El ser o no ser de la Clase Media:
¿media rica o media rica y media?
Si algo tiene bueno (¿?) la sociedad capitalista es que nos
ha hecho creer que todos podemos llegar a ser ricos, prósperos inversionistas y
su correlativo, propietarios; propietarios de tierras, mansiones, yates, letras
del tesoro, etc, además de poder ir a los mejores restaurantes, sitios
nocturnos, clubes; poseer las mejores hembras, si eres hombre o los mejores hombres si eres hembra; viajar
alrededor del mundo y con la posesión de determinada tarjeta de crédito, ser
reconocido en cualquier parte del planeta.
La persona de éxito, en consecuencia, debe presentar
importantes logros materiales, en metálico o en especies, si quiere clasificar
como verdaderamente exitosa. Bajo esta concepción muy poco o nada importa
cuántos libros o artículos escribiste en el año precedente, cuántos nuevos
amigos hiciste, cuántos árboles sembraste, a cuántas personas ayudaste, cuántas
madres te pidieron que fueras el padrino de su hijo, cuántas veces te reuniste
con tus amigos y si de verdad tienes amigos o cuántos certificados de
asistencia a cursos o talleres colectaste.
No! Éxito es sinónimo de dinero. El éxito sin la posesión de
ingentes sumas de dinero o de posesiones materiales, no sirve para nada; es
más, no es éxito. Sin discusión.
En este sentido, la clase media, ese estamento híbrido que
habita por definición estructuralista, entre los estratos más pobres y los más
ricos de la sociedad, comienza a cambiar su percepción de sí misma cuando ve
crecer sus posesiones y el efectivo en bancos, de tal manera que al
incrementarse el número de ceros en su cuenta corriente, no importa que no sean
muchos, al lograr propiedades en forma de carros, casas, viajes y una que otra
acción en clubes privados, ocasiona una
especie de estrabismo perceptivo que la lleva a
asumirse distinguida, exquisita, elegante, fina, distinguida, tomando
comportamientos de clase alta; ergo desprecio por los pobres y la pobreza, defensa
a ultranza de los grupos oligárquicos, vale decir los ricos y millonarios y la
búsqueda incesante por mimetizarse con éstos.
Pues bien, dado este frenesí por sentirse y saberse rica, que
es en lo que concluye todo este cuento, me interesa hacer un ejercicio para
saber qué tan cerca o qué tan alejada de la verdadera riqueza, se encuentra la
clase media, para lo cual tomaremos algunos datos relevantes de estudios que se
plantearon responder a la pregunta “Cuánto
hay que tener para ser considerado rico”. Así que en adelante enunciaremos
los parámetros de la riqueza y luego que cada miembro de la clase media se
ubique solito.
El primer estudio revisado señala que únicamente
cuando los inversionistas llegan a tener la cantidad de 5 millones de dólares,
es cuando comienzan a considerarse ricos. El 20% de ese capital debe estar
representado por efectivo en bancos, ya que esto hace que se sientan seguros.
El 80% restante lo representan inversiones de todo tipo y propiedades en bienes
muebles e inmuebles.
Aquí es necesario hacer los correspondientes ajustes
cambiarios. Así, dado que nuestra clase media es tan dada a revisar en una
página proscrita, todas las mañanas, a cómo amaneció el dólar, cada vez que
hablemos de equivalencias debemos considerar, siendo excesivamente benevolentes,
el cambio a 200 bolívares por dólar.
Esto significa que nuestra clase media para, en efecto,
adquirir la robustez de la clase alta necesita poseer MIL MILLONES DE BOLÍVARES
(1.000.000.000), de los cuales 200 millones deben estar a la vista en caja y
banco. No gasten su tiempo pensando en si son mil millones de los de antes o
los de ahora, no, son simplemente MIL MILLONES DE BOLÍVARES de los únicos que
existen.
El segundo estudio se basa fundamentalmente en los aportes de de Robert Kiyosaki, autor del libro “Retirarte Joven y Rico” quien
hace una interesante cual sencilla clasificación.
De acuerdo a ella, la siguiente sería la
correspondencia entre clases sociales versus ingresos:
Pobre:
menos de 25 000 dólares al año
Clase media: 25000 a 100 000 dólares al año
Afluentes: 100 000 a 1 millón de dólares al año
Ricos: 1 millón o más al año
Ultra ricos: 1 millón o más al mes
Clase media: 25000 a 100 000 dólares al año
Afluentes: 100 000 a 1 millón de dólares al año
Ricos: 1 millón o más al año
Ultra ricos: 1 millón o más al mes
Para no aburrirlos con la linealidad del
análisis, vamos a cambiar la pregunta en este segundo ejercicio por: “Cuánto se necesita para ser considerado pobre”?
Como vemos, si alguien gana menos de 25 mil
dólares al año, puede ser considerado una persona pobre. En este sentido, si
nuestra clase media generara ingresos anuales menores a los 5 millones de bolívares, no solamente
estaría muy lejos de la riqueza, sino que ni siquiera clasificaría como clase
media. Y ni pensar en sus inmediatos superiores, los Afluentes, ya que con esos ingresos pudiera ser considerada más
bien como un efluente. Saque cada quien su cuenta y proceda a ubicarse en el
estrato social que le corresponda, de acuerdo a lo que diga en su planilla AR-C
El tercer y último estudio nos dice que, en el Reino Unido, Inglaterra
pues, si usted no genera ingresos superiores a los 230.000 dólares anuales no
clasifica como rico. Entonces usted, en nuestro patio, debería ubicar sus
ingresos, en consecuencia, sobre los 46 MILLONES DE BOLÍVARES.
