lunes, 21 de septiembre de 2020

Crónica de la Caracas burdelera

 Crónica de la Caracas burdelera 

Tour burdelero

En las proximidades de las batallas electorales venezolanas hay que tener mucho cuidado con los sitios que se visitan, sobre todo si usted es un aspirante a un cargo de elección popular o si lo ejerce en las instituciones burocráticas del gobierno de turno. En estos tiempos de redes sociales y de teléfonos inteligentes cualquiera puede tomarle una foto y convertirlo a usted en tendencia nacional incluso a pesar de su desconocimiento , con lo que su aspiración se vería seriamente comprometida, por aquello de guardar las apariencias que la doble moral aconseja.

A pesar de toda la historia que tenemos en cuanto al ejercicio legítimo de la prostitución y de la protección legal que brinda el Estado tanto a quienes la practican como a quienes la usufructuan, continúa siendo un tema tabú la presencia de personas de distintas indoles en los llamados prostíbulos o burdeles, como si aquello se tratara de un delito de lesa patria.

En lo particular no tengo un juicio denigrante de aquellas personas que, de alguna manera, simpatizan con los burdeles o con aquellas, con razón llamadas, zonas de tolerancia, por lo mismo que no lo utilizaría contra un adversario del tipo que sea, para denostar de su debilidad o afición por el llamado oficio más viejo del mundo.

Recuerdo que cuando llegué a Caracas, por allá por 1968, había burdeles por todas partes, incluso muchas pensiones, no lo eran tales, si no burdeles. Todo el centro de la ciudad y hasta el Nuevo Circo estaba plagado de burdeles. Había tantos burdeles en todo lo que era el sector de El Silencio que aquellas casas que no lo eran se veían obligadas por la necesidad, a identificar sus casas con un cartelito que se ponía enfrente que decía casa de familia.



Vivienda en la que se advierte que es una casa de familia.

Es que eran muchas las equivocaciones que se producían, en especial los fines de semana, cuando los comensales se alborotaban, producto de los tragos querían hacer de cualquier hueco una trinchera. Según las fuentes consultadas, a finales de los años 50s las estadísticas eran de un burdel por cada 8 casas. Y de cuyas 7 casas, presuntamente, de familias, habían casas de vecindad, bares, expendios de licores y otros.

Para bajar la tensión de los más moralistas, déjenme decirles que la prostitución siempre ha sido en Venezuela una práctica legal, reglamentada y controlada por el Estado a través de, entre otras instituciones, los ministerios de la Salud de distintas épocas. De hecho por allá por la época del 30 del siglo pasado, se instituyó el Día de las Enfermedades Venéreas.

En una biografía de Daniel Santos se dice que El Inquieto Anacobero, cuando venía a Caracas , prefería hospedarse en un burdel que en un hotel, de hecho tenía un burdel que era su favorito, que quedaba en el sector de Catia. En su biografía oral le confesaría a Héctor Mujica:

"La Casa de la Gata me servía a mi de residencia en Caracas durante mis giras artísticas....era un refugio de los hombres de entonces, que por alguna causa no tenían acceso al amor de una mujer y alli llegaban en busca de un amor y un momento de placer".

Los muchachitos de la época, los teenagers pues, nos organizábamos y un día al mes hacíamos un Tour Burdelero y desde mi casa, a una cuadra del Panteón Nacional, salíamos hacia el centro, metiendonos de burdel en burdel, sólo con la intención de ver a las mujeres que trabajaban allí, las que fuera de eufemismos se hacían llamar putas. En realidad se necesitaban varios días para visitarlos todos, con decirles que cerca del Nuevo Circo de Caracas había un edificio de 3 pisos repletos de putas. Se necesitaba de al menos una noche para conocerlo en su totalidad.

En una noche de Tour, una puta veterana le ofreció al canario Javier desayuno, almuerzo y cena por sólo 30 bolívares. El canario quien, al igual que todos los andábamos juntos, no cargaba dinero, rega9teó el precio. Entonces la señora se lo dejó en 20 bolívares, pero sólo desayuno y almuerzo . Ante una nueva regateada del compañero de tour, la dama en cuestión hizo su última oferta (aunque aquí no se sabía quién ofrecía y quién demandaba): 15 bolívares pero sólo el desayuno. En un último regateo Javier ofreció 10 bolívares (nadie sabía de dónde los iba a sacar in case of ...). La señora finalmente le diría al canario, dirigiéndose a todos, "no joda, pavos, ustedes lo que son es una cuerda de limpios". En el grupo bautizamos aquella fecha como el día en que el canario Javier salvó su virginidad.

Por cierto, en el Edificio donde yo vivía, luego de un tiempo, supimos que en el pent house había un burdel. Ese se llamaba el 8. Quedaba en el 8vo piso y las citas se hacían escogiendo a la elegida de un album de fotos provocadoras que se hacían tomar las chicas... bueno, es lo que contaban los muchachos en edad burdelera.
Se cuenta que un conocido economista y profesor universitario que posteriormente se encumbró hasta la Presidencia del Banco Central de Venezuela, era un asiduo visitante del 8. Una vez coincidimos en el ascensor del edificio y al identificarlo una dama de la familia cometió la indiscreción de darle las buenas noches, profesor . El señor se bajó el sombrero, enterró la cabeza en el piso y desde allá abajo balbuceó un buenas noches totalmente gutural. Luego comentarían las muchachas del edificio, irónicamente, que a este profesor se le justificaba su afición a los burdeles porque era tan feo que de otra manera se le haría muy difícil aparearse.

Quien piense que eso era antes posiblemente no sabe que contemporaneamente existen grandes zonas en las que se toleran legalmente este tipo de prácticas. Es más, tienen patente municipal, pagan derecho de frente, impuestos municipales, seguro social, impuesto sobre la renta, etc como cualquier hijo de vecina con personalidad jurídica. 


Vista parcial de la Avenida Las Acacias con su chorrera de hoteles de lado y lado. 

Si usted le pregunta a un caraqueño dónde queda la Avenida Las Acacias posiblemente lo agarre fuera de base. Pero si le pregunta por la calle de los hoteles tenga la seguridad que lo va a llevar con los ojos vendados a la mayor zona de tolerancia que se conoce en Venezuela, zona en la que las acacias han sido sustituidas por hoteles, hotelitos y hoteluchos destinados al ejercicio de la prostitución sin restricciones. El caraqueño, tan bien conocido por su creatividad a la hora de improvisar salidas ingeniosas, ha dado una nueva nomenclatura al espacio ocupado por la calle de los hoteles al identificarla también como avenida vía láctea o calle parmalat por razones más que obvias y que este cronista no las desentrañará para no terminar un tema tan solemne en el terreno de la trivialidad.

