PROTOCOLO Y CEREMONIAL: UN ACERCAMIENTO PARA NADA TRIVIAL!
He querido rescatar esta fotografía (al medio de la crónica) que me llegó por el ardiente Facebook, pero sólo como excusa para hablar, no de política y mucho menos de politiquería, sino de la situación que eventualmente pudo estarse produciendo en el momento que la cámara disparó el obturador y se produjo la foto.
Sin embargo, me siento en la obligación de hacer al menos un trío de precisiones antes de meterle el pecho al asunto. En primer lugar, las connotaciones de orden político-electoral no son mi problema en este caso en particular, ni siquiera me preocupan las implicaciones que una opinión técnica pudiera tener en el medio de la bipolaridad en la que vivimos. Bipolaridad que me permite hacer una segunda precisión, ya que si bien es cierto que nos movemos actualmente en espacios altamente polarizados, no es menos cierto que dicha polarización en lo político no tiene por qué afectar los distintos ámbitos de la vida, como lo serían el afectivo, el social, el vecinal, el laboral, etc. Sin embargo, vemos mucha gente terminando amistades de toda la vida, lazos familiares que parecían indisolubles y relaciones de afecto, que en todos los sentidos se ven resentidas. Si bien la polarización es una realidad, tercera precisión, la polarización del pensamiento es una consecuencia nefasta; pero la misma constituye una elección que hace cada individuo.
Es decir, somos cada uno de nosotros lo que escogemos ver en blanco y negro, o ver blanco o ver negro. La polarización del pensamiento, concepto que intentaré desarrollar en otro momento, al mismo tiempo tiene, también, una consecuencia desafortunada y es que produce una paralización del conocimiento, porque detiene en seco la producción de conocimiento útil para la sociedad. Intentaré cerrar con un ejemplo de esto.
Okey, manos a la obra! Como quiera que es una verdad indiscutible eso de que todo es según el cristal con que se mire, lo primero que debo advertir es que los cristales que uso para este caso en particular, son los cristales de alguien que ha estudiado sistemáticamente el tema del Protocolo y Ceremonial de eventos internacionales y no lo digo ni por chapear ni por presumir, sino para decirles por qué veo lo que veo, es decir cuáles son mis distinciones.
Entonces, cuando veo que alguien reclama que la bandera que está en la mesa en la que se encuentra la Magistrada Estela Morales es muy chiquita comparada con la que está detrás, a su mano derecha, lo que implicaría una pérdida de la identidad, creo mi deber decirle que en ninguna parte del planeta las banderas que se posan sobre las mesas de trabajo en las Convenciones Internacionales son iguales en tamaño a las que están de pie en la parte posterior. Las banderas de la parte posterior tienen una dimensión que van entre los 2 y 4 metros, siendo una medida standard que sean, en promedio, de 2,80 mts de alto. Nadie ha visto y en esto definitivamente debo ser tajante, que en los escritorios o mesas de los miembros de las distintas legaciones, haya banderas del mismo tamaño que las posteriores.
Los distintos tamaños de las banderas hicieron ruido en la mente de algún usuario, quien reclamó discriminación con respecto a la Bandera de Venezuela
Imagínense ustedes nada más una reunión de la ONU en la que convergen 206 naciones, en las que las mesas estén adornadas con banderas de 3 mts de alto! Al menos no pudieran verse entre ellos!
Esto me permite hacer dos consideraciones bien puntuales. La primera es que todas las banderas que se colocan en la parte de atrás son del mismo tamaño. Sean del país que fueran. Así el país se acabara de independizar y éste sea chiquitico. Y lo segundo es que todas las banderas que se colocan en la parte de adelante, es decir, las que aparecen en los escritorios o mesas, también son del mismo tamaño. Por allí va el asunto del respeto y del reconocimiento de la soberanía.
Ahora bien, qué pudo estar ocurriendo en el instante que tomaron la foto? Precisemos algo bien importante: si el Ceremonial de Estado se estaba cumpliendo con toda la rigidez que lo caracteriza, podremos afirmar sin temor a equivocarnos, que allí se estaba produciendo un acto OFICIAL, en el que quien presidía el mismo era una autoridad de la República de Cuba. Es decir, o era en territorio cubano propiamente dicho, o era en un territorio consular (consulado, embajada, etc). La norma del Ceremonial en estos casos es muy clara y además tiene naturaleza UNIVERSAL, es decir, no es discrecional ni mucho menos caprichosa: la bandera de quien preside el acto SIEMPRE va colocada en el extremo derecho del presídium, destacándose que la DERECHA CEREMONIAL es un concepto también de aplicación universal y es la derecha de quien preside el acto.
Del mismo modo, si se trataba de una reunión bilateral, es decir entre Cuba y Venezuela, entonces en el extremo izquierdo debió estar colocada la Bandera de la República Bolivariana de Venezuela, con las mismas dimensiones que la bandera cubana. En estos casos los países se preocupan mucho de cumplir celosa y estrictamente con estos detalles, ya que ello implica respeto y reconocimiento del otro en igualdad de condiciones. Cada país tiene un lugar en el concierto de las naciones y ese lugar es defendido fieramente si fuera necesario, así se trate del último rinconcito de la sala. Allí debe estar colocada la bandera del país a quien corresponda ese rinconcito.