La referencia para los EEUU es aún más dramática, ya que para ser
considerado rico en el país angloparlante, usted deberá tener ingresos de al
menos US$ 379.151
o de su equivalente en Bolívares de 75
MILLONES, 830.200.
En adición a lo hasta
ahora expresado, a continuación hacemos un reconocimiento a los millonarios más
ricos del planeta y la cuantía de sus fortunas, sólo con la intención que aquel
clase media que nos lee y que se tongonea con la exquisitez de sus modelos burgueses,
sepa cuánta distancia los separa, bien
sea a favor o en contra.
1.- Bill Gates: US$ 79.200
millones
2. - Carlos Slim: US$ 77.100 millones.
3.- Warren Buffett: US$ 72.700 millones.
Entre
las novedades que presenta esta lista está que por vez primera forman parte de
ella tres venezolanos, muy activos ellos en sus negocios públicos y hasta,
alguno de ellos, se ha asomado como aspirante a la máxima magistratura
venezolana, siendo desde luego muy bien visto por esta clase media, media
clase, que ve en él el físico del modelo de Presidente que
necesitaría el país. Ellos son, de acuerdo a la revista Forbes:
Gustavo Cisneros: 3.600 millones de dólares.
Juan Carlos Escotet:
3.300 millones de dólares.
Lorenzo Mendoza: 2.700 millones de dólares
Fuente: http://contrapunto.com/index.php?option=com_k2&view=item&id=16697:cisneros-escotet-y-mendoza-repiten-en-la-lista-forbes-de-multimillonarios&Itemid=284
Estos últimos datos han sido tomados
por alguien, de la Revista Forbes, magazine especialista en contar las fortunas
de los millonarios del planeta y hacer luego una clasificación pública de sus
fortunas; pero para los acuciosos investigadores del portal pormipatria.org “la Revista Forbes es una
farsa que muestra sólo millonarios populares de segundo nivel como Bill Gates o
Warren Buffet, logrando desviar la atención sobre (…) los Verdaderos Mega-Ricos
dentro de la Reserva Federal”.
Es probable que ahora sí comience
a languidecer el poder del que se sentía ungida la clase media, porque no
existe manera de contar la fortuna de estos super-recontra-mega millonarios, ya
que en este selectísimo grupo de acaudalados bussiness men se encuentran únicamente los dueños de la Reserva
Federal.
La clase media pudiera decir “y a
mi qué? ¿Quiénes son ellos”? Bueno, en una corta y escueta respuesta, los
dueños de la Reserva Federal son los dueños de la imprenta en la que se
imprimen, valga la redundancia, los billetes verdes, o sea que ellos pueden
tener los reales que les dé la gana.
Para los efectos referenciales, en
este grupo se encuentran:
1. Familia
Rosthschilf (Londres, Berlín e Israel)
2. Familia
Rockefeller (estados Unidos e Israel)
3. Familia
Warburg (Alemania)
4. Familia
Morgan (Inglaterra)
5. Familia
Lazard (Paris, Francia)
6. Familia Mosés
Israel Seif (Italia)
7. Familia Kuhn
Loeb (Alemania y EEUU)
8. Familia
Lehman Brothers (EEUU)
9. Familia
Goldman Sachs (EEUU).
Como podemos ver, en todos estos ejemplos lo que abunda es
dinero, dinero a veces, hasta en cantidades incontables, por lo que nos intriga
si aún así nuestra clase media habrá conseguido algo en que ella se diferencie
de las distintas clasificaciones de ricos que presentamos en este trabajo, lo
que no impediría que nos aventuremos en enunciar una apriorística y muy benedética conclusión: si nuestra clase
media, luego de estos estudios, no se sabe media rica; pero tampoco se siente
medio rica y media, debe ser porque en realidad es medio otra cosa, cosa que no
nos atrevemos a pronunciar, pero que tal vez despejemos la incógnita al leer el poema de Mario Benedetti y con el que damos por concluido este
ejercicio:
Poema a la Clase Media
Clase
media
medio rica
medio culta
entre lo que cree ser y lo que es
media una distancia medio grande
Desde el medio
mira medio mal
a los negritos
a los ricos
a los sabios
a los locos
a los pobres
Si escucha a un Hitler
medio le gusta
y si habla un Che
medio también
En el medio de la nada
medio duda
como todo le atrae
(a medias)
analiza hasta la mitad
todos los hechos
y (medio confundida)
sale a la calle con media cacerola
entonces medio llega a importar
a los que mandan
(medio en las sombras)
a veces, sólo a veces, se da cuenta
(medio tarde)
de que la usaron de peón
en un ajedrez que no comprende
y que nunca la convierte en Reina
Así, medio rabiosa
se lamenta
(a medias)
de ser el medio del que comen otros
a quienes no alcanza
a entender
ni medio
medio rica
medio culta
entre lo que cree ser y lo que es
media una distancia medio grande
Desde el medio
mira medio mal
a los negritos
a los ricos
a los sabios
a los locos
a los pobres
Si escucha a un Hitler
medio le gusta
y si habla un Che
medio también
En el medio de la nada
medio duda
como todo le atrae
(a medias)
analiza hasta la mitad
todos los hechos
y (medio confundida)
sale a la calle con media cacerola
entonces medio llega a importar
a los que mandan
(medio en las sombras)
a veces, sólo a veces, se da cuenta
(medio tarde)
de que la usaron de peón
en un ajedrez que no comprende
y que nunca la convierte en Reina
Así, medio rabiosa
se lamenta
(a medias)
de ser el medio del que comen otros
a quienes no alcanza
a entender
ni medio
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