Estudio de 50 años afirma que personas de izquierda son más inteligentes
que las de derecha
Publicado por: Christian Leal
Kati Garner (SXC)
Un controversial
estudio canadiense que comprende datos recopilados a lo largo de 50 años,
afirma que las personas con visiones políticas de derecha tienden a ser menos
inteligentes que los de izquierda. Al mismo tiempo, advierte que los niños de
menor inteligencia, tienden a desarrollar pensamientos racistas y homofóbicos
en su adultez.
La investigación fue
llevada a cabo por académicos de la Universidad Brock en Ontario, y para
realizarlo cruzaron la información de más de 15 mil personas, comparando su nivel
de inteligencia detectado en la niñez con sus pensamientos políticos ya de
adultos.
Entre los datos
analizados se encuentran dos estudios realizados en el Reino Unido en 1958 y
1970. En ellos se midió la inteligencia de niños y niñas con edades entre los
10 y 11 años. Luego, se les hizo un seguimiento para conocer sus posturas
políticas al cumplir 33 años de edad.
Según las
conclusiones del equipo, las personas con un nivel inferior de inteligencia
gravitan en torno a pensamientos de derecha porque les hace sentir más seguros,
descartando que tenga relación con su nivel educacional, recoge el diario
británico Daily Mail.
“Las habilidades
cognitivas son críticas al formarse impresiones de otras personas y ser abierto
de mente. Los individuos con habilidades cognitivas inferiores gravitan hacia
ideologías sociales conservadoras de derecha que mantienen las cosas como están,
porque les provee una sensación de orden”, afirman en el estudio publicado por
el Journal of Psychological Science.
Sin embargo no se
trata de la única conclusión polémica a la que llegaron los académicos.
Adjuntando datos de un estudio realizado en 1986 en Estados Unidos sobre
prejuicios hacia los homosexuales, descubrieron que las personas con baja
inteligencia detectada en la infancia tendían a desarrollar pensamientos
proclives al racismo y la homofobia.
“Las ideologías
conservadoras representan un vínculo crítico a través del cual la inteligencia
en la niñez puede predecir el racismo de los adultos. En términos psicológicos,
la relación entre inteligencia y prejuicios puede derivar de cuán propensos son
los individuos con bajas capacidades cognitivas a respaldar con mayor fuerza
las ideologías conservadoras de derecha, debido a que ofrecen una sensación de
estabilidad y de orden”, agregan.
“Sin embargo, es
claro que no todas las personas de pensamiento conservador son prejuiciosas y
que no todas las personas con prejuicios son conservadoras”, sentenció el
equipo de investigación.
¿Quién es
más inteligente? ¿Un votante de izquierdas o uno de derechas?
El 70% de las preferencias políticas de las personas puede
comprenderse tras analizar su ambiente familiar, social o laboral. Pero
simplificar nuestras decisiones a este hecho sería banalizar la complejidad de
la neuropolítica,
un nuevo área en el que últimamente se están produciendo un montón de estudios
dado su obvio interés.
Una
buena parte también se debe a razones genéticas y otra a cuestiones personales,
que pueden hacer que una persona modifique su conducta e ideología (como un
desahucio, un
enfermo de hepatitis C que se ve solo, sin tratamiento y sin ayuda,
un parado de larga duración...). Pero según apuntan algunas investigaciones,
gran parte
de nuestras decisiones políticas podrían deberse a la morfología de nuestro
cerebro.
La
gente de derechas, más cerrada e inflexible
Hace
una década, un
estudio de la Universidad de Nueva York publicado en Nature Neuroscience sentenciaba
que las
personas conservadoras tienen menor actividad neuronal en el córtex
cingulado anterior, una zona que debería iluminarse
como un árbol de Navidad cuando tratamos de resolver un conflicto. Ya imagináis
lo que esto significa: que los liberales o las personas más de izquierdas se manejan
mejor cuando les toca improvisar ante una situación inesperada.
"Ser de
derechas estaría unido a ser más agresivo, más violento, a emplear el
miedo en los razonamientos"
El
mismo estudio concluyó que las personas de derechas tienen un
perfil más estructurado y tienden a ser más 'cabezotas', por lo
que la flexibilidad tampoco es uno de sus puntos fuertes. Menos aún cuando lo
que se pretende es cambiar un hábito (como la intención de voto).
Las
consecuencias de esto es una actitud ante el día a día que afecta a la política
y al resto de la vida en general. En las personas de derechas, esta actitud se
traduce en queafrontan las situaciones con un mayor miedo al cambio.
En cambio, las personas de izquierdas están dispuestas a romper con todo lo
conocido por cambiar una mala situación sin temor alguno.