Finalmente, si funcionó como debió funcionar el Ceremonial, a mano izquierda de la magistrada debió estar ubicada alguna autoridad cubana, o sea la Autoridad que presidía el acto. En estos casos la autoridad que preside el acto, haciendo gala de una norma que en Protocolo y Ceremonial se llama Cortesía, le cede el puesto que está a su mano derecha, que es el puesto más importante, a su invitado; pero adviertan algo, no le cede el puesto de la Bandera, ya que el puesto de la Bandera implica SOBERANÍA y la SOBERANÍA ni se cede, ni se negocia; aunque se han visto casos en los que un tercer país, para evitar un conflicto de características bélicas, ha llegado a hacer concesiones, pero sólo cuando un roce entre dos países en pugna pudiera desatar la guerra. Así de serios son estos asuntos. Este es otro tema que trataremos en otra oportunidad.
Así como la Dra. Morales tiene una banderita de Venezuela en la mano derecha de su puesto, del mismo modo el representante de Cuba debió tener la suya también a su mano derecha y, vuelvo a repetir, ambas banderitas del mismo tamaño.
Para cerrar, si se polariza el pensamiento (vemos solo en black and white) y, en consecuencia, se paraliza el conocimiento, los que no conocían sobre Protocolo y Ceremonial, no hubieran disfrutado de esta explicación. Los que la conocían, no la hubieran refrescado y quizás hasta enfrentado con sus opiniones distintas a las mías (bienvenidas!) y yo, que ya la he venido trabajando desde varios años, no la hubiese podido compartir, no hubiese podido danzar con ustedes en este disfrute humano sin precedentes que es compartir con humildad el saber. Así de simple!
LO QUE OCURRIÓ 8 AÑOS DESPUÉS
8 años después de este recuerdo que nos trae Facebook, conseguimos la manera de darle una segunda parte a este artículo escrito en el Abril del año 2013.
La verdad es que nunca quedé conforme con ese artículo que había escrito hace tanto tiempo porque sin una segunda parte era quedarnos prácticamente en la especulación; no obstante el ordenado razonamiento seguido para explicar lo que eventualmente estaba pasando con la foto que originalmente dio cabida a la discusión a la que los había convidado, a pesar de muchos de ustedes ser convidados de piedra, porque o bien no les interesaba el tema o su conducción, o bien no poseían suficiente información sobre el tema que les permitiera participar para apoyar o rebatir los argumentos presentados.
Lo cierto es que luego de 7 años de búsqueda, el año pasado llegó a mis manos la foto original del evento, con lo que se empezó a develar toda la trama del asunto, como dicen los telenoveleros. De modo que ahí les va la foto para que puedan hacer las comparaciones y llegar a sus propias conclusiones, siempre bajo el juramento expreso de entrar en discusiones estériles que desvíen el propósito didáctico de un tema que me atrapó desde que empecé a estudiarlo en el año 2011.
En la foto a cuerpo entero se puede observar, en primer lugar, que la foto de Luisa Estela Morales fue producto de la mutilación que le hicieron a la foto original, descontextualizando por completo lo que estaba sucediendo en el momento del click.
8 años después se devela el enigma de la misteriosa foto, que durante casi una década nos mantuvo pesquisando en todos los medios su casi segura existencia.
La Dra Morales está en una esquina de la mesa y tiene su banderín de Venezuela en la justa dimensión en que la tiene la gente del otro país que es, justamente como lo dijimos originalmente, Cuba. De modo que la comparación entre el tamaño de ambas banderas (la grande atrás y la pequeña adelante) no tienes términos comunes.
Al descubrir la foto a cuerpo entero nos damos cuenta que quien preside la reunión en solitario, es la Dra. Luisa Ortega Díaz, quien a la fecha de la foto era Fiscal General de la República y por el detalle de la Bandera blanca atrás a su derecha, podemos afirmar ahora sí con seguridad, que el evento se estaba produciendo en la sede Ministerio Público ya que esa la bandera de esa institución.
Desde el punto de vista del Protocolo y Ceremonial todo se desarrolla de acuerdo a las normas universales de la materia. Como les indiqué en otro aparte, la Dra Ortega preside la reunión. A su derecha debe estar el funcionario de más alto rango de Cuba y a su izquierda la Dra Morales, que, de acuerdo a lo que se trate en ese encuentro sería la de mayor rango por Venezuela. Y así como en una especie de trenza de zapatos, se irían acomodando cubanos y venezolanos en la derecha y en la izquierda, de acuerdo al orden de precedencia.
Lo más importante del caso que nos ocupa es que las banderas de pedestal de ambos países son de igual tamaño, lo mismo que los banderines que están sobre la mesa. Y lo otro aún más importante, es que la Bandera de Venezuela se encuentra en el extremo derecho de la persona, venezolana, que preside el evento por lo que bajo ningún concepto se está entregando Soberanía, recordemos que en el orden riguroso del Ceremonial de Estado la bandera a la derecha de su país es señal del ejercicio de su soberanía, la cual no es discutible, ni negociable.
En el Protocolo de Estado la llamada Derecha Ceremonial es una cosa bien seria… para nada trivial, es más.