Finalmente, a escasas cuadras de la calle de los hoteles, hoy avenida de los cuatro nombres, se encuentra un sitio que fue la frustración de un trashumante amigo, quien, en un arranque por reverdecer las hojas de su árbol ya marchitas, quiso conocer un sitio muy famoso en los alrededores de Plaza Venezuela, en Los Caobos. Al llegar a la planta baja del sitio que funge como hotel, se encontraban congregadas no menos de una centena de trabajadoras sexuales. Al apenas entrar nuestro lujurioso turista entró en una especie de fatiga por lo que rogó ser sacado de inmediato del recinto. Ya afuera y al recuperar el aliento expresaría que se sintió intimidado "porque... es que yo nunca había visto tantas putas juntas".

Lo que todo esto demuestra es que el ejercicio de la prostitución en Venezuela nunca ha sido un misterio; al contrario, es amparada por las instituciones del Estado, quien protege y regula la vida de quienes la ejercen y de los locales en que se practica. De modo que usar este tema como que si fuera el coco a estas alturas del juego, indica el desconocimiento de la historia de la capital, o tal vez el ejercicio de un puritanismo ramplón producto de creencias desfasadas o la intención aviesa de infligir algún daño.

No merece un tema tan vivificante como éste morir en la opacidad de la lúgubre diatriba política. 

Por García Márquez, por Héctor Mujica y por Daniel Santos, quienes las honraron en sus obras .... saquen a las putas del debate político!

Concepto, producción y redacción: Héctor Acosta Martínez 

 




miércoles, 9 de septiembre de 2020

Desmontando la falacia del "fracaso" .....del Socialismo en la URSS!

 


Desmontando la falacia del “fracaso”  económico, social y político del socialismo en la URSS

Por Pascualina Curcio

6 agosto, 2020

A más de un siglo de la Revolución Bolchevique ¿fracasada o boicoteada?

“La URSS es un país que supone una seria amenaza para el mundo occidental. No me estoy refiriendo a la amenaza militar; en realidad ésta no existía. Nuestros países están lo suficientemente bien armados, incluyendo el armamento nuclear. Estoy hablando de la amenaza económica. Gracias a la economía planificada y a esa particular combinación de estímulos morales y materiales, la Unión Soviética logró alcanzar altos indicadores económicos. El porcentaje de crecimiento de su Producto Nacional Bruto es prácticamente el doble que en nuestros países. Si añadimos a esto los enormes recursos naturales de los que dispone la Unión, con una gestión racional de la economía, son más que reales las posibilidades que tiene de expulsarnos del mercado mundial … Por eso siempre hemos adoptado medidas encaminadas a debilitar la economía de la Unión Soviética y a crear allí dificultades económicas”.

Fue en 1917 cuando obreros y campesinos, bajo el liderazgo de Vladimir Ilich Uliánov, Lenin, iniciaron la Revolución Bolchevique. Casi 70 años después, el 8 de diciembre de 1991, los presidentes de Rusia, Ucrania y Bielorrusia suscribieron el Tratado de Belavezha, el cual marcó la disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) [2].

Innumerables intelectuales e historiadores de la época, incluso aquellos que se reconocían comunistas, se dieron a la tarea de recalcar que la Revolución Rusa fracasó, otros simplemente callaron. Centenares de escritos fueron publicados acerca de la “crisis de la URSS” y del fracaso del socialismo, lo que a su vez justificó la Perestroika iniciada por Mijaíl Gorbachov en 1985, y la transición a una economía de mercado promovida y consolidada por Boris Yeltsin a partir de enero de 1992, luego de asumir la presidencia de Rusia.

Confundidos por la situación económica que se vivía en la URSS desde mediados de los 80, caracterizada por la escasez de alimentos, la cual se manifestaba en colas cada vez más largas a las puertas de los establecimientos, los estudiosos, líderes y decisores comenzaron a cuestionar el modelo socialista justificando la necesidad imperiosa y urgente de un cambio y de una transición hacia un sistema similar al de Occidente. Es así como ante la confusión de lo que ocurría, y convencidos de que la causa era el fracaso del socialismo, Gorbarchov inició un conjunto de transformaciones que apuntaron a la liberación de los mercados.

Se preguntarían los intelectuales y líderes políticos de la época ¿por qué tardó 70 años en fracasar el modelo socialista? Se habrán paseado por la interrogante de ¿por qué la Revolución sobrevivió a las dos guerras mundiales y no fue sino hasta finales de los 80 cuando comienzan a manifestarse síntomas de una supuesta crisis?, ¿habrán pensado en revisar los indicadores económicos y sociales que les permitiesen afirmar y sustentar el discurso del fracaso del modelo socialista y la necesidad de transitar hacia el libre mercado?, ¿les habrá pasado por la mente que la Revolución Rusa podía estar siendo asediada y boicoteada por el imperialismo?

Dos semanas antes de la disolución de la URSS, la “Dama de Hierro” no sólo reconoció las bondades del modelo socialista al compararlo con el occidental, sino que además confesó que llevaban ya mucho tiempo ejecutando acciones para crear dificultades a la URSS.

Dijo Margaret Thatcher :

“Por desgracia y pese a todos nuestros esfuerzos, durante largo tiempo la situación política en la URSS siguió siendo estable durante un largo periodo de tiempo. Teníamos una situación complicada, sin embargo al poco tiempo nos llegó una información sobre el pronto fallecimiento del líder soviético y la posibilidad de la llegada al poder, con nuestra ayuda, de una persona gracias a la cual podríamos realizar nuestras intenciones en esta esfera (debilitar la economía de la Unión Soviética)… Esa persona era Mijaíl Gorbachov, a quien nuestros expertos calificaban como una persona imprudente, sugestionable y muy ambiciosa. Él tenía buenas relaciones con la mayoría de la élite política soviética, y por eso su llegada al poder, con nuestra ayuda, fue posible [3].

El escritor Serguei Kara-Murza, quien se ha dedicado a sistematizar y desmontar con indicadores y gráficos el mito del fracaso de la Revolución Rusa [4], afirmó de manera tajante : “No hubo ninguna crisis económica en la URSS al inicio de la Perestroika. Cualquiera puede ver esto en los anuarios estadísticos” [5].        

Entre 1917 y 1991, la economía rusa registró un crecimiento continuo. La producción medida en términos per cápita incrementó 378%. Los niveles más altos de producción se registraron a finales de los años 80. Fue a partir de la disolución de la URSS cuando comenzó a registrarse una disminución de la producción. Entre 1991 y 1998, la economía rusa cayó 45%.

¿Cómo explicar, entonces, la supuesta crisis económica de la década de los 80, cuando durante esos años se registraron los mayores niveles de producción?

Mientras EE.UU. alcanzó niveles de desempleo que ascendieron al 23% durante la Gran Depresión, en la URSS se registraba pleno empleo, el cual se mantuvo hasta 1988.

La inversión en la URSS a finales de la década de los 80 superó la de EE.UU., la de Francia, Alemania y Gran Bretaña.

