Para darle contexto a esta crónica, es necesario definir para quienes la lean en tierras lejanas, qué significa la palabra taburete.
4. m. Cuba. Silla rústica de cuatro patas grandes y fuertes y con asiento y respaldo generalmente de piel de chivo sin curtir.
Partimos de esta definición ya que recientemente el
Pdte de la Asamblea Nacional de Venezuela, Henry Ramos Allup, emitió un tuit en el que refería lo siguiente:
@hramosallup: Maduro, Delcy y Bernardo:
aprietense los cinturones y peguense del taburete que vamos con todo a la OEA.
Conociendo el habla del venezolano y de
los lacerantes neologismos usados por el Pdte de la AN de Venezuela, hay tres grandes
mensajes en ese único que envía Allup. El primero es que deben, Maduro, Delcy y
Bernardo, estar preparados ya que iba a utilizar todos sus recursos en la OEA
para lograr el fin, que no era otra que lograr la aplicación de la Carta Democrática Interamericana. La
tercera expresión, muy criolla por cierto, péguense del taburete, significa que
se aguanten fuerte de donde estén sentados porque lo que venía los haría
estremecer.
La otra interpretación de pegarse del taburete es aquella que
refiere que cuando mucha gente va a una reunión social y los invitados superan
en cantidad a las sillas del lugar, quienes están sentados no se atreven a
pararse por no perder sus asientos; de allí que la gente coloquialmente
comenta: “carajo, Henry, está pegado al taburete”, o lo que es lo mismo pero dicho
en otras palabras “Henry no se para del taburete ni para mear”, situación ésta que se da
con frecuencia cuando la gente se está echando palos.
Por contradictorio que parezca, al que resulta que se le pegó el taburete fue al propio Pdte de la Asamblea Nacional, quien en su
reciente visita a la OEA a la que fuera invitado junto a su cohorte, por su
secretario general, no les ofrecieron suficientes sillas, quedando sus acompañantes
a la espera que la próstata del anciano líder de la oposición hiciera que Allup
se parara del único taburete que les ofrecieron, para que otro de ellos pudiera
descansar las coyunturas de las rodillas.
Un solo taburete: el taburete de Allup |
Esto nunca llegó ocurrió ya que no fue posible que el geronte
dirigente opositor se despegara del taburete, a pesar de haber pasado cerca de
4 horas sentado frente a la pantalla de una pequeña lap top, de donde se
suponía que saldría la esperada noticia de la aplicación de la Carta Democrática al gobierno del Presidente Maduro, quien, se supondría, que
quedaría pegado al taburete de Miraflores con los ojos claros y sin vista,
independientemente que Nicolás se encontrara en una cómoda poltrona en La
Habana, sin que nadie le estuviera velando su taburete, en el acto que
sellaría la paz para el país neogranadino.
La resistencia del avezado líder opositor dio lugar a las más diversas
especulaciones, ya que era sospechoso que no se parara ni siquiera en una
oportunidad, a cambiarle el agua al motor, a menos que su motor fuera de Volkswagen,
no porque se encuentre ubicado atrás, sino porque no usa agua.
Así que de su mismo entorno surgiría la
sospecha de que, dada la gran cantidad de Corega, (sustancia que
se usa para pegar firmemente la plancha del paladar) que compró en las tiendas
norteñas, si en lugar de ésta ser usada justamente en la prótesis
dental, no fue más bien untada en el cuero del taburete, lo que lo dejaría
precisamente soldado al mueble.
Al final, al salir del frío e incómodo
sótano al que fue confinado Allup y su pléyade de colaboradores, declaró
ante el medio que se encontraba esperándolo, la red social tuiter, lo
siguiente:
@hramosallup: Sobre derecho de palabra OEA: decidimos pasar
agachados adrede para no entorpecer la decisión que tambaleó al régimen.
En adelante no haremos más análisis de la gira del
dirigente adeco y menos haremos caso a las especulaciones de su entorno íntimo.
Lo único que culminaré diciendo es que donde quiera que haya alguien pasando
agachado es porque en algún momento estuvieron jugando rojo, es más.