rejas que le
colocan a las puertas principales.
Observen bien que
apenas vamos por la puerta de entrada, de manera que cuando lleguemos al patio
trasero usted no sabrá de dónde ha sacado tanto dinero para gastar o invertir
en seguridad. Estoy seguro que de aquí en adelante usted continuará la lista de
lo que hace el Miedo por usted o de lo que el Miedo lo pone a hacer a usted.
Un poquito de teoría
sobre el Miedo no nos caería mal.
“El mecanismo que
desata el Miedo se encuentra en el cerebro reptiliano, que regula acciones
esenciales para la supervivencia, como comer o respirar, y en el sistema
límbico, que regula las emociones y las funciones de conservación del
individuo. La amígdala incluída en este sistema, revisa continuamente la
información recibida a través de los sentidos. Cuando detecta una fuente de
peligro desencadena los sentimientos de miedo y ansiedad.
La amígdala despierta
la respuesta del hipotálamo y la pituitaria, que segrega hormona
adrenocorticotropa. Casi al mismo tiempo se activa la glándula adrenal, que
libera epinefrina, un neurotransmisor”.
Dicen también los
estudiosos del tema que el Miedo, como ninguna otra emoción, es capaz de abrir más posibilidades que
cualquiera de las demás; que por culpa del miedo es posible planificar la vida,
prever situaciones futuras y adelantarse a ellas, proveerse de materiales y
productos, mejorar la calidad de vida, lo que en suma causa cierto confort y
mucha sensación de seguridad.
Es tan común y normal
sentir miedo que no existe edad, motivo o circunstancia que lo impida. Recuerdo
que cuando la Universidad de Guayana le otorgó un Doctorado Honoris Causa a
Luis Mariano Rivera, éste al ser llamado para recibirlo, se hizo acompañar por
el cantor oriental Perucho Aguirre, cosa que no estaba en el protocolo. Al
finalizar el acto, en medio de la festividad, el hijo de Canchunchú confesaría
que al momento de oír su nombre sintió pánico de caminar solo en medio del entarimado y que por eso llamó a Perucho.
Quién iba a pensar que el padre de Cerecita, María Antonia, Canchunchú Florido
y decenas de otros éxitos, a sus casi 90 años sería capaz de sentir miedo de caminar
por un escenario?
Otra de las cuestiones
importantes, ya casi para ir concluyendo, es que así como el Amor es la emoción
que abre la posibilidad de que la especie humana se reproduzca; el Miedo, en
cambio, es el responsable que se posibilite la supervivencia de la misma, al
crear los mecanismos de protección y permanencia de la vida. Será posible
después de esto seguir calificando al Miedo
como una emoción negativa?
Pensándolo bien y a
manera de hipótesis, yo creo que esa gente que enjuicia a quienes no
tienen prejuicio en expresar y exhibir
sus temores públicamente, son víctimas de un miedo exacerbado a vivir en carne
propia situaciones que ocasionen algún tipo de temor o angustia. Es como decir
que sienten miedo a tener miedo. O miedo al miedo, pues. Es decir son personas
que sufren de Fobofobia. Pero este tema lo dejaré para estudio de los
interesados. No se asusten.
Entonces, vamos a
seguir hablando mal del Miedo?
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