 

ÍNDICE DE INVERSIÓN (1980=1) [6]

La URSS creó por primera vez el sistema de educación gratuito hasta el nivel universitario. La tasa de analfabetismo en 1890, durante el zarismo, era 85%, en 1917, cuando inició la Revolución Bolchevique, era 79%, en 1939 descendió a 19% y en 1959 llegó a 1%. Para el año 1969, la URSS era un país libre de analfabetismo.

La Organización Mundial de la Salud, en un informe publicado el año 1963, concluyó:

“… los servicios sanitarios de la URSS, tanto preventivos como terapéuticos, están gratuitamente a disposición de todos los ciudadanos sin distinciones económicas o sociales. La labor de los sanitarios, tanto de los especialistas médicos más calificados, como de los feldshers, llega a todos los hogares, incluso a los de las localidades más remotas e incomunicadas. Naturalmente, ello sólo es posible en virtud del carácter estatal de la medicina soviética y, aunque no se prohíbe la práctica privada, ésta es tan restringida que no influye perceptiblemente en la organización general de los servicios sanitarios del país”. [7].

La esperanza de vida al nacer de los rusos aumentó durante la Revolución. Pasó de 40 años en 1920 a los niveles más altos (69,4 años) a finales de la década de los 80. Al disolverse la URSS, se desplomó la esperanza de vida en Rusia. En menos de 5 años pasó de 69,4 en 1988 a 64,4 años en 1994.

La tasa más baja de mortalidad, para el caso de las mujeres, se registró durante la década de los 80. En 1988 morían 110 mujeres por cada 1000. A partir de 1991, y en menos de 5 años, dicha tasa aumentó 62%.

Los niveles más bajos de casos de tuberculosis se registraron durante la década de los 80. A partir de 1990, una vez disuelta la URSS, se comenzó a evidenciar un repunte.

Fue Viktor Zhdanov, médico soviético, quien en 1958, siendo viceministro de Salud, propuso a la Asamblea Nacional de la Organización Mundial de la Salud una iniciativa global conjunta para erradicar la viruela. La propuesta fue aprobada en 1959, lo que permitió que por primera vez se lograra erradicar una enfermedad a nivel mundial mediante campañas de vacunación, en las que la URSS jugó un papel protagónico.

El consumo de alimentos por persona en la URSS, para el año 1980, era superior al de EE.UU., a excepción de la carne. Adicionalmente, el consumo de alimentos per cápita en la URSS durante el año 1989 fue mayor al compararlo con el de 1980.

 

CONSUMO DE ALIMENTOS (Kg por persona al año) [8]

El consumo de alimentos del pueblo soviético era el más alto al compararlo con Europa, EE.UU. y España. Alcanzó en 1989 las 3.500 kilocalorías diarias por persona. Sin embargo, a partir de 1990 comenzó a descender. En 1991 se ubicó en 2.800 kilocalorías diarias, recordamos que la FAO establece como mínimo, para garantizar seguridad alimentaria, 2.780 kilocalorías. Mucho se dijo acerca del bajo consumo de carne de la población soviética. Al respecto, hay que recordar que por condiciones climatológicas los países de la URSS no son productores de carne bovina, debido a la falta de agua y de pasto para la alimentación del ganado. La URSS importaba 2 kilogramos de carne por persona al año, lo que equivalía al 1% de sus importaciones. Países como Alemania e Italia importaban 4 y 7 veces más de carne que la URSS. Adicionalmente, la importación de carne era más que compensada por la exportación de pescado, la cual ascendía a 20 kilogramos por persona al año.

Desde el año 1906 y hasta 1990, la estatura promedio del soviético aumentó, pasó de 1,57 cm a 1,75 cm (1978). Para el año 2008 se registró una estatura menor a la de la década de los 60, 1,67 cm.

Observando el comportamiento de estos indicadores, muchos de ellos tomados de la Organización de Naciones Unidas, del Banco Mundial y de la OECD, no podemos concluir que el socialismo sea un modelo fracasado.

En un informe preparado en diciembre de 1982 por Henry Rowen, presidente del Consejo Nacional de la CIA, y publicado por el comité conjunto de economía del Congreso de EE.UU., se lee : “la economía soviética es altamente autosuficiente y está lejos de experimentar un colapso” [9]. Dicho estudio también indicó que “la URSS experimentó un crecimiento económico continuo y una mejoría en el nivel de vida de su población durante los últimos treinta años”. Destaca el estudio la habilidad de la economía soviética para mantener su viabilidad ante la ausencia de importaciones. Esa habilidad es mucho mayor que la de la mayoría, y posiblemente todas, de las economías de otros países industrializados [10].

¿Cómo explicar, entonces, que de manera repentina, a partir de 1985, el pueblo soviético se viese sometido a largas colas para adquirir alimentos? ¿Cómo explicar que intempestivamente, luego de 70 años de Revolución, se desatara una supuesta crisis del Socialismo?

La respuesta no sólo la hallamos en el discurso ofrecido por Margaret Thatcher aquel diciembre de 1991. También lo confesó Mijaíl Gorbachov en un discurso que dio el año 2000 en una universidad norteamericana en Turquía.

Dijo Gorbachov:

“El objetivo de mi vida fue la aniquilación del comunismo … mi esposa me apoyó plenamente y lo entendió incluso antes que yo (…) para lograrlo logré encontrar compañeros de lucha, entre ellos A.N. Yakovlev y E. A. Shevardnadze … Aproveché mi posición en el Partido y en el país, tuve que sustituir toda la dirección del PCUS y de la URSS, así como la dirección de todos los países socialistas de Europa” [11].

Recientemente, la CIA desclasificó algunos documentos donde se afirma que “el magnate financiero George Soros y la CIA ayudaron a Gorbachov a proporcionar la posterior disolución de la URSS”. Sobre ellos el analista y ex empleado de la Agencia de Seguridad Nacional, Wayne Madsen, afirmó que el multimillonario George Soros proporcionó en 1987 cobertura económica al gobierno de Mijaíl Gorbachov, a través de una ONG de la CIA conocida como el Instituto de Estudios de Seguridad Este-Oeste (IEWSS, por sus siglas en inglés) [12].

Por su parte, Valentina Rushnikova, economista y ex empleada de la comisión agroindustrial del Estado de la URSS, en un artículo publicado en 2011 afirmó:

“Mucho antes de 1991 ya se había creado y estaba en pleno funcionamiento la “quinta columna”, inculcando progresivamente en la conciencia de la gente el irrespeto por el modo de vida socialista, a menudo originando problemas de un modo artificial. No solo operaba la propaganda antisoviética, que se servía de determinadas dificultades del sistema socialista, también estaba en marcha la actividad saboteadora, oculta hasta ese momento.

Una de las direcciones fundamentales para exacerbar la tensión en la sociedad fue la creación artificial de problemas relacionados con el suministro de bienes de consumo, en primer lugar con productos de alimentación. Desde mediados de los 80, en muchas ciudades y núcleos urbanos comenzaron a escasear los productos de alimentación en muchos aparadores de las tiendas, y no sólo las exquisiteces, sino también los productos de consumo diario. Era un proceso que iba en aumento de año en año, con la única excepción de la capital, donde la variedad de productos de alimentación se mantenía a un nivel decente” [13].

Explicaba Rushnikova que:

“En 1987 el volumen de producción de la industria alimentaria, en comparación con los indicadores de 1980, había crecido en un 130%. En el sector cárnico ese crecimiento ‒en comparación con 1980‒ había sido de un 135%, en el sector de lácteos fue de un 131%, en el de pescado de un 132% y en el de derivados de la harina de un 123%. En ese mismo periodo de tiempo, el crecimiento de la población fue de un 6,7%, mientras que el salario medio en la economía creció de media un 19%. En consecuencia, la producción de productos de alimentación en nuestro país iba muy por delante del incremento de población y del poder adquisitivo.

Todas las empresas de la industria alimentaria trabajaban a plena capacidad, estaban garantizados los suministros de productos agrícolas y de otros tipos de materias primas necesarios para su funcionamiento, así como la mano de obra. Significa esto que el desarrollo de la industria alimentaria en modo alguno pudo ser el causante de la escasez de género en las tiendas de comestibles” [14].

Concluye la economista:

“Por eso sólo cabe hacer una deducción: la escasez fue generada de modo consciente, artificial, pero no en la etapa de la producción, sino en la esfera de la distribución. El objetivo era crear tensión social en el país. Por cierto, que nuestra generación recuerda bien el programa “600 segundos”. En él, en 1990, se mostraron reportajes bastante elocuentes de cómo se destruía embutido, mantequilla, aceite y otros productos que ya eran deficitarios en ese momento. En una de las publicaciones de la época, el entonces alcalde de Moscú y hoy consejero del alcalde, Gabril Popov, reconocía esos casos en que se destruían productos de alimentación con el objetivo de generar escasez en la ciudad. En la prensa se informaba cómo se habían detenido al unísono, para ser “reparadas”, todas las empresas que producían tabaco y detergente” [15].

MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Los medios de comunicación desempeñaron un rol protagónico a finales de los 80. Afirma Kara Murza:

“Si entre la población apareció alguna sensación de crisis, esto fue debido a la insistente campaña de prensa y TV. Un ejemplo: el consumo de leche y productos lácteos en 1989 fue en la URSS de 341 kg por persona (en EE.UU. 260 Kg), pero un 44% respondió en la encuesta de percepción que consumía, a su juicio, poco. Y donde más se prestó la población a la campaña antisoviética, más amargada estaba la gente. En Armenia, donde los radicales le dieron el primer golpe militar a la URSS, desatando la guerra criminal contra los azeríes, el 62% estaba descontento de su consumo de leche, que en realidad era de 480 kg por persona”.

Otro fenómeno se dio en la URSS a finales de los años 80 y está relacionado con la brecha, cada vez mayor, entre el tipo de cambio oficial y el que se marcaba en los mercados ilegales. Para el año 1990, el tipo de cambio oficial era 1,68 rublos por dólar, mientras que en el mercado ilegal, este ascendía a 10 rublos por dólar. En abril de 1991, la tasa oficial del Banco del Estado era de 1,75 rublos por dólar, y la tasa del mercado ilegal era de 30 a 33 rublos, es decir, 19 veces mayor. No sólo se evidencia una brecha desproporcionada entre ambas tasas, sino el aumento de 230% del tipo de cambio ilegal entre 1990 y 1991.

Al respecto, Kara Murza, al referirse al manejo que los medios de comunicación dieron a la situación de la URSS, afirma :

“En un número de 1990 El País dedicó todo un artículo al rublo soviético, demostrando lo mala que era la economía de la URSS. Se dijo: “El rublo ha perdido completamente su valor y se cambia en el mercado negro diez rublos por un dólar”. Pero …  ¿por qué el valor se mide en el mercado negro en que circulaban sumas míseras, microscópicas en relación con el tamaño de la economía ? Evidentemente, hay medidas absolutas, con que se comparan las unidades de recursos independientes del lugar, el orden económico o la ideología. Estas medidas expresan el valor de la moneda en el lugar donde ésta funciona. Sabía muy bien el corresponsal de El País estas medidas y el volumen de rublos fluidos en cada una de estas vertientes. He aquí algunas: 1 viaje en metro en Moscú valía 0,05 rublos, y en Nueva York, 1,5 dólares. Esto significa que la misma suma de recursos “absolutos” (maquinaria, construcción, energía, mano de obra, etc.) necesarios para proporcionar 20 viajes en metro se pagaba por 1 rublo o por 30 dólares. Es decir, en términos de transporte el valor de 1 rublo era equivalente al de 30 dólares (lo que equivale a decir que 1 dólar equivale a 0,33 rublos). En términos de pan, un rublo valía lo mismo que 12 dólares. En comunicaciones (teléfono), unos 20 dólares, en término de medicinas, 30 dólares y en la compra de vivienda, 15 dólares. Éste era el valor real del rublo como medio de pago de los bienes básicos.

Cabe preguntarse: ¿Hubo manipulación mediática del tipo de cambio en los mercados ilegales? ¿Qué relación pudo haber tenido esta marcación con los niveles de precios en la economía soviética de finales de los 80 e inicios de los 90, los cuales registraron aumentos importantes durante ese período?

No hubo tal fracaso del socialismo como sistema económico, social y político. No es lo que muestran los indicadores. Por el contrario, el deterioro se observa a partir de 1991, una vez liberados los mercados. En todo caso, de atribuirse un fracaso a la Revolución Bolchevique, fue el no haberse blindado ante los ataques y sabotajes por parte del imperialismo. El capitalismo, desde octubre de 1917 se sintió amenazado, tal como lo confesó Margaret Thatcher, por un modelo alternativo de igualdad y de justicia social, el cual mostró sus logros durante 70 años de Revolución. El imperialismo, ante tamaña amenaza, actuó en consecuencia.

A cien años de la Revolución Bolchevique recordamos a Lenin, quien en su momento lo alertó:

“Durante mucho tiempo después de la Revolución, los explotadores siguen conservando de hecho, inevitablemente, enormes ventajas: conservan el dinero (no es posible suprimirlo de golpe), algunos que otros bienes muebles, con frecuencia valiosos; conservan las relaciones, los hábitos de organización y administración, el conocimiento de todos los “secretos” (costumbres, procedimientos, medios, posibilidades) de la administración; conservan una instrucción más elevada, sus estrechos lazos con el alto personal técnico (que vive y piensa en burgués); conservan (y esto es muy importante) una experiencia infinitamente superior en lo que respecta al arte militar, etc., etc.

Si los explotadores son derrotados solo en un país –y éste es, por supuesto, el caso típico, pues la revolución simultánea en varios países constituye una rara excepción– seguirán siendo, no obstante, más fuertes que los explotados, porque sus relaciones internacionales son poderosas. Además, una parte de los explotados, pertenecientes a las masas menos desarrolladas de campesinos medios, artesanos, etc., puede seguir y sigue a los explotadores, como lo han probado hasta ahora todas las revoluciones, incluso la Comuna (porque entre las fuerzas de Versalles había también proletarios, cosa que “ha olvidado” el doctísimo Kautsky).

Por tanto, suponer que en una revolución más o menos seria y profunda la solución del problema depende sencillamente de la actitud de la mayoría ante la minoría, es una estupidez inmensa, el más necio prejuicio de un liberal adocenado, es engañar a las masas, ocultarles una evidente verdad histórica. Esta verdad histórica es la siguiente : en toda revolución profunda, la regla es que los explotadores, que durante bastantes años conservan de hecho grandes ventajas sobre los explotados, opongan una resistencia larga, porfiada y desesperada. Nunca –a no ser en la fantasía dulzona del melifluo tontaina de Kautsky– se someten los explotadores a la voluntad de la mayoría de los explotados sin haber puesto antes a prueba su ventaja en una desesperada “batalla final”, en una serie de batallas. El paso del capitalismo al comunismo llena toda una época histórica.

Mientras esta época histórica no finalice, los explotadores siguen inevitablemente abrigando esperanzas de restauración, esperanzas que se convierten en tentativas de restauración. Después de la primera derrota seria, los explotadores derrocados, que no esperaban su derrocamiento ni creían en él, que no aceptaban siquiera la idea de que pudiera producirse, se lanzan con energía decuplicada, con pasión furiosa y odio centuplicado a la lucha por la restitución del “paraíso” que les ha sido arrebatado, en defensa de sus familias, que antes disfrutaban de una vida tan dulce y a quienes la “chusma vil” condena ahora a la ruina y a la miseria (o a trabajo “simple”).

Y detrás de los capitalistas explotadores sigue una gran masa de pequeña burguesía, de la que decenios de experiencia histórica en todos los países nos dicen que titubea y vacila, que hoy sigue al proletariado y mañana se asusta de las dificultades de la Revolución, se deja llevar del pánico ante la primera derrota o semiderrota de los obreros, se pone nerviosa, se agita, lloriquea, se pasa de un campo a otro” [16].

Reconocer los mecanismos mediante los cuales el imperialismo históricamente ha boicoteado y asediado los modelos alternativos que constituyen una amenaza a los grandes capitales, es fundamental no sólo para tener conciencia de la otra versión de la historia, aquella que ha estado ausente en el discurso y medios de comunicación hegemónicos, sino para no caer en las manipulaciones que pretenden confundir y hacer ver un supuesto fracaso del socialismo y, por lo tanto, caer en el error de la necesaria transición al libre mercado como orden económico exitoso.

Es imperioso identificar y saber cómo funcionan los mecanismos que durante años ha empleado el gran capital para sabotear los modelos de igualdad y de justicia social. Entre ellos:

1) la alteración de los canales de distribución de bienes esenciales que derivan en colas y en la proliferación de mercados ilegales;

2) la alta dependencia a grandes monopolios productores, distribuidores e importadores de bienes esenciales;

3) la manipulación del tipo de cambio en los mercados ilegales que se traduce en incrementos inducidos y desproporcionados de precios; y

4) así como los bloqueos comerciales, sean éstos encubiertos, como ocurrió en Chile (ya develado en los documentos desclasificados) [17] o formales como ha sido el bloqueo genocida contra el pueblo cubano.

Hoy, y desde 1999, Venezuela es considerada una amenaza extraordinaria e inusual para el imperialismo, no porque tengamos armas, sino por la voluntad de un pueblo que decidió transitar hacia un modelo de justicia social e igualdad.

Hoy, y desde 1999, los grandes capitales han puesto en práctica todos los mecanismos para desestabilizar la economía venezolana: han acaparado alimentos, distorsionado los canales de distribución de los bienes esenciales, manipulado el tipo de cambio ilegal, inducido la inflación, bloqueado financieramente y embargado comercialmente al país. Con el apoyo de los medios de comunicación y en un discurso dominante han atribuido las consecuencias de estos actos genocidas al fracaso del modelo revolucionario. Buscan con ello presionar y justificar la transición hacia una economía de libre mercado.

No nos dejemos confundir. No repitamos los errores.

 

 

 

 

NOTAS

[1] ¿Quiénes estuvieron detrás del desmantelamiento de la URSS ? por Anatoli Lukiánov

Nishida Kitarō (Publicado 27-10-2013) ¿Quiénes estuvieron detrás del desmantelamiento de la URSS ? por Anatoli Lukiánov, explica por qué y por quiénes fue posible lograrlo. Anatoly Ivanovich Lukyanov (en ruso : Анатолий Иванович Лукьянов) (nacido el 07 de mayo 1930 en Smolensk) es un político comunista ruso que fue Presidente del Soviet Supremo de la URSS entre el 15 de marzo de 1990 y 22 de agosto 1991. Uno de los fundadores del Partido Comunista de la Federación Rusa (PCFR) en 1993, es descrito por su líder Gennady Ziuganov como “Deng Xiaoping” del partido. Lukiánov fue elegido como diputado a las tres primeras Dumas estatales de la Federación de Rusia (1993, 1995 y 1999). Su último cargo fue el de Presidente del Comité de la Duma de Derecho Constitucional (Председатель Комитета ГД по конституционному законодательству и государственному строительству). No participó en las elecciones de 2003 y en su lugar se convirtió en un miembro de la junta de una compañía llamada OEG Petroservis. Anatoli Lukiánov, compañero de estudios de Mijail Gorbachov, revela información y documentos sobre quiénes y por qué razones se llevó a cabo el desmantelamiento de la URSS, tanto por caballos de Troya internos como por las potencias occidentales, decididas a hacer caer la URSS a cualquier precio. Particularmente reveladores son los documentos de Margaret Thatcher, cuya preocupación para lograr desmantelar desde dentro a la URSS no era por temor a su poder militar, pues en eso estaban equilibradas las potencias occidentales. Su preocupación era el tipo de economía planificada de la URSS, que tenía el doble del Producto Nacional Bruto al de los países occidentales que apostaban por el libre mercado, lo cual sí constituía el verdadero peligro, al tratarse de un país tan grande y con tantos recursos, pues amenazaba eventualmente con sacar del mercado mundial a los países que habían apostado por el capitalismo.[2]

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El Tratado de Belavezha que remató la URSS

Sputnik Moscú 2016Tratado de Belavezha, wikipedia

[3] Margaret Thatcher : “la URSS supone una amenaza para Occidente por su economía planificada”

Foro Comunista – Acción Comunista, 03-01-2012

Discurso de Margaret Thatcher en Houston, en 1991 en el que confiesa la fortaleza de la economía de la URSS y explica cómo se preparó desde Occidente su desmoronamiento

La URSS es un país que supone una seria amenaza para el mundo occidental. No me estoy refiriendo a la amenaza militar, en realidad ésta no existía. Nuestros países están lo suficientemente bien armados, incluyendo el armamento nuclear.

Estoy hablando de la amenaza económica. Gracias a la economía planificada y a esa particular combinación de estímulos morales y materiales.

La Unión Soviética logró alcanzar altos indicadores económicos.

El porcentaje de crecimiento de su Producto Nacional Bruto es prácticamente el doble que en nuestros países. Si añadimos a esto los enormes recursos naturales de los que dispone la Unión, con una gestión racional de la economía, son más que reales las posibilidades que tiene de expulsarnos del mercado mundial (…)

Por eso siempre hemos adoptado medidas encaminadas a debilitar la economía de la Unión Soviética y a crear allí dificultades económicas, donde el papel principal lo jugó la carrera de armamentos.

Un lugar importante en nuestra política era la toma en consideración de las flaquezas de la constitución de la URSS. En el plano formal, ésta preveía la salida inmediata de la URSS de cualquier república que así lo desease, mediante la decisión de su Soviet Supremo y por mayoría simple.

Cierto que la realización de ese derecho era prácticamente irrealizable debido al papel cimentador del Partido Comunista y de los órganos de seguridad. Y a pesar de todo, en esta particularidad constitucional teníamos potenciales posibilidades para nuestra política.

Por desgracia y pese a todos nuestros esfuerzos, durante largo tiempo la situación política en la URSS siguió siendo estable durante un largo periodo de tiempo. Teníamos una situación complicada, sin embargo al poco tiempo nos llegó una información sobre el pronto fallecimiento del líder soviético y la posibilidad de la llegada al poder, con nuestra ayuda, de una persona gracias a la cual podríamos realizar nuestras intenciones en esta esfera.

Esa era la valoración de mis expertos. Siempre propicié la formación de un grupo cualificado de expertos sobre la Unión Soviética y cuando la situación lo requería fomentaba la emigración de la URSS de los especialistas necesarios.

Esa persona era Mijaíl Gorbachov, a quien nuestros expertos calificaban como una persona imprudente, sugestionable y muy ambiciosa. Él tenía buenas relaciones con la mayoría de la élite política soviética, y por eso su llegada al poder, con nuestra ayuda, fue posible.

La actividad del frente popular no requería de grandes inversiones:  hablamos de gastos en multicopistas y de respaldar económicamente a funcionarios. Sin embargo lo que requería fondos considerables era el apoyo a las prolongadas huelgas de mineros. Grandes debates entre los expertos levantaba la cuestión sobre la candidatura de Borís Yeltsin en calidad de líder de ese frente popular con la perspectiva de su consiguiente elección al Soviet Supremo de la Federación de Rusia, en contrapeso al liderazgo de Gorbachov.

La mayoría de los expertos se pronunciaban en contra de la candidatura de Yeltsin, debido a las particularidades de su carácter y a su pasado.

Sin embargo se produjeron los contactos correspondientes, los acuerdos y la decisión de forzar la candidatura de Yeltsin fue la que definitivamente se adoptó. Aunque con gran dificultad, Yeltsin salió elegido Presidente del Soviet Supremo de Rusia y acto seguido se adoptó la declaración de soberanía de Rusia.

La cuestión era ¿de quién ?, si la URSS fue en su día creada en torno a Rusia. No se entiende.

Ése fue sin duda el comienzo de la desintegración de la URSS. A Yeltsin se le prestó una ayuda determinante durante los sucesos de agosto de 1991, cuando la cúpula que gobernaba la URSS bloqueó a Gorbachov, e intentó restablecer la integridad de la URSS … Los partidarios de Yeltsin resistieron, y éste adquirió un poder real, significativo, aunque no total, sobre los órganos de seguridad.

Todas las repúblicas de la Unión aprovecharon la coyuntura para declarar su soberanía, aunque algunas lo hicieran de un modo un tanto sui géneris sin descartar su permanencia dentro de la Unión. De modo que ya se ha producido de facto la disolución de la Unión Soviética, aunque de iure continúa existiendo. Pero les aseguro que en los próximos meses recibirán la noticia de la formulación jurídica de la disolución de la Unión Soviética.

Fuente : La República.

[4] Se recomienda la lectura de uno de los trabajos de este autor El Libro Blanco, en el cual demuestra mediante 300 gráficos que el modelo socialista de la URSS no fracasó:

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Libro blanco de Rusia 1950-2013 (Kara-Murza & Grazhdanki)

Pueblo Soviético 23-07-2015 & 07-02-2016Traficantes de Sueños

Associación Catalana d’Investigacions Marxistes El Desplome. Entrevista a Serguei Kará-Murzá

Miguel Riera, El Viejo Topo julio 2007

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Белая книга России. Строительство, перестройка и реформы : 1950–2013 гг.

А.И. Гражданкин, С.Г. Кара-Мурза

Москва Научный эксперт 2015

[5] Kara-Murza Serguei : ¿Qué le ocurrió a la Unión Soviética ?

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¿Qué le ocurrió a la Unión Soviética ?

Serguei Kara-Murza

Gerónimo de Uztariz, n° 9/10, 1994

Tesis de Kara-Murza:

“influyentes sectores de la URSS (incluida una parte de la cúpula del PCUS) asumen como su misión trascendental (idealista) y social (intereses económicos) la destrucción del « imperio del Mal » y su régimen totalitario -por medio de todo el poder establecido se inicia la revolución desde arriba respaldada plenamente (y con todos los medios) por Occidente-, como instrumento de destrucción se crea la aguda crisis económica y se promueven los conflictos en todos los cortes de la sociedad -étnicos entre otros-, la crisis se agrava con una serie de provocaciones bien sincronizadas, se vuelve sistémica y culmina en la disolución de la URSS por decisión del grupo gobernante“.

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¿Qué le ocurrió a la URSS ?

Gonçal Vicens Bordes

La Velleta Verda

setembre 2013

[6] Ibídem

[7]

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Los servicios sanitarios en la URSS

Cuadernos de Salud Pública nº 3

OMS Ginebra 1963

- Organización Mundial de la Salud. 1963. Los servicios sanitarios en la URSS..

PDF - 3.1 Mo

La educación sanitaria en la URSS

Cuadernos de Salud Pública nº 19

OMS Ginebra 1964

[8] Kara Murza Sergueid : ¿Qué ocurrió en la URSS ?

[9] La economía soviética es autosuficiente, afirma un estudio realizado por la CIA

EFE Washington / El País 10-01-1983

La economía de la Unión Soviética sufre de muchas debilidades, pero “es altamente autosuficiente y está lejos de experimentar un colapso“, asegura un estudio de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos. El informe, dado a conocer ayer por el comité conjunto de economía del Congreso de EE UU, es el segundo sobre la economía soviética divulgado en las últimas semanas. En diciembre un estudio de la CIA indicó que la URSS experimentó un crecimiento económico continuo y una mejoría en el nivel de vida de su población durante los últimos treinta años.

En el estudio, preparado por el presidente del Consejo Nacional de la CIA, Henry Rowen, se destaca “la habilidad de la economía soviética” para mantener su viabilidad ante la ausencia de importaciones. Esa habilidad “es mucho mayor que la de la mayoría, y posiblemente todas, de las economías” de otros países industrializados, asegura la CIA en su informe.

Los dos informes contrastan con las afirmaciones del presidente, Reagan, en el sentido de que la economía soviética se encuentra con problemas.

En una entrevista con The Washington Post, Reagan sugirió que esas dificultades económicas abrían la puerta a una moderación del comportamiento soviético y al posible éxito de las negociaciones sobre control de armamentos nucleares. Según Reagan, las esperanzas para la paz serían mayores si los soviéticos decidieran integrarse pacíficamente al concierto mundial de naciones.

“Ha sido típico por parte de los analistas de los asuntos soviéticos concentrar la atención en los problemas de su economía“, dijo el senador demócrata por Wisconsin, William Proxmire, quien preside el subcomité del congreso y que recibió en una sesión a puerta cerrada el informe de la CIA.

El estudio de la CIA pronostica un crecimiento lento, pero positivo, del producto nacional bruto de la Unión Soviética.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 10 de enero de 1983.

Más información

Buena acogida en Occidente a la oferta del Pacto de Varsovia, asegura Moscú.

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Watching the Bear

Essays on CIA’s Analysis of the Soviet Union

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The Soviet Economy. A Closer Look at the Debate and the Reality

First Published : Frontline, Special Pilot Issue, April 11, 1983

Transcription, Editing and Markup : Paul Saba

Marxists.org Encyclopedia of Anti-Revisionism On-Line

[10] Ibídem

[11] Costa del Sol, 2017. “Arthur González : Se abre paso la verdad sobre la caída de la URSS”.

(Martianos. Seguidores del pensamiento de José Martí Red de los emigrados cubanos)

Se abre paso la verdad sobre la caída de la URSS. Por Arthur González*

Publicado por Virgilio Ponce 19-09-2017

Por Arthur González*/Martianos–Hermes–Cubainformación.- En el año 2000 Mijaíl Gorbachov confesó durante un discurso en la universidad norteamericana de Turquía :

“El objetivo de mi vida fue la aniquilación del comunismo … mi esposa me apoyó plenamente y lo entendió incluso antes que yo (…) para lograrlo logré encontrar compañeros de lucha, entre ellos A.N. Yakovlev y E. A. Shevardnadze”.

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Gorbachov con George Bush director de la CIA y presidente de EE.UU.

Recientemente la CIA desclasificó algunos documentos donde se afirma que “el magnate financiero George Soros y la CIA, ayudaron a Gorbachov a proporcionar la posterior disolución de la URSS”.

Sobre ellos el analista y ex empleado de la NSA, Agencia de Seguridad Nacional, Wayne Madsen, afirmó que el multimillonario George Soros, proporcionó en 1987 cobertura económica, al gobierno de Mijaíl Gorbachov, a través de una ONG de la CIA conocida como el Instituto de Estudios de Seguridad Este-Oeste (IEWSS, por sus siglas en inglés).

La información expone que Soros y la CIA promovieron la difusión de dos términos orquestados desde Occidente en aquellos años, la “perestroika” (apertura) y la “glásnost” (transparencia) para que ambas sirvieran como ente desestabilizador en acelerar la desaparición de la URSS.

Esos documentos de la CIA prueban que lo sucedido no fue producto de un acto “espontáneo y democratizador” de Gorbachov, debido a que el sistema socialista estaba “agotado y quebrantado”, como quieren hacerle creer al mundo.

En Turquía el propio Gorbachov afirmó:

“Para lograrlo aproveché mi posición en el Partido y en el país, tuve que sustituir a toda la dirección del PCUS y de la URSS, así como a la dirección de todos los países socialistas de Europa”.

La verdad es que fue la CIA con el dinero de la Organización Soros, quien diseñó y ejecutó esa gran operación, con todo el apoyo del entonces líder soviético.

El ex analista Wayne Madsen asegura que el plan diseñado para eliminar el bloque socialista de Europa oriental, fue organizado por dos copresidentes del IEWWS de Soros, Joseph Nye, economista de Harvard, y Withney MacMillan, presidente del agro multinacional Cargill, quien había mantenido relaciones comerciales con la Unión Soviética en los años setenta del siglo XX.

No satisfechos con los resultados alcanzados, en 1991 la CIA y Soros centraron sus esfuerzos en provocar un fuerte golpe en la nueva Federación de Rusia, estimulando el separatismo en sus regiones con el fin de debilitarla al máximo.

El informe de Nye y MacMillan, augura el fin de la Unión Soviética y los elementos del nuevo modelo para las futuras relaciones de Moscú con Estados Unidos, para pasar a la era capitalista, y, según ellos, “cualquier nueva evaluación de las relaciones de Occidente con una Unión Soviética aperturista, tiene que partir de una posición de fuerza en vez de un equilibrio de poder”.

El informe del IEWWS fechado en 1987, y su aplicación práctica, fue una forma incruenta de ir despedazando a la URSS por etapas.

En dicho documento se exhorta a Occidente a tomar ventajas respecto de la agonizante Unión Soviética, en el nuevo mapa geopolítico que se avecinaba, en particular en el Tercer Mundo, un área que hasta entonces había sido de influencia soviética.

Madsen apunta que Soros y sus aliadas organizaciones de “derechos humanos”, trabajaron activamente para destruir la Federación de Rusia, apoyaron los movimientos independentistas en Kuzbass (Siberia), a través de los derechistas alemanes que buscaban restaurar Konigsberg y Prusia Oriental, y estos financiaron a nacionalistas lituanos y de otras repúblicas autónomas y regiones como Tatarstán, Osetia del Norte, Ingushetia, Chechenia, entre otras, con el propósito de estimular el separatismo en las llamadas Repúblicas Autónomas Socialistas Soviéticas.

La actividad injerencista de Soros contra Rusia no se ha detenido, se ha incrementado provocativamente a través de sus bases operativas repartidas en los territorios aledaños, en particular Ucrania, Estonia, Letonia, Lituania, Finlandia, Suecia, Moldavia, Georgia, Azerbaiyán, Turquía, Rumania, Mongolia, Kirguistán, Kazajstán, Tayikistán y Uzbekistán, unido a grupos de corte terroristas en coalición con fascistas ucranianos y neonazis moldavos sionistas.

Recientemente, el presidente ruso Vladimir Putin, expulsó a varias organizaciones de Soros como, la Fundación Open Society Foundation y otras ONG de la CIA que operaban en similares circunstancias en territorio ruso, incluidas la NED (Fundación Nacional para la Democracia), el Instituto Republicano Internacional, la Fundación MacArthur y la Freedom House, considerándolas como indeseables y una amenaza para la seguridad del Estado ruso.

No por gusto Mijaíl Gorbachov fue premiado con el Nobel de la Paz, pues siguió diligentemente las orientaciones de la CIA y de George Soros.

La CIA no descansa y pretende eliminar todo vestigio de socialismo en la tierra, por eso sus planes contra Cuba y ahora en Venezuela, donde nada es casual ni por obra y gracias del espíritu santo, pero como dijo San Juan: 8-32, “Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”.

Por eso cada día el mundo comprueba de lo que son capaces los yanquis para lograr sus intereses hegemónicos y las mentiras que tejen, creando patrones preconcebidos entre las grandes masas mediante sus campañas de prensa; de ahí que sabiamente José Martí afirmara:

“Hallar una verdad regocija tanto como ver nacer un hijo”.

*Arthur González, cubano, especialista en relaciones Cuba-EE.UU., editor del Blog El Heraldo Cubano.

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[12] Ibídem

[13] La escasez en la URSS se creó de un modo artificial. Valentina Rushnikova/ Pravda / Traducido del ruso por Josafat S. Comín. Artículo original.

La escasez en la URSS se creó de un modo artificial

Valentina Rushnikova/ Pravda (Traducido del ruso por Josafat S. Comín) La Radio del Sur 19-11-2011

Hace 20 años los destructores del País de los Soviets consiguieron culminar el golpe de estado y comenzar la restauración del capitalismo en nuestro país. Mucho antes de 1991 ya se había creado y estaba en pleno funcionamiento la “quinta columna”, inculcando progresivamente en la conciencia de la gente el irrespeto por el modo de vida socialista, a menudo originando problemas de un modo artificial. No solo operaba la propaganda antisoviética, que se servía de determinadas dificultades del sistema socialista, también estaba en marcha la actividad saboteadora, oculta hasta ese momento.

Una de las direcciones fundamentales para exacerbar la tensión en la sociedad fue la creación artificial de problemas relacionados con el suministro de bienes de consumo, en primer lugar con productos de alimentación. Desde mediados de los 80, en muchas ciudades y núcleos urbanos comenzaron a escasear los productos de alimentación en muchos aparadores de las tiendas, y no solo las exquisiteces, sino también los productos de consumo diario. Era un proceso que iba en aumento de año en año, con la única excepción de la capital, donde la variedad de productos de alimentación se mantenía a un nivel decente.

Ese sesgo a favor de Moscú en cuanto al abastecimiento de artículos de alimentación, generaba otros muchos problemas. Comenzaron a llegar a la capital flujos de gentes venidas de las regiones cercanas a la capital, e incluso de regiones del país más alejadas. Los viajes por sistema a la capital para conseguir embutido, las interminables colas en las tiendas, agotaban a la gente y motivaban el descontento con la situación, tanto entre los moscovitas, como entre los que venían de fuera. Eso era lo que buscaban los “jefes de obra de la perestroika”.

Así, para los actuales detractores del período soviético, el principal argumento contra el socialismo ─después de la “represión estalinista”─ fue la supuesta escasez generalizada de productos de alimentación y otros bienes de consumo. Sin embargo esos mismos detractores olvidan mencionar, de manera premeditada, la verdadera causa de esa escasez.

Así por ejemplo, en 1987 el volumen de producción de la industria alimentaria, en comparación con los indicadores de 1980, había crecido en un 130%. En el sector cárnico, ese crecimiento ─en comparación con 1980─ había sido de un 135%, en el sector de lácteos fue de un 131%, en el de pescado de un 132% y en el de derivados de la harina, de un 123%. En ese mismo periodo de tiempo, el crecimiento de la población fue de un 6,7%, mientras que el salario medio en la economía creció de media un 19%. En consecuencia, la producción de productos de alimentación en nuestro país iba muy por delante del incremento de población y del poder adquisitivo.

Todas las empresas de la industria alimentaria trabajaban a plena capacidad, estaban garantizados los suministros de productos agrícolas y de otros tipos de materias primas necesarios para su funcionamiento, así como la mano de obra. Significa esto que el desarrollo de la industria alimentaria en modo alguno pudo ser el causante de la escasez de género en las tiendas de comestibles.

Por eso solo cabe hacer una deducción: la escasez fue generada de modo consciente, artificial, pero no en la etapa de la producción, sino en la esfera de la distribución. El objetivo era crear tensión social en el país. Por cierto, que nuestra generación recuerda bien el programa “600 segundos”. En él, en 1990, se mostraron reportajes bastante elocuentes de cómo se destruía embutido, mantequilla, aceite y otros productos que ya eran deficitarios en ese momento. En una de las publicaciones de la época, el entonces alcalde de Moscú y hoy consejero del alcalde (!?), Gabril Popov, reconocía esos casos en que se destruían productos de alimentación con el objetivo de generar escasez en la ciudad. En la prensa se informaba de cómo se habían detenido al unísono, para ser reparadas, todas las empresas que producían tabaco y detergente.

En general seguimos sin conocer sus nombres, siguen en la sombra, los instigadores, organizadores y ejecutores de aquel sabotaje económico. Sigue siendo un misterio de qué modo y en qué dirección desapareció esa enorme cantidad de productos de alimentación. Las escasas publicaciones que hay sobre el tema, solo dan pie a presuponer cómo se generó la escasez.

El sabotaje tuvo éxito y el modo capitalista vino a sustituir al modo socialista de producción. La propaganda burguesa delibera permanentemente sobre los aparadores repletos de productos en las tiendas y sobre la abundancia de productos de alimentación.

Podría pensarse que los problemas de escasez están resueltos. ¿Pero cómo ? Desde luego no ha sido gracias al desarrollo del sector agroindustrial, sino mediante la importación del extranjero de productos de alimentación, así como ─y esto es lo principal─ gracias a la baja capacidad de compra de la población. La escasez permanece, solo que de un modo oculto.

Además las importaciones que se hacen del exterior (a excepción de las provenientes de Bielorrusia), son de una calidad más que dudosa, que nunca se hubiera admitido en la URSS. En comparación con el periodo soviético, ha empeorado notablemente la calidad de la producción nacional. Para sustituir a la materia prima natural, llegaron los sucedáneos, los agregados y los equivalentes. Como resultado ha descendido la calidad del producto en lo gustativo. A menudo la producción alimentaria no es del todo segura para la salud del consumidor. El número de productos que cumplen los requerimientos de calidad del estado ha descendido sensiblemente. Han sido sustituidos por condiciones técnicas.

 

El Partido Comunista de la Federación Rusa (PCFR) en su programa electoral se fija como prioridad el renacimiento del campo ruso y el incremento de la producción agraria. Eso sería un potentísimo impulso para el desarrollo de la industria de transformación.

Tras llegar al poder, el gobierno garantizará que la población tenga acceso a productos de calidad de fabricación nacional. La seguridad alimentaria será restituida.

[14] Ibídem

[15] Ibídem

[16] Lenin : La revolución prol

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