Según
explica el neurocientífico Manuel
Martín-Loeches para ELPLURAL.COM, "las áreas del cerebro
son siempre polivalentes y están insertas en complicados circuitos, es decir,
trabajan junto con otras muchas áreas. Se puede decir que ser de
derechas (en los que se aprecia mayor actividad en la
amígdala) estaría unido a ser más agresivo, más violento, a emplear el
miedo en los razonamientos, mientras que ser de
izquierdas (mayor actividad en el cíngulo) iría
relacionado con la activación de un área implicada en la detección
de conflictos sociales, en la empatía, en el entendimiento de que podría haber
varios puntos de vista para un mismo problema".
No
obstante, el científico recuerda que estos datos son extremos y han sido
obtenidos por análisis de los datos, "donde se extreman las diferencias
estadísticamente, de forma que no cabe pensar que los de izquierdas no activen
la amígdala (aunque menos) ni los de derechas el cíngulo (aunque menos). Y no
olvidemos tampoco que estos son estudios comparando liberales y
conservadores, que no es exactamente nuestra izquierda y
nuestra derecha".
La
gente de izquierdas, más inteligente
Otro polémico estudio realizado por
la Universidad Brock (Ontario) que
analizó datos recopilados de más de 15.000 personas
durante 50 años, llegó a la conclusión de que los de izquierdas eran más
inteligentes que los de derechas dado que existía una estrecha relación entre
el grosor de dos áreas de materia gris del cerebro y la ideología política.
Sus
conclusiones apuntaban que las personas con menos inteligencia se
decantan por ideas conservadoras porque les hace sentir muy seguros y no tienen
que hacer el esfuerzo de alejarse de su círculo de confort,
pero que nada tiene que ver esto con su nivel educacional.
Según
explicaban los investigadores en el estudio publicado
en Journal
of Psychological Science, "las ideologías conservadoras
representan un vínculo crítico a través del cual la inteligencia en la niñez puede predecir
el racismo de los adultos. En términos psicológicos, la
relación entre inteligencia y prejuicios puede derivar de cuán propensos son
los individuos con bajas capacidades cognitivas a respaldar con mayor fuerza
las ideologías conservadoras de derecha, debido a que ofrecen una sensación de
estabilidad y de orden".
Como
dato curioso, los autores de la investigación también descubrieron que aquellos niños a
los que se le había detectado una baja inteligencia, tendían a desarrollar
pensamientos racistas y homófobos en la edad adulta.
¿Cuánto
podemos confiar en estos estudios?
No
debemos olvidar que estos estudios marcan diferencias sutiles y
que, en algunas ocasiones, son solo los resultados de un único estudio. Según
explica Martín Loeches, "no creo que ser de izquierdas o derechas tenga
una vinculación directa con algo tan aséptico y generalmente poco emocional
como la inteligencia. De hecho, las áreas implicadas son fundamentalmente
emocionales, no intelectuales".
Las personas con menos inteligencia se decantan
por ideas conservadoras porque les hace sentir seguros
No
obstante, el científico reconoce que lo que afirman las investigaciones
puede tener bastante sentido (cuando el río suena...):
"el cíngulo anterior está muy interconectado con una de las áreas
cerebrañes que más han aumentado de tamaño con la evolución, el área de Brodmann 10 o polo
frontal, que a su vez se relaciona muchísimo con la inteligencia general.
Por otra parte, el cíngulo anterior contiene en nuestra especie una gran
cantidad de neuronas "en huso" o fusiformes, algo que sólo tienen los
mamíferos altamente sociales, y lo social es una fuente de capacidad
intelectual: la solución de problemas o conflictos
sociales se relaciona con el cíngulo anterior, precisamente, y
esas neuronas tienen que ver con circuitos especializados en la resolución de
esos conflictos".
Por
su parte, el neurocientífico Xurxo
Mariño reconoce para ELPLURAL.COM que estos
trabajos hay que tomarlos con cautela. A pesar de que las
técnicas de imagen actuales son muy útiles para detectar cambios importantes de
actividad en la corteza cerebral bajo determinadas circunstancias, "en
estos casos en los que se buscan diferencias sutiles no está claro si estas técnicas tienen la
resolución (espacial y temporal) suficiente, e incluso
si lo que muestran se trata realmente de las regiones cerebrales
implicadas".
Lo
que Mariño trata de explicar es que pueden mostrar un aumento de la actividad
neuronal que en realidad está relacionado con otro proceso del encéfalo.
Para entenderlo el neurológo pone un sencillo ejemplo, "considerar que las
zonas que se muestran más activas en una resonancia magnética indican con
claridad qué neuronas son las más importantes para una determinada tarea podría
ser tan engañoso como un estudio sobre la actividad del motor de un coche con
base en el calor que desprende: en este caso se concluiría que la parte más
importante del coche es el radiador".
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