Enero 2010
HAY CHÁVEZ PARA TODOS LOS CANDIDATOS
Los
asesores en campaña electoral se han encontrado con un nuevo producto que, de
ser utilizado adecuadamente, puede cambiar la historia de la participación de
los candidatos en los resultados finales, sólo que ellos, los asesores, aún no
han dado con la clave para el optimo uso del producto, por lo que a leguas luce
desconcertante, por decir lo mínimo, la forma como es usado en unos y otros
casos.
Ese
producto se llama CHÁVEZ y no viene envuelto en ningún papel, ni envasado
en ningún empaque y ni siquiera es vendido en tiendas, farmacias o
supermercados Es más, no hace falta
salir de shopping para compararlo, ya que sólo basta con hablar de él en radio,
cine, prensa y televisión para que inmediatamente comiencen a observarse sus
efectos.
En
las últimas campañas electorales de Latinoamérica, pero también de casi
cualquier parte del mundo, se ha podido observar el uso indiscriminado de este
producto, con efectos algunas veces deseado y en otros casos con efectos
perversos sobre el paciente.
Colombia,
verbigracia, ha sido la última de las vitrinas en la que se ha exhibido el
maravilloso producto con resultados de los más disímiles.
En la
contienda electoral de la hermana república, Juan Manuel Santos, quien se
encontraba disfrutando de una amplia comodidad en el primer lugar de las
preferencias del electorado usó la marca, aún sin registrar, CHÁVEZ, en la creencia de que serviría para
incrementar su ventaja sobre su más cercano competidor y el resultado fue que
de un solo guamazo perdió la vanguardia de la competencia y, a escasos días
para la batalla final, no haya qué dosis aplicarse para que lo devuelva a los lugares cimeros.
Por
su parte, el candidato Antanas Mockus que lejos ocupaba el segundo lugar de la
predilección en esa misma competencia, con sólo admitir que admiraba el
producto, CHÁVEZ ,
de inmediato se encumbró en el primer lugar.
Por
su parte, el candidato que fue distanciado al segundo lugar, Santos, ha
comenzado a experimentar con distintas dosis de CHAVEZ, administrándose dosis más moderadas, más amistosas e incluso a
hacerle una buena propaganda al producto, pero sin que hasta ahora se hayan
visto los efectos de esta nueva posología. A veces los efectos del producto no
son tan inmediatos como les gustaría a los pacientes que fueran.
Por
su parte, cuando nadie se lo esperaba, Mockus, ha comenzado a dudar de las
bondades del producto e incluso ha afirmado que el uso prolongado de CHÁVEZ podría acarrear efectos indeseables sobre la masa electoral, por
lo que ha optado más bien por combatir la prescripción del producto, prometiendo que evitará su
expansión por los mercados latinoamericanos. Aún es temprano para ver sus
efectos.
Mientras,
un tercer candidato, el izquierdista Gustavo Petro, quien hasta ahora lo había
tenido prescrito por recomendación facultativa y bajo un uso prolongado, ha
dejado inesperadamente de consumir CHÁVEZ en su campaña electoral. Los resultados indican que el candidato
no ha subido, ni ha bajado de lugar, sino todo lo contrario, con lo que se
demuestra, a primera vista, que al suspenderse intempestivamente el uso
prolongado de CHÁVEZ
éste actúa
inocuamente. Al parecer hay suficiente literatura que avale este hallazgo.
Finalmente, un cuarto candidato, la
contendiente Noemí Sanín, quien aunque es de Rubio nada tiene que ver con el
gocho, quien también es de Rubio, ha sido más conservadora, no podría ser de
otra forma, por lo que prefiere no automedicarse, descartando el consumo doméstico del producto, toda vez
que considera que CHÁVEZ es
un producto de uso delicado que solamente debe administrarse bajo estricta
vigilancia de un experto. Además, ella no está segura si es que no debe administrarse
durante el embarazo o es que
CHÁVEZ produce embarazos, o al menos situaciones embarazosas, en quienes lo
consumen , es más